El que golpea primero...

Algunas veces se producen en todas las consolas lo que anglosajonamente se llama 'sleeper' que viene a definir que de repente un juego que no ha causado expectación durante su desarrollo ni viene de una compañía especialmente conocida, de repente se convierte en una auténtica obra maestra, ya sea por su endiablada jugabilidad o su poderío gráfico. Eso le sucedió al original Advance Wars cuando hace unos años vio la luz en GameBoy Advance, sorprendiendo a propios y extraños convirtiéndose en uno de los referentes de su extenso catálogo.

Descubre Advance Wars: Dual Strike en movimiento en este vídeo.

La segunda parte no tardó en llegar, y ahora dan el salto a Nintendo DS con la premisa de 'si algo no está roto, ¿para que arreglarlo?'. Para todos aquellos que conozcáis la saga o hayáis podido probarla en GBA, el parecido en todos los aspectos será amplio, desde la jugabilidad hasta el apartado visual,  pero basta con rascar un poquito la superficie para encontrar infinidad de novedades que hacen de esta tercera entrega la mejor de todas. Pero no nos precipitemos y empecemos por el principio.

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Advance Wars en un juego de batallas por turnos. Nuestro único objetivo es acabar con el enemigo alternando los turnos de ataque. ¿Qué disponemos para ello? Un enorme arsenal de unidades a nuestra completa disposición, por tierra, mar y aire. Infantería equipada con metralletas o bazookas, tanques de corto y largo alcance, unidades antiaéreas, aviones, helicópteros, bombarderos, toda una flota de buques y submarinos… Una enorme lista que os invito que descubráis por vosotros mismos y que guarda algunas unidades militares realmente sorprendentes, sólo accesibles a los más experimentados.

Cada unidad vendrá definida por diversos parámetros de ataque, defensa, casillas que se puede mover y ventajas y debilidades contra cierto tipo de ataques. Con un poco de lógica sabemos que no tenemos que atacar unos antiaéreos con varios helicópteros o intentar alcanzar un bombardero con ametralladoras. En este sentido el uso de las unidades está perfectamente equilibrado, pues para poder aumentar el número de batallones simultáneos debemos ir conquistando ciudades (o edificios, mejor dicho) y esa labor es exclusiva de la infantería. Además, son las unidades más versátiles y no necesitan recargar combustible…

Pese a disfrutar de mejores animaciones y una vista algo más aguda en cuanto al ángulo de visión, son pocos los elementos 3D que intentan explotar el poder de Nintendo DS. Si no fueran por la doble pantalla, las capturas que acompañan este análisis podrían pasar perfectamente por un título de GameBoy Advance. Pero es lícito reconocer que este aspecto gráfico le viene como anillo al dedo y la doble pantalla de la DS se vuelve en ocasiones fundamental, pues todo parece haberse duplicado en esta nueva entrega de Advance Wars.

En la parte del turno en la que nos posicionamos, la pantalla de abajo muestra el mapa sobre el que nos movemos (con o sin presencia de niebla de batalla), en unas 2D algo frías pero efectivas al máximo. Los ejércitos se distinguen por colores y con un rápido vistazo controlaremos la situación. Mientras, la pantalla superior muestra datos sobre las unidades, con una pequeña descripción y muchos detalles de interés. Esto permite que la pantalla inferior quede en exclusiva para mostrar el máximo de mapeado posible.

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Una vez pasamos a la acción y atacamos, la pantalla inferior se difumina y aparecen las unidades atacándose entre ellas. Tras notificar de las unidades perdidas por cada bando, se vuelve al aspecto anterior y la acción sigue. Sin embargo, en el modo de ataque doble ambas pantallas muestran las tropas sobre el terreno. La jugabilidad en esta modalidad la explicaremos más adelante. En definitiva, un aspecto visual poco vistoso en el que la efectividad prima por encima del propio trabajo en este apartado.

La explicación del mecanismo de Advance Wars es sencilla. Todo el terreno está dividido en cuadrículas; cada cuadrícula es una casilla sobre la que podemos andar o estacionarnos. Cada unidad que pongamos en juego ocupa una casilla, y dependiendo de su movilidad (y de las condiciones del terreno) podemos movernos más o menos cuadrículas en los cuatro puntos cardinales. Mientras nosotros movemos y atacamos, nuestro enemigo permanece absolutamente quieto (por eso se llama 'batalla por turnos', no es tan difícil). Lo único que hará el contrincante durante nuestro turno es defenderse si le atacamos. Si nosotros llevamos 10 tropas y él 2, perderá todas y nosotros ninguna. Si llevamos 8 y él 4, puede que le quede una y nosotros perdamos otra. Si esto es a la inversa, saldremos perdiendo. Esta lección es muy básica también. Si tu enemigo es más fuerte que tú, 'pa' que te metes'.

Aquí entra en juego la perfecta curva de aprendizaje de Dual Strike, idéntica que sus versiones para GBA, así que si ya has jugado a éstos, sabrás de lo que hablo. Poco a poco, misión a misión en un interesante tutorial nos enseñaran cómo manejar nuestras tropas con cabeza e inteligencia. Cada unidad viene definida por ataque, defensa, movimiento, contra qué tropas es efectiva y cuales son su punto débil. Es importantísimo estar al 100%, sobre todo en misiones más avanzadas, en las que una mala planificación puede dar al traste con todo nuestro ejército. Todos conocemos alguna batallita histórica en la que unos pocos bien organizados acabaron con muchos que parece que iban de cotillón de fin de año en lugar de a una batalla. Pues eso.

Por supuesto, las bajas en combate pueden sustituirse con otras nuevas, que podremos comprar al inicio de cada turno. La forma de conseguir dinero es sencilla. Por todo el escenario encontramos edificios que otorgan cierta cantidad cada día (los turnos están divididos en días). Para que nos aporten esa renta diaria tenemos que hacernos con el control sobre ella, no todo iba a ser atacar. Es muy importante posicionarnos poco a poco y defender nuestros edificios. Si nos cortan los suministros y se hacen con ellas en 3 o 4 turnos le darán la vuelta a la tortilla. Además, en caso de que exista la niebla de batalla los edificios nos permitirán otear el terreno para que no nos sorprendan por la espalda.

Tanto en estos edificios como en portaaviones o bases militares podremos crear las nuevas unidades, cada vez más complejas y extravagantes. Algunas muy punteras, realmente destructivas con una mínima defensa, o por el otro lado, tanques con pocos ataques pero muchísimo movimiento, que en tres turnos colocamos en el lado opuesto del mapeado. Cañones de largo alcance, submarinos, buques mar-tierra, y un enorme y completo etcétera. Aquí también entran en juego las características de cada comandante (CO a partir de ahora). Hasta nueve nuevos CO se han incluido con respecto al último Advance Wars de GBA, con nuevos poderes especiales, que sin llegar a tornar una derrota en victoria, sí que pueden ser cruciales en determinados momentos.

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Por ejemplo, Grit es muy ducho en el combate a distancia, pero sus tropas son poco hábiles en el ataque cuerpo a cuerpo. Grimm es un verdadero destructor, pero sus tanques son muy débiles. Así, todos gozan de una habilidad y pecan en algún punto. Siempre encontraremos uno que se adapta a nuestro estilo de juego, ¡o dos! Porque esa es una de las novedades de Dual Strike, poder elegir a los COs por parejas equilibrando los defectos de uno con las habilidades del otro. Es un paso más en la jugabilidad y en nuestra inteligencia táctica, ya que resulta más complicado de lo que parece, y por ende, más satisfactorio.

En el modo 'Combates DS' incluso haremos uso de las dos pantallas, con dos batallas simultáneas, cada una en una pantalla. En la de abajo el control sobre las tropas será directo y total, mientras que en la superior se basará más en comandos, pudiendo alternar entre ellos. Más modos, el obligado Versus, el gran atractivo de Dual Strike y explotable al máximo (para el próximo Advance Wars exigimos online, no hay tutía). Si tenemos una única DS y un solo cartucho, podemos jugar hasta cuatro personas en una misma consola. Cuando termine nuestro turno, se lo pasamos a nuestro compañero, y listo. Si disponemos de una sola tarjeta y hasta 8 DS, los combates estarán más limitados porque están enfocados a una jugabilidad más inmediata, a que el turno se pase más rápido y todo sea más fluido.

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Si disponemos de cuatro Nintendo DS y cuatro tarjetas, se abren todas las posibilidades habidas y por haber, entre ellas, la posibilidad de jugar a nuestros propios mapas, pues el editor es realmente cómodo e intuitivo y crearlo con el stylus es una gozada, preciso y rápido. Basta con dar rienda suelta a nuestra imaginación, compartir el mapa, y disfrutar. Siguiendo con modos a un jugador, en el 'Survival' tendremos que completar una serie de misiones más allá de acabar con el enemigo: hacerlo antes de un determinado número de turnos, capturar determinado edificio antes que el rival, disponer de una cantidad limitada de recursos… Y por supuesto, el modo principal, el Campaña, con una historia que nexa todos los COs, bastante elaborada. En muchos de los modos se nos valorará por rango recibiendo puntos que luego podemos canjear en la 'Sala de Guerra' por diversos extras: unidades, escenarios, ataques especiales, diseños para el editor…

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Si ya has disfrutado de las dos entregas anteriores para GBA, puede que Dual Strike te suene a más de lo mismo o te cree unas enormes ganas de disfrutar de una nueva entrega de Advance Wars. Por supuesto influye que no te gusten los juegos tácticos, aunque no se asemeja en absoluto a ningún juego de rol por turnos o de cartas. Existe mucha más acción, es muy fluido, divertido y con enormes posibilidades.

Advance Wars Dual Strike es a día de hoy el título con mejor puntuación según nuestro criterio dentro del catálogo de Nintendo DS y verdaderamente la merece. Los chicos de Intelligent Systems realmente han sabido mejorar todos y cada uno de los aspectos del juego en los que se podía mejorar, haciéndolo más divertido, más táctico, más abierto y en definitiva, más atractivo. Su desembarco en Europa lo hace tan sólo dos meses después que en los Estados Unidos, y ya lo puedes encontrar en las tiendas. Si ya tenías los otros dos de GameBoy Advance y crees que es muy parecido, haz la prueba. Introdúcelo en la ranura para juegos de GBA de tu Nintendo DS y no tardarás en notar las enormes diferencias.

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