Una gran explosión

Planeta de Agostini Interactive edita una compilación de 101 mini juegos para Nintendo DS con la voluntad de intentar explotar al máximo las partidas rápidas y directas y las bondades del control de la portátil de doble pantalla.  Una oferta variada de retos que se van desbloqueando poco a poco y que se encuentra a precio reducido en las tiendas. Diversión y sencillez sin más.

La mínima expresión posible del micrófono, el Stylus y la doble pantalla se encuentra reducida a este 101 in 1. Apuestas sencillas, mini juegos rápidos y fáciles de controlar y mucha variedad de contenido. Esto es, a priori, lo que Nordcurrent intenta transmitir con su compilación de juegos. El título recuerda a cartuchos y derivados de consolas anteriores donde lo que se destacaba, por encima de todo, era la cantidad. Y así parece ser en este cartucho.

El jugador se encuentra en su primera partida con tan sólo diez mini juegos desbloqueados. El resto se tendrán que descubrir a medida que se superen los primeros retos de la obra publicada por Planeta de Agostini. Con una presentación sencilla, y un apartado técnico resultón -los juegos que propone tampoco reclaman mucho más,  101 in 1 Explosive Megamix tiene en sus melodías el primero de los problemas que presenta el cartucho. Una música monótona y poco dada a ser escuchada con auriculares.

La variedad de juegos es significativa y remarcable. La gran mayoría se escudan en el uso del Stylus para completar de una manera u otra la partida, mientras que otros, los que menos, tienen algún uso del micrófono. El primero de los 101 mini juegos que se juega, por ser el que está a mano cuando se estrena la partida, es el de baloncesto. Con el Stylus el jugador deberá mandar una pelota a canasta sin pasarse o quedarse corto de fuerza. Así de simple. Durante un tiempo determinado irán sumando puntos hasta el final. Si se supera el límite de puntos que marca cada reto, se da por vencido el mini juego y, con él, llega una suculenta recompensa en forma de monedas.

Las monedas se pueden cambiar por otros minijuegos, desde los más baratos a los últimos, que tiene precios prohibitivos. O eso parece, porque lo cierto es que ganando algunos retos se consigue mucho dinero fácilmente, por lo que no es necesario repetir demasiadas veces algún minijuego para poder tener dinero fresco. Los minijuegos de mayor coste, también tienen una puntuación más elevada a superar y, por ende, tienen mejores recompensas.

La variedad de minijuegos es evidente. Desde juegos de conducción donde se deben sortear a toda velocidad los vehículos de la carretera, a intentar hacer el máximo número de ‘toques' posible con un balón de fútbol, pasando por un juego de discos con el objetivo de introducirlo en la portería contraria o el clásico juego de dardos y los famosos sudokus, la ejecución sencilla de éstos y su alta rejugabilidad parecen factores a tener en cuenta en sus primeras partidas. En las primeras.

Y es que el contraste entre mini juegos, con calidad muy dispar, y las dificultades jugables que entrañan algunos de ellos restan cualidades al cartucho. Muchas veces la reacción con el stylus no se traduce correctamente en la pantalla, llegando a desesperar en según qué retos. En otros, no queda clara la mecánica para llegar a buen puerto y algunos son, simplemente, aburridos.