‘El tribunal de los búhos’, reseña. La mejor historia de Batman en los últimos 15 años

En 2011 DC decidía poner patas arriba todas sus colecciones con The New 52, un reinicio que afectaba a las 52 publicaciones que tenía en marcha por entonces y que hacía tabla rasa con todo lo acontecido anteriormente. Era un intento, esta vez radical, de poner orden un multiverso que se había expandido a tal punto que era difícil seguir las aventuras de los superhérores de DC y más aún bucear en su pasado; había múltiples líneas que seguir y muchas de ellas eran directamente incompatibles.

De este tsunami se libró, solo en parte, Batman; era el gran icono de la editorial y las historias de Alan Moore, Frank Miller, Grant Morrison, Jeph Loeb… no podían ser borradas de un plumazo. Así que la compañía encargó a dos de sus mejores talentos dar el pistoletazo de salida a la nueva etapa, una historia que debería preservar parte del pasado del enmascarado, pero que tendría que abrir un nuevo camino.

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Una trama que atrapa

Scott Snyder, que había pasado de Marvel a una decadente Vertigo en 2010, destacaba entonces por una serie sobre vampiros, ‘American Vampire’. Fue una colección que tuvo gran éxito de público y críticas, incluso se llevó en 2011 el Eisner a Mejor Nueva Serie, y que le sirvió para llevarse el premio gordo: el reinicio de Batman.

El guionista neoyorkino construye una nueva iconografía para Batman presentando un enemigo desconocido hasta ahora, El tribunal de los búhos; una amenaza que está a la altura de los grandes antagonistas que han poblado sus páginas: Joker, Ra’s al Ghul, Bane, Dos Caras… Se trata de una sociedad secreta que está compuesta por las familias más ricas de la ciudad y que lleva dirigiendo los destinos de la metrópolis desde sus inicios e impartiendo su particular justicia.

Batman tiene la doble misión de descubrir quiénes forman parte de la conspiración a la vez que sobrevivir a los ataques de sus asesinos, las garras, ya que se ha convertido en objetivo prioritario de esta hermandad del crimen.

El mérito de Snyder es presentar una Gotham irreconocible; el territorio de caza del vigilante, del que conocía cada callejón, de repente se presenta como un lugar amenazante donde no hay forma de esconderse. El escritor describe una Batman más humano e incluso por momentos sobrepasado por la magnitud de los acontecimientos, con una doble línea temporal que se abre a un pasado que aporta una perspectiva diferente de los sucesos de su infancia.

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Un dibujante para la historia

Si Snyder construyó una historia espléndida que devolvía al personaje de Batman su carácter detectivesco, Greg Capullo no le estuvo a la zaga. Su trabajo en ‘El tribunal de los búhos’ es probablemente el mejor de su dilatada carrera y su fornido ‘Batman’ queda asociado para siempre al icono de DC. Los capítulos 5 y 6 del primer arco, ‘Frente al tribunal’ y ‘Bajo el cristal’, en el que Batman sufre un duro castigo físico y psicológico son de las mejores páginas nunca dibujadas del murciélago.

El dibujante de Spawn muestra aquí todas las características que le han convertido en una referencia a la altura de sus maestros, Frank Millar y John Romita: sus personajes muestran una musculatura exagerada, busca siempre encuadres y poses poderosos, emplea estructuras rupturistas (no tiene problema incluso en voltear las páginas) y crea una atmósfera oscura e inquietante gracias a un profuso uso de sombras.

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Conclusión

‘El tribunal de los búhos’ es una de esas historias imprescindibles en el universo Batman, la edición de la Saga completa en dos volúmenes es una excelente oportunidad para disfrutar de un gran cómic y de dos grandes talentos del medio: Snyder y Capullo.

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Ficha

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