Cine
Historia de un fracaso: ‘Waterworld’ de Kevin Costner y su accidentada producción
‘Waterworld’ es considerada por muchos como la película que supuso un punto de inflexión en la carrera del galardonado Kevin Costner. Una cinta que casi acabó con la carrera del actor y director.
‘Waterworld’ (1995) no solo fue la película más cara de todos los tiempos en el momento en el que se estrenó, sino que además casi consiguió hundir por completo la carrera de Kevin Costner, quien en el pasado había ganado Óscars a Mejor Director y Mejor Película por ‘Bailando con Lobos’ (1991). En esta noticia ahondamos sobre los motivos de su fracaso, incluyendo los problemas de presupuesto derivados de una serie de malas decisiones.
¿Por qué fue un fracaso ‘Waterworld’ de Kevin Costner? Estos fueron los motivos principales
El principal problema que tuvo ‘Waterworld’ fue, simple y llanamente, un presupuesto que se disparó por una toma de decisiones más que cuestionable. En este largometraje estábamos ante una historia post-apocalíptica a lo ‘Mad Max’ en el que el problema al que se enfrenta el mundo es exactamente el contrario que en la saga de George Miller; en lugar de estar en un planeta yermo, en ‘Waterworld’ los casquetes polares se han derretido, provocando que la Tierra esté en un estado de inundación perpetuo donde los pocos supervivientes viven a duras penas sobre pequeños asentamientos flotantes.
El origen de ‘Waterworld’ se remontan a mediados de los ochenta, precisamente inspirado por el éxito de la saga ‘Mad Max’ de Miller. No obstante, para cuando se comenzó a producir esta cinta, la “moda” y el “tirón” de este género ya había pasado de largo, pero aún así se decidió seguir hacia adelante con el proyecto.
Uno de los problemas más graves de la producción fue el hecho de que Costner desoyó un consejo muy valioso de Steven Spielberg. Spielberg ya había tenido problemas con los sets cercanos al agua durante el rodaje de ‘Tiburón’ (1975), estrenada veinte años atrás, por lo que le recomendó que no rodara en el agua y que en su lugar rodase en tierra firme en enormes tanques de agua para evitarse problemas. Kevin Costner no le hizo caso, y decidió dar luz verde a la creación de escenarios enormes en la costa de Hawaii. Un huracán hizo añicos los decorados y reconstruirlos costó la friolera de 60 millones de dólares.
La producción tampoco estuvo exenta de accidentes casi mortales para sus miembros; Costner casi muere ahogado por las fuertes lluvias mientras rodaba una escena en la que estaba atado, Jeanne Tripplehorn y Tina Majorino estuvieron a punto de ahogarse cuando su embarcación se hundió en su primer día de rodaje, y el coordinador de especialistas Norman Howell padeció síndrome de compresión tras grabar una escena bajo el agua y tuvo que ser trasladado de urgencia a un hospital.
El guionista y director Joss Whedon, a quien tuvieron que contratar para revisar el guion, describió su trabajo en la película como “siete semanas de absoluto infierno”. Según Whedon, el presupuesto estaba disparado por una serie de extravagancias como un equipo de especialistas en efectos visuales dedicados en exclusiva a camuflar la incipiente calva de Costner, el hecho de que el actor tuviese contratado un chef personal solo para él o un tanque de agua construido dentro del propio océano. La cosa se descontroló tanto que el propio Kevin Costner tuvo que poner 22 millones de dólares de su propio bolsillo para la película.
Whedon también llegó a comentar que su trabajo se redujo a añadir ideas del propio Kevin Costner al guion, y que se llegó a despedir al director Kevin Reynolds ante las desavenencias entre actor y director, tuviendo que ponerse al timón del proyecto el propio Costner para finalizar la película aunque en el montaje final no se le acreditó como director.
La percepción de que ‘Waterworld’ fue un fracaso de taquilla es errónea, y se deriva de que en aquella época, las grandes productoras como Universal Pictures no miraban tanto el mercado global, centrándose únicamente en el estadounidense. Como tal, consideraban que su recaudación de 88 millones en Estados Unidos teniendo un presupuesto de más del doble (entre 172 y 175 millones de dólares, pero estimado en 235 millones añadiendo los costes de marketing) les había generado unas pérdidas bárbaras, cuando la realidad es que en todo el mundo generó 264 millones, cubriendo costes y generando unos treinta millones en beneficios.
En otras palabras: los beneficios generados por el mercado global, formatos domésticos y las emisiones en abierto hicieron que, en última instancia, ‘Waterworld’ no fuese un fracaso económico para Universal Pictures. Además, esta película inspiró una atracción en varios de los parques de atracciones de Universal, llamada Waterworld: A Live Sea War Spectacular, y servía como continuación de los eventos de la película.
El resultado: unas críticas que la catalogaban como una película mediocre
La crítica especializada tuvo reacciones mixtas con ‘Waterworld’ una vez que fue estrenada en cines en julio de 1995, unas valoraciones que se han mantenido igual con el paso del tiempo. Tampoco ayudó a cambiar esta percepción un seguimiento intensivo por parte de la prensa del momento, que cubrió de manera sensacionalista prácticamente todos y cada uno de los traspiés que hubo durante el proceso de producción.
Para muchos fue chocante que un actor y director tan galardonado como Kevin Costner participase en semejante película; aunque no era tan mala como muchos la pintaban, tampoco era exactamente buena, pues tenía buenas ideas pero estaban pésimamente ejecutadas.
En agregadores como Rotten Tomatoes ostenta notas de 47% de crítica y 43% de público, mientras que en IMDb tiene una valoración de 6,3/10, por lo que su percepción con el paso de los años como una película mediocre se ha mantenido.
Las consecuencias de la recepción de ‘Waterworld’ en la carrera de Kevin Costner
‘Waterworld’ supuso otro paso más hacia el precipicio en la carrera de Kevin Costner, que se desplomó durante la mediados de los 90. Costner venía de protagonizar en 1994 el western ‘Wyatt Earp’, un fracaso de crítica y de taquilla, y en 1997 protagonizó, dirigió y produjo ‘The Postman’/’Mensajero del Futuro’, otro descalabro crítico y de recaudación.
Estos fracasos tan seguidos dinamitaron casi por completo la carrera del galardonado actor y director, que durante algo más de un lustro solo participó en proyectos modestos de recepción discreta como ‘Mensaje en una Botella’ (1999)’ o ‘Trece Días’ (2000).
Se considera que la carrera de Costner no remontó hasta 2003 con el estreno de ‘Open Range’, un western que consiguió encandilar de nuevo a crítica y público, tal y como su 79% de crítica y 84% de público en Rotten Tomatoes y su 7,4 en IMDb atestiguan.
Este éxito y otros como ‘The Guardian’ (2006) consiguieron cambiar la percepción que el público tenía sobre el actor, que volvieron a considerar que Kevin Costner era un intérprete muy válido. Tras esto, hemos podido volver a ver al actor en cintas de gran presupuesto como ‘Man of Steel’ (2013), ‘Jack Ryan: Operación Sombra’ (2014) o Molly’s Game (2017) y en miniseries y series como ‘Hatfields & McCoys’ (2012) y ‘Yellowstone’ (2018).