‘Aliens, la etapa original’ (2). El universo Alien se expande más allá de las películas

En el último cuarto del siglo XX era habitual que los grandes éxitos de cine, sobre todo de la ciencia ficción, tuvieran su correspondiente adaptación a viñetas y, en no pocos casos, creaban un nuevo universo que iba mucho más allá de lo visto en la pantalla. ‘2001′ de Jack Kirby, ‘Robocop’, ‘Terminator’, ‘El planeta de los simios’ y Star Wars’ fueron ejemplos de éxito, y algunos no exentos de calidad, de esta tendencia. En la reseña del primer tomo ya se contó como Dark Horse pujó por los derechos de Alien con la condición de no interferir en la línea narrativa de las películas y con una cláusula de no inclusión de la teniente Ripley en sus viñetas. Ambas líneas rojas se vieron pronto ampliamente superadas por el imparable auge que cogieron los cómics.

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Cómic de autor

Así que poco a poco y ante la ausencia de entregas regulares en la gran pantalla, las historias relatadas en viñetas impusieron un discurso narrativo que bebía mucho más del Aliens de Cameron (1986), que del Alien de Scott (1979), aunque curiosamente las mejores historias son las que emparentaban con esta segunda línea argumental: estaban más centradas en el terror mientras que las primeras apostaban por la acción.

A medida que se expandió el universo de papel de Alien las dos ramas se fueron diversificando y mezclando, surgiendo una amplia variedad de historias que tenían como creadores a algunos de los mejores talentos del medio. Es cierto que siempre eran concebidas más como un experimento que como un trabajo regular, un cierto homenaje a una criatura que había traspasado los límites de la pantalla para convertirse en un fenómeno social. Por estas páginas desfilan John Byrne, cuando aún andaba enfrascado con sus mutantes, Peter Milligan (otro chico mutante, que también destacó en Dc con Animal Man), Dave Gibbons (’Watchmen’), Mike Mignola (’Hellboy’), John Arcudi (’The Mask’)… cada uno con su particular versión de la criatura alienígena.

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Un grande para arrancar

El megatomo, que tiene la friolera de 1032 páginas, está compuesto en su mayoría por miniseries de 4 entregas, que fue el formato que triunfó en su momento en Dark House. La primera de ellas, Horrow Show, es un relato corto en la que el Alien es el centro de las pesadillas de una humanidad que ha visto como la Tierra caía en poder de los alienígenas. Después entra en acción John Byrne, con otra historia corta, Ángel de la Tierra, que es además una de las más originales de este recopilatorio. Una nave alienígena se estrella en las afueras de una pequeña localidad a mediados de siglo XX, un viaje temporal que tiene una curiosa conexión, la teniente Ripley.

Sacrificio de Peter Milligan es la primera miniserie que hace acto de presencia, un enfoque más oscuro y casi religioso del fenómeno Alien, que cuenta además con el excelente dibujo de Paul Johnson (‘Los invisibles’).

Rebelde es una curiosa vuelta de tuerca que pone el foco en una criatura hasta ahora no vista: el rey Alien. Juega con la dualidad entre el terror inherente que provoca el mostruo y la maldad, que en este caso está representada por la avaricia de las corporaciones.

Siguen Gusto y Prueba fallida, dos historias cortas, la primera está narrada en clave de humor negro y encajaría perfectamente en la revista Creepy, la segunda sirve de prólogo para la siguiente miniserie, Laberinto, que se ambienta en una estación especial donde se estudian especímenes capturados.

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La serie más larga

Aliens Colonial Marines consta de diez entregas, aunque originalmente se planificó para 12, y es el Frankestein del tomo, ya que por ella pasan multitud de guionistas y dibujantes, lo que impide un desarrollo coherente. Tiene la gracia de que emparenta directamente con la película de Cameron. Mucha acción y poca sustancia.

Cruzada reúne un relato que en su día se publicó en Aliens Magazine UK (13-20), tiene la curiosidad que la revista cerró y dejó inconclusa la historia. Para este tomo se han creado 16 páginas que culminan el relato y tienen la particularidad de estar en blanco y negro.

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Un álbum de culto

Salvación es quizá la joya del tomo gracias a la notoriedad de sus creadores: Dave Gibbons a la pluma y Mike Mignola a los lápices. El gran éxito que en su día tuvo este one-shot se debe más al excelente trabajo artístico que hizo el autor de Hellboy que a al guion elaborado por Gibbons.

Cargo y Alien son dos historias cortas con moraleja final. Cierran el tomo otras dos miniseries: La música de las lanzas, en la que vemos a ninjas luchando con un alien, y Fortaleza, que presenta al primer sintético de este universo con forma de Alien y que es capaz moverse entre los xenoformos como uno más.

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Conclusión

Un tomo extenso en el que hay material muy diverso, con relatos cortos y largos, con distintos enfoques y con autores de primera línea que dotan a la obra de un buen nivel. Muchas historias no habían tenido alcance en España, así que es una obra imprescindible para los amantes de la criatura de Giger.

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Ficha

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