Reseña de ‘Batman: Gotham a luz de gas’. Bruce Wayne contra Jack el Destripador
Brian Augustyn y Mike Mignola se llevaron al vigilante fuera de su continuidad temporal para dar lugar a una historia memorable.


A mediados de los 80 el universo DC era un caos: múltiples colecciones, múltiples interpretaciones de los personajes al libre albedrío de cada autor, así que tocaba poner orden en la casa. Marv Wolfman (guion) y George Pérez (dibujo) crearon una miniserie de 12 números publicados entre abril de 1985 y marzo de 1986, ‘Crisis en tierras infinitas’, en la que se unificaba la continuidad del Universo DC, que hasta entonces estaba fragmentado en múltiples Tierras paralelas (Tierra-1, Tierra-2, Tierra-3...).
Pero es complicado poner fronteras a la creatividad. Solo tres años después, Brian Augustyn, que acababa de desembarcar en DC (diciembre de 1988) tras ser fichado de NOW Comics, andaba a la búsqueda de una historia diferente para Batman que no terminaba de germinar. Fruto de su amistad con Mark Waid, con quien compartía oficina y largas charlas, surgió la idea de mandar a los superhéroes a otras épocas. Nacía así el germen de lo que en un futuro sería el sello ‘Elseworlds’.
La primera historia llevaría a Batman a enfrentarse a Jack el Destripador en plena época victoriana. Solo tocaba encontrar a un dibujante y ahí apareció el destino: Mike Mignola acababa de anunciar su marcha de DC a Marvel cuando se lo encontraron en un pasillo de la editorial. Brian y Mark le asaltaron, lo metieron en una habitación (que ellos aseguran que cerraron con llave) y no le dejaron salir hasta que el dibujante aceptó el proyecto. Lo cierto es que, pese a sus reticencias iniciales, quedó fascinado por la historia.

Primera entrega
El cómic se inicia con una carta desafiante a toda página del propio Jack el Destripador, escrita por Robert Bloch, célebre autor de la novela ‘Psicosis’ (1959). En ella emula el estilo epistolario del asesino en serie y sirve para poner en situación al lector: está ante una aventura de Batman que nada tiene que ver con lo que ha leído antes.
Una serie de asesinatos se van sucediendo en las oscuras calles de Gotham, una ciudad aún más oscura y lúgubre que la que el lector está acostumbrado a recorrer. Brian Augustyn construye el cómic como un relato de misterio, pero la simplicidad del mismo es tal que es fácil intuir quién será Jack el Destripador desde un primer momento. No obstante, la historia es atractiva y está llena de guiños tanto al personaje histórico como al Batman que veremos un siglo después, aunque la esencia de Bruce Wayne es la misma.

Un artista descomunal
El dibujo de Mignola es sensacional: su absoluto dominio de las sombras y su capacidad de generar atmósferas inquietantes a base de un uso mayoritario de tintas negras y tonos oscuros le sienta perfecto al relato. Su Batman es más amenazante que el de muchos otros dibujantes y eso se debe a que es más oscuro; incluso hay viñetas en que la capucha es una sombra, en la que ni siquiera aparecen los ojos.

Una segunda entrega
El éxito de ‘Batman: Gotham a luz de gas’ fue tal que la editorial decidió hacer una segunda entrega, ‘Batman: el amo del futuro’, que se desarrolla años más adelante y que tiene como antagonista a Le Roi, un pirata francés. Pero ni el personaje tiene el carisma de Jack ni la historia resulta tan apasionante. Sirve más como un tour turístico que muestra cómo va creciendo la urbe de Gotham, evolucionando hacia la metrópoli conocida por todos.
El dibujo corre a cargo del uruguayo Eduardo Barreto, cuyo estilo está en las antípodas de Mignola. Es un artista de corte clásico, no en vano sus dos grandes maestros son Russ Manning y Harold Foster. Sus dos grandes virtudes son un dominio anatómico de los personajes y la creación de escenarios ricos en detalles. Él busca que la historia “se lea sola”, con buena fluidez de página y una composición de viñetas sencilla de seguir.

Impacto histórico
Este cómic es considerado el primer título que dio forma al concepto Elseworlds, formalizado en 1991. Abrió la puerta a reinterpretaciones temporales y alternativas de personajes icónicos, una tendencia que se convirtió en seña de identidad para DC durante los años 90. En 2018 se estrenó la película animada ‘Batman: Gotham a luz de gas’, que adapta la historia original con algunas variaciones y un tono más cercano al thriller.

Conclusión
‘Batman: Gotham a luz de gas’ es un cómic que en su día fue revolucionario, ya que sacaba a Batman de su continuidad temporal. Enfrentarle a un antagonista real de la talla de Jack el Destripador fue todo un acierto, además cuenta con el arte de uno de los mejores dibujantes de la historia del cómic, Mike Mignola. Todo un lujo.

Ficha
- Guion: Brian Augustyn
- Dibujo: Mike Mignola (Gaslight) y Eduardo Barreto (Master of the Future)
- Formato: Cartoné 17×26 cm
- Fecha: 27/10/25
- Páginas: 136, color
- ISBN: 979‑1‑370‑13298‑9
- Editorial: Panini Comics
- Precio: 20,00 €
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