2K Drive
- PlataformaIPH7IPD7
- GéneroSimulación, Conducción
- DesarrolladorLucid Games
- Lanzamiento05/09/2013
- TextoEspañol
2K Drive
Lucid Games y 2K Sports unen sus fuerzas para llevar a la AppStore el simulador de automovilismo definitivo para dispositivos iOS. Veamos en nuestro análisis si 2K Drive logra transmitir las sensaciones al volante de los mejores vehículos del mundo en un sinfín de carreras, pruebas y estilos de conducción.
La AppStore ha recibido durante los últimos meses dos títulos de conducción muy esperados por sus fans, dos juegos totalmente opuestos por su estilo y jugabilidad, pero más que interesantes para los aficionados al género. Mientras que Real Racing 3 de Electronic Arts ofrecía un apartado audiovisual y una puesta en escena muy cercana a la realidad, el reciente Asphalt 8: Airborne de Gameloft abogaba por la diversión y la espectacularidad más desenfadada, no sin descuidar la emoción de sus vistosas carerras. Ahora llega el turno de 2K Sports y Lucid Games con 2K Drive, un simulador puro que trata de acercarse a la experiencia de juego de la saga Real Racing sin renunciar a su propio estilo. Y es que sus creadores son responsables de otros juegos de conducción en consolas como los Project Gotham Racing o Blur. Veamos en nuestro análisis si 2K Drive merece la atención de los fans de la velocidad tras las últimas novedades del género en iPhone, iPad e iPod touch.
El título presenta un plantel de coches reales bastante atractivo aunque algo limitado en número y variedad de modelos; mientras que podemos encontrar todo tipo de vehículos con distintos niveles de rendimiento y estilos de conducción, otros títulos ofrecen mucha más variedad y un número netamente superior. Así, empezaremos con los coches más sencillos como un Fiat 500 Turbo, un Nissan Cube o un Dodge Dart GT, pasando después a un grupo algo más interesante formado por los Ford Focus ST, Ford Escort RS Cosworth de 1992 o Chevrolet Camaro SS de 1967, entre otros, además de otros vehículos off-road. Hasta llegar a los más caros y rápidos del juego, los superdeportivos formados por coches tan especiales como el Chevrolet Camaro ZL1, Chevrolet Corvette 427, Nissan GT-R, SRT Viper, Ford GT o McLaren MP4-12C, siendo el Formula Ford ‒un monoplaza de competición‒ el más rápido del juego.
Un total de 27 coches que más bien saben a poco, sobre todo si lo comparamos con la increíble oferta de Real Racing 3. Donde sí cumple y con creces 2K Drive es en la oferta de carreras y modalidades en las que participar, con Campeonatos de todo tipo, Desafíos diarios, carreras de rallye, competiciones de aceleración o drag y otras pruebas especiales, como huir a toda prisa de un helicóptero que tratará de darnos caza, conducir por una especie montaña rusa tan estrecha como peligrosa o participar en divertidos partidos de fútbol con balones gigantes y coches a modo de jugadores. Así, los Campeonatos son el eje central de la experiencia 2K Drive, a través de los que ganar trofeos, estrellas y millas, parámetros que servirán para adquirir nuevos vehículos, reparar y mejorar los que ya tengamos o personalizarlos entre bastantes opciones.
La configuración de los vehículos es una aspecto que se ha cuidado bastante, puesto que podemos modificar un buen número de piezas, desde exteriores como interiores, pasando por el casco del piloto, cambiar las llantas o incluso personalizar el interior. El progreso de juego es similar a otros títulos de carreras en los que avanzamos para desbloquear nuevas pruebas, hacernos con mejores coches y gestionar nuestro garaje, además de subir de nivel de pilotaje. También podemos disputar carreras multijugador, eso sí, en modo asíncrono, restando gran parte del atractivo de jugar con nuestros amigos en tiempo real. El problema es que el desarrollo del modo principal resulta algo aburrido y algo condicionado por una serie de características propias de juegos free-to-play, algo que no se entiende si tenemos en cuenta que 2K Drive ya cuesta 5,99 euros en la AppStore.
Tanto es así, que deberemos medir muy bien nuestros gastos, puesto que obtener nuevos ingresos será bastante repetitivo; en este sentido, tendremos que gastar dinero en la reparación de nuestros coches tras una carrera, arreglando desperfectos en chapa, suspensiones, motor y otros elementos, lo que nos puede costar muy caro si no somos cuidadosos con nuestra forma de pilotaje. Pero lo que más sorprende es la presencia de contadores para cada reparación; si tenemos la suficiente paciencia, podremos arreglar determinados desperfectos sin gastar estrellas, aunque tendremos que esperar un tiempo determinado, siempre dependiendo de la gravedad. Por otro lado, si nos quedamos sin estrellas, tendremos que esperar a que la cuenta atrás llegue a cero o pasar por caja.
Sí, 2K Drive presenta opciones vía micro-pagos, algo que no es de buen recibo en un título de casi 6 euros; no son necesarios pero pueden llegar a condicionar la experiencia de juego. Ganar nos proporcionará un buen puñado de estrellas, aunque tendremos que medir bien nuestros pasos y actuar con responsabilidad, tanto en nuestra conducción como en la gestión de los coches. Eso sí, los más impacientes quizás se decidan a pagar para desbloquear todo de inicio y disfrutar de toda su oferta sin restricciones, aunque además de caro, le restará gran parte de su atractivo. Por otro lado, el diseño del interfaz no convence en absoluto; los menús táctiles no funcionan como deberían ‒presionar varias veces un icono para que funcione resulta desesperante‒, resultan caóticos y navegar por las diferentes opciones es bastante tedioso. Eso sí, recibiremos información del mundo del motor mediante actualizaciones constantes de las noticias más destacadas.
A nivel visual tampoco destaca especialmente, puesto que presenta algunos altibajos que lo alejan de la excelencia de otros títulos similares. Los modelados de los elementos en pantalla son algo irregulares aunque presenta efectos de iluminación interesantes; las físicas de los vehículos convencen desde su vertiente de simulación, siempre teniendo en cuenta que estamos ante un juego táctil para smartphones y tablets. Podemos optar entre varias cámaras ‒la interior es realmente vistosa‒ o colocar nuestra cara en la del piloto tras fotografiarnos. Por lo general, no se aprecian problemas de bajadas de rendimiento; incluso seremos testigos de daños en tiempo real o de suciedad en los coches. Por otro lado, los escenarios y los circuitos ‒ambientados en ciudades como Londres o Tokyo, entre otras‒ tienen un aspecto algo desangelado, resultando demasiado planos y poco atractivos, dando una imagen general algo descuidada. Los sonidos sí están algo más trabajados, con ruidos de motor personalizados, efectos para un buen número de elementos y temas animados en la presentación de cada carrera.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.