Qué pasó con Cornelius, el hijo de César en ‘El planeta de los Simios’

‘El planeta de los simios’ es una de las sagas más representativas de la industria del cine durante décadas, con multitud de entregas y reinicios destacados. La obra creada por el destacado escritor francés Pierre Boulle en 1963 dio el salto mundial hacia la fama en 1968, con el estreno de la mítica película protagonizada por Charlton Heston y que tiene uno de los finales más memorables y míticos de la historia del cine. Más allá de la película de 2001 dirigida por Tim Burton, el reinicio más memorable es el que arrancó en 2011 con ‘El origen del planeta de los simios’, y sobre el que vamos a hablar con César como protagonista y de su hijo Cornelius, sobre el que mucha gente no sabe lo que ocurrió.

El reciente estreno de ‘El reino del planeta de los simios’ ha hecho creer que Cornelius es el protagonista, pero nada más lejos de la realidad, y es que la película ocurre 300 años después de lo sucedido en ‘La guerra del planeta de los simios’. En esa película, la última de la anterior trilogía, se nos muestra al enorme líder que es ya César tras lo acontecido en la segunda película, y pese a sus intenciones de paz, el Coronel, interpretado por Woody Harrelson, lidera un ataque que acaba con Cornelia, la esposa de César, y Ojos Azules, su hijo mayor. Tan solo Cornelius, el hijo menor de César sobrevive gracias a haberse escondido.

El destino de Cornelius en ‘El Planeta de los simios’

El final de ‘La guerra del planeta de los simios’ nos muestra una emotiva escena entre César y Cornelius, padre hijo, tras el fin del conflicto con los simios saliendo vencedores. La felicidad de Cornelius es inmensa, aunque desconoce que su padre estaba ya muriéndose debido a una herida mortal. Una escena demoledora, pero que muestra a Cornelius como el heredero del legado e imperio que ha forjado su padre.

En la crítica de ‘El Reino del Planeta de los Simios’, la última película de la saga, hecha en Meristation se destaca que “funciona como película iniciática, casi como si fuera un ritual. Construye bien a los personajes, los prepara para la acción y los hace evolucionar a lo largo de 145 minutos que pasan volando, cual águila libre”.