Aeon Drive
- PlataformaXBS5XBO5PS55PC5PS45NSW5
- GéneroAcción, Plataformas
- Desarrollador2Awesome Studio
- Lanzamiento30/09/2021
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorCritical Reflex
Aeon Must Die: Análisis. Velocidad sin control
Corre, vuela, teletranspórtate. Esta es la premisa de un plataformas cuyo enfoque al speedrunning perjudica el desarrollo del juego.
Desde Barcelona y a manos de 2Awesome Studio nos viene un nuevo indie 2D, concentrado esta vez en la común practica de completar una fase una y otra vez para mejorar nuestros tiempos, también conocida como “speedrunning”. Solo que esta vez estaremos repitiendo niveles como la Gran Vía, Las Ramblas o el Park Güell, algo comunmente solo posible para los habitantes de la ciudad condal. Venimos a discutir si, además de esta sugerente ubicación, tenemos entre nuestras manos un juego digno.
Rompiendo records
Aeon Drive no está pensado para ser jugado una sola vez. Cuenta con una historia pero de la misma manera que ciertas producciones solo para adultos cuentan con una. La base real del juego es pasarnos los niveles y, una vez terminados, repetirlos hasta la extenuación buscando siempre recortar esos segundos prescindibles de nuestros tiempos. La campaña se puede completar en un par de horas pero cuanto tiempo pasemos en el juego dependerá de cuánto nos embauquen sus sistemas, niveles y planteamiento general.
Nuestro arsenal de movilidad y ofensa se nos presenta rápidamente en su totalidad. Podemos deslizarnos por el suelo, atacar con una espada en corto rango (esto también destruye las balas enemigas) y usar un dardo para teletransportarnos. Este dardo es la mecánica más interesante del juego, si hubiera que mencionar alguna mecánica como interesante. Podemos tirarlo inmediatamente delante de nuestro personaje, teletransportarnos al mismo o reclamarlo para volverlo a disparar. Desafortunadamente, su complejidad posible no llega nunca a explotarse y, dada la gran velocidad del proyectil y el planteamiento de sus niveles, nunca llega a ser “cómodo” el utilizarlo. Especialmente problemáticos los lanzamientos diagonales.
Ojalá se quedaran ahí los problemas. Pero a lo largo de sus cien niveles Aeon Drive no llega nunca a sorprender ni impresionar. Los niveles cuentan con varias rutas, sí, pero ninguna de ellas es jamás especialmente sugerente. Los enemigos son meros obstáculos en el mejor de los casos y molestos problemas aleatorios en el peor. Las animaciones son toscas, con una ausencia total de fluidez en sus transiciones y resultando siempre menos exageradas de lo necesario para agradar al jugador.
Siempre igual
Pero lo peor de todo es la repetitividad. Solo en los dos últimos mundos de diez se nos plantea un cierto desafío y para entonces estamos ya aburridos de lo previo. Algo que podríamos perdonar si se llegase a cotas realmente altas de dificultad en estos últimos niveles pero la realidad es otra. Aeon Drive nunca llega a ser ofensivamente malo, pero si es ofensivamente mediocre. No te sorprende y la profundidad de sus mecánicas no es suficiente como para querer exprimirlas. Aeon Drive es un juego de speedrunning sin rejugabilidad. Prueba de ello es que hayamos llegado a las primeras posiciones en el ranking en nuestro primer intento de varios niveles.
En el plano artístico el juego se presenta algo mejor. La visión de una Barcelona futurista es sugerente y su recreación de los múltiples lugares icónicas de la misma sí nos sacó alguna sonrisa. Su música es aceptable, no algo que vayamos a escuchar mientras programamos una noche de Viernes pero tampoco algo que vayamos a sustituir inmediatamente por nuestra propia lista. Los enemigos son… enemigos. Ahí si que hemos visto más creatividad en juegos de segunda categoria de la generación de los 8 bit. Robots, robots y más robots, ninguno de los cuales podríamos describir más allá.
Conclusión
Aeon Drive cumple el terrible pecado de ser un juego centrado en rejugar el mismo nivel una y otra vez donde no quieres jugar el mismo nivel más de una vez. Un juego en el que cada centímetro debería ser exprimido hasta grabarse en la memoria del jugador donde nada es memorable. Su recreación de Barcelona es quizás la única faceta que recordaremos de aquí a unos años, pero no suficiente para salvar a este juego de la más total mediocridad.
Lo mejor
- Los escenarios de fondo
- Los dos últimos mundos son algo mejores que el resto
- Los escenarios de fondo
- Los dos últimos mundos son algo mejores que el resto
Lo peor
- Repetitivo a partir del segundo nivel
- Escasas posibilidades para mejorar, en un speedrunner
- Nunca sorprende
- Repetitivo a partir del segundo nivel
- Escasas posibilidades para mejorar, en un speedrunner
- Nunca sorprende
Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.