Cine
Si ‘Joker 2: Folie à Deux’ te parece mala, es porque no la has entendido
La película ha logrado justo lo que pretendía: retratar a la audiencia y a todos aquellos que sólo buscaban dar rienda suelta a sus fantasías más oscuras.
Es como el final de ‘Perdidos’. Si alguien te dice que estaban todos muertos es porque no se enteró de la misa la media. Con ‘Joker 2: Folie à Deux’ sucede lo mismo. Puedes sentirte decepcionado porque no es lo que esperabas y puede no gustarte o interesarte lo que hace, pero... ¿parecerte mala? ¡Si la película ha logrado justo lo que se proponía! Quería retratar a muchos de los espectadores y cuanto peor dices que es, más le estás dando la razón.
Porque Todd Phillips te ha retratado a las mil maravillas. Sí, a ti, querido lector. El papel de Harley Quinn es una metáfora de la audiencia y tú estás saliendo de la sala de cine tal y como Lady Gaga sale de los juzgados. Exactamente igual. Su personaje rechaza a este Joker pusilánime de la misma manera en que lo haces tú y también se pasa toda la película esperando al Príncipe Payaso de Gotham.
En estos tiempos que corren a todos se nos llena la boca con el tema de la salud mental, pero luego vemos a una persona como Arthur Fleck siendo machacada y lo único que pedimos son bailes, canciones, acción y disparos. Esa es la crítica y el punto de la película, que al final del día somos capaces de pisar a cualquiera en pos del espectáculo y el entretenimiento.
Joaquin Phoenix no ha podido humanizarte más al Joker y aún así, a ti no te interesan los motivos que lo convirtieron en un marginado social. Tampoco ayudarle o ver si tiene redención. Tú lo que quieres es dar rienda suelta a una violenta fantasía en la que él cometa toda clase de asesinatos y venga un tío enmascarado a darle la paliza de su vida. Y cuando Arthur Fleck se niega, todos sus seguidores le abandonan y tú pasas de idolatrar la primera película a odiar esta secuela. Porque al igual que Harley o todos esos nuevos fieles con máscara de payaso que le apoyan, no te gustaba por lo que era, sino por lo que creías que iba a ser. Por la película que te habías montado en tu cabeza.
Tras la primera parte, Todd Phillips se alarmó al ver que muchos espectadores compraban los discursos de sociología barata de aquella y, aún peor, veían al Joker como un referente. Comprendió entonces que no se había entendido su mensaje y esta secuela parece concebida con la única intención de aclararlo. Es una crítica social con mucho maquillaje encima. Por eso te ofrece una y otra vez los mismos recursos de la primera (escaleras, bailecitos improvisados, planos idénticos a entonces). Porque quiere darte una cucharada tras otra de eso que te gustaba tanto hasta que vomites y lo aborrezcas. Hasta que tomes conciencia de que nada de esto ha sido hecho para que lo idolatres.
Con ese atrevido final que explicábamos aquí, el director ha ajustado cuentas con la audiencia. Le ha puesto un espejo con delante y si reacciona con desagrado es a su propio reflejo. Así que sí, ‘Joker 2: Folie à Deux’ será una decepción y tendrá muchísimas cosas debatibles, pero tan mala película no será cuando ha logrado justo aquello que se proponía. Es una cinta que crecerá con el tiempo en el interior de la gente.