La teoría de ‘La sustancia’ que cambia por completo el significado de la película
Esta historia de terror protagonizada con Demi Moore y Margaret Qualley habla de los excesos del mundo del espectáculo y de cómo las mujeres son de “usar y tirar” en este ámbito.


‘La sustancia’ es uno de los largometrajes más aclamados del pasado 2024. Esta película de terror del subgénero body horror protagonizada por Demi Moore y Margaret Qualley es, a grandes rasgos, una historia sobre la enorme presión estética a la que las mujeres están sometidas en el mundo del espectáculo. Y, como en muchas otras cintas del género, hay mucha ambigüedad que puede dar lugar a diferentes interpretaciones por parte del público. En este texto repasaremos una interesante teoría que consiste en que casi todos los eventos de la trama no sucedieron en realidad, sino que se trataría de un episodio de disociación de Elisabeth Sparkle.
La teoría de ‘La sustancia’ en la que la mayor parte de la película solo sucedió en la mente de Elisabeth
En ‘La sustancia’, Elisabeth Sparkle (Moore) es una estrella de Hollywood que es despedida por su productor en su cincuenta cumpleaños. Tras su despido, Elisabeth sufre un aparatoso accidente de coche porque se distrae mientras presencia cómo retiran su imagen de una valla publicitaria. Este es el principal punto de inflexión de la película, pues a partir de aquí la historia da un giro abrupto hacia lo surrealista. El accidente en sí puede interpretarse no solo como su caída en desgracia dentro de la industria del espectáculo, sino también como el inicio de un episodio disociativo provocado por el intenso trauma y estrés al que es sometida. La repentina aparición de una sustancia milagrosa que le permite recuperar su juventud mediante Sue, su alter ego, simboliza su deseo de aferrarse a la fama y la belleza, elementos que habían definido tanto su trayectoria artística como su identidad.

A medida que avanzan los minutos de metraje, ‘La sustancia’ introduce elementos cada vez más delirantes que desafían la lógica, lo que podría ser una señal de que estamos viendo el mundo a través de una mente fracturada. Su transformación física extrema, el desdoblamiento de su identidad entre ella misma y Sue y la manera en la que su entorno acepta con total normalidad la aparición “de la nada” de esta última podría interpretarse como una serie de construcciones mentales de Elisabeth para lidiar con su propia crisis. En este sentido, los eventos tras el accidente pueden definirse como una manifestación visual de la lucha interna de su protagonista: una mujer que antaño fue encumbrada al éxito gracias a su gran belleza y que ahora es incapaz de aceptar su nueva situación, lo que provoca que se refugie en una fantasía donde ha “recuperado” su juventud.
Lo “conveniente” de la aparición de la Sustancia —después del despido y el accidente— junto con sus increíbles efectos —crear un “clon” o un “doble rejuvenecido” que se separa físicamente del propio cuerpo— también pueden ser indicadores claros del ansia de Elisabeth de conseguir un “milagro” que le devolviese el esplendor de antaño así como el favor del público. La enorme dependencia de Elisabeth de esta droga experimental con tal de seguir en el candelero unos cuantos días más también se puede interpretar como una metáfora del consumo de alcohol y drogas para sobrellevar que su carrera ha llegado a su ocaso.

El clímax de la historia refuerza aún más esta teoría. La progresiva pérdida de control de Elisabeth sobre la Sustancia podría representar sus reiteradas negativas a aceptar la realidad, mientras que el enfrentamiento con su versión más joven simboliza el conflicto entre su pasado y su presente. En un determinado momento de la película, Sue llega a sustituir por completo a Elisabeth en la esfera pública, lo que puede verse como la forma en que Hollywood y la sociedad en general descartan a las mujeres una vez que dejan de encajar dentro de sus estándares y cánones de belleza. Si suponemos que toda la historia es un episodio disociativo, esto implica que Elisabeth nunca llegó a “recuperar” su juventud, sino que su propia mente la encerró en una pesadilla surrealista donde aún tenía cierto grado de control... hasta que enloqueció por completo.
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Esta interpretación cambiaría por completo la lectura de ‘La sustancia’, convirtiéndola en una historia mucho más trágica. En lugar de ser una película de terror de horror corporal sobre la obsesión con la juventud, sería el relato de una mujer atrapada en su propia psique incapaz de aceptar que ha sido descartada por una industria despiadada, lo cual casaría mejor con el género de terror psicológico. En última instancia, su verdadera lucha no es contra una “sustancia maldita” ni contra su versión rejuvenecida, sino contra una sociedad que la ha condenado al olvido simplemente porque ha envejecido. Pensándolo bien, esta interpretación alternativa resulta aún más perturbadora que las grotescas transformaciones físicas que se pueden presenciar en la interpretación literal de la película.
Dónde ver ‘La sustancia’ online
En el momento en el que publicamos este texto, ‘La sustancia’ está disponible como parte del catálogo de Filmin y Movistar Plus+. Tened en cuenta que la presencia y disponibilidad de esta película en estas plataformas puede cambiar con el tiempo.
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