Cine y libros
Qué similitudes tienen ‘Harry Potter’ y ‘Star Wars’: parecidos razonables entre Luke Skywalker y el niño mago
Las dos sagas se desarrollan en universos diferentes, pero comparten algunos puntos en común.
A primera vista, ‘Star Wars’ y ‘Harry Potter’ tienen poco en común. Mientras que la primera es una saga de ciencia ficción —más ficción que ciencia—, la segunda abraza el género de la fantasía. Dicen que todas las historias las inventaron los griegos, porque los temas se repiten una y otra vez. Ya sea por casualidad o porque J.K. Rowling tomó alguna que otra referencia, las aventuras del niño mago muestran ciertas concomitancias con la saga galáctica (aparte del pelo tipo casco de sus protagonistas). Claro que muchos de los temas responden a los arquetipos del héroe, que se aplican a muchos de los personajes de la cultura pop.
Harry Potter es un niño huérfano que vive con sus tíos, pero su destino no es vivir una vida común y aburrida en un barrio cualquiera del Reino Unido. Luke Skywalker, por su parte, también comparte un trasfondo parecido: sus padres murieron —al menos eso se le ha dicho—, por lo que en su infancia, juventud y primera madurez ha convivido con sus tíos. El joven Skywalker no quiere ser granjero y su deseo es abandonar Tatooine, convertirse en piloto y dejar atrás lo que considera una existencia anodina. La diferencia es que su familia detesta a Potter, mientras que Luke se siente querido por sus tíos.
Fuerza, magia, mentores y señores oscuros
Una comparación fácil es que Harrry Potter y Luke Skywalker se valen de un poder sobrenatural: la Fuerza es más bien un elemento que está en la naturaleza, al contrario que la magia, que no tiene explicación como tal. Pese a que la Fuerza se encuentra en el interior de todos los seres vivos, su uso está limitado a los individuos sensibles a ella. La hechicería tampoco está reservada para todos los mortales, algunos son magos y otros no. En ocasiones, se transmite de un familiar a otro; en otras, los hijos no poseen las aptitudes para usar la Fuerza o realizar magia. En cualquier caso, el entrenamiento o el aprendizaje es una necesidad, por muy dotado que uno sea.
El detonante, lo que cambia las cosas, difiere para uno y otro: Harry recibe una carta del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería y descubre que en realidad es un mago, que sus padres no murieron en un accidente de coche y que sus tíos le han han ocultado deliberadamente su pasado. Luke Skywalker parte de Tatooine porque su familia es asesinada por el Imperio Galáctico. En cambio, la figura del mentor anciano y sabio aparece en ambos casos: Albus Dumbledore para Harry y Obi-Wan Kenobi (luego Yoda) para Luke Skywalker. Por desgracia, todos estos maestros mueren, no sin antes haber transmitido sus conocimientos.
Aunque al principio Luke Skywalker no es nadie, su padre fue uno de los Jedi más poderosos, un hombre destinado a cumplir una profecía. Luke adquirió ese aura legendaria más adelante. Tanto Harry como Luke deben hacer frente a un mal que amenaza con sumir el mundo (o la galaxia) en el caos más absoluto. Lord Voldemort y sus seguidores representan el mal, al igual que el emperador Palpatine y su aprendiz, Darth Vader. Para conseguir su objetivo, los dos se rodean de amigos y se embarcan en una tarea que a priori parece imposible.
Al final, logran derrotar al mal, de la tragedia a la celebración y de la celebración a nuevas historias. Luke se convirtió en maestro, Harry en auror y la vida siguió su curso con nuevos peligros y aventuras.