Netflix está a un paso de comprar Warner Bros. Discovery tras ganar la guerra de pujas y se prepara para montar un megacatálogo

Netflix se ha alzado victoriosa en la encarnizada guerra de pujas por Warner Bros. Discovery, y ha entrado en negociaciones exclusivas para cerrar un acuerdo histórico que puede transformar Hollywood. La plataforma habría presentado la oferta más alta —de unos 30 dólares por acción—, imponiéndose a otros gigantes como Paramount Skydance y Comcast. Este movimiento sin precedentes abre la puerta a que Netflix absorba los estudios de Warner, sus activos de streaming —incluyendo HBO Max— y un catálogo de franquicias millonarias, aunque el proceso aún deberá someterse a un duro escrutinio regulatorio.

Resumen de la delicada situación de Warner Bros. Discovery en los últimos años

La situación de Warner Bros. Discovery llevaba un tiempo marcada por una presión financiera creciente, con un alto nivel de deuda, recortes continuos y diversas reestructuraciones para mantener el conglomerado a flote que no dieron sus frutos. La urgencia para encontrar liquidez habría empujado WBD a explorar una venta integral de sus estudios, su plataforma de streaming HBO Max y su catálogo histórico.

El deterioro de su valor bursátil y la incertidumbre sobre la sostenibilidad de su modelo de negocio aceleraron una “estrategia de salida” que parecía impensable hace no tanto tiempo, pero que ha terminado convirtiéndose en una subasta silenciosa entre varios gigantes del sector.

En esa puja participaron compañías de primer nivel, como Paramount Skydance, Comcast, o la propia Netflix, que desde el principio mostró un gran interés en reforzar su catálogo con esta posible absorción. Tras varias rondas y un proceso que, según revela The Wrap, ha estado marcado por numerosas tensiones y acusaciones de favoritismo, finalmente ha sido Netflix quien ha presentado la oferta más atractiva: un precio en torno a los 30 dólares por acción que coloca al gigante del streaming como el ganador de la guerra de pujas y único interlocutor en las negociaciones exclusivas con Warner Bros. Discovery.

Netflix ofrece la puja ganadora en la absorción de Warner Bros. Discovery, pero la compra no está asegurada

Sin embargo, haber ganado esta puja no implica que la compra se dé por sentada o que se produzca automáticamente. El acuerdo deberá superar un proceso regulatorio extremadamente riguroso, en especial ante organismos como la FTC (Comisión Federal de Comercio) y el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, que examinarán a fondo el impacto de una operación de esta escala sobre la competencia en la industria audiovisual. Además, el contrato contempla una cláusula de ruptura que podría costar miles de millones de dólares si el acuerdo es bloqueado, lo que añade una capa adicional de riesgo y presión para ambas compañías.

Si la absorción finalmente tiene lugar, Hollywood se reconfiguraría como no se veía desde las grandes fusiones entre estudios de principios de siglo. Netflix pasaría de ser “solo” un gigante del streaming a controlar uno de los catálogos más valiosos de la historia del cine y la televisión, con franquicias capaces de alterar el equilibrio del mercado global.

Tanto para estudios, como para creadores y espectadores, el impacto sería inmenso: una redistribución y una alteración drástica del equilibrio de poder que podría redefinir perfectamente el futuro del entretenimiento audiovisual. Y, mientras que los reguladores preparan sus informes y las compañías ajustan los últimos flecos, Hollywood se aguanta la respiración ante lo que podría convertirse en el mayor giro de la historia reciente de la industria.

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