Cine
¿Era posible la historia de Máximo en ‘Gladiator’? Rudis o la espada de madera que te otorgaba la libertad
El protagonista de la película de Ridley Scott es ficticio, pero la película introduce personajes y elementos reales.
Tanto ‘Gladiator’ como su futura secuela, ‘Gladiator 2’, están ambientadas en una época concreta del Imperio romano. La historia original ocurre durante el final del reinado de Marco Aurelio y a lo largo de todo el gobierno de Cómodo, que duró doce años en el trono. El César murió asesinado, aunque en el filme de Ridley Scott se tomaron sus licencias y cambiaron las circunstancias de su muerte. Para empezar, Máximo Décimo Meridio es un personaje ficticio: general respetado, elegido sucesor al trono por el propio Marco Aurelio, traicionado por Cómodo y condenado a la esclavitud en la arena. Toda buena historia tiene visos de realidad y de verosimilitud, pero el filme protagonizado por Russell Crowe retrata una imagen idealizada del Imperio romano.
De la misma forma que algunas ficciones basadas en el personaje histórico de Espartaco, el largometraje de Ridley Scott prima el espectáculo a la realidad de las fuentes. Después de todo, estamos ante un producto de entretenimiento, algo que el propio director ha recalcado en no pocas ocasiones, también durante la promoción de su largometraje más reciente, ‘Napoleón’. En el caso de Máximo, el general fue degradado y vendido como esclavo a un lanista, que lo lleva de espectáculo en espectáculo, de combate a muerte a combate a muerte. La película esboza una historia de venganza que tiene sus paralelismos con la de Espartaco, en el sentido de que el protagonista aprovecha su condición de gladiador para desafiar al Imperio. El objetivo último es el mismo (la venganza), aunque Máximo no quiere derrocar a los romanos, sino acabar con la vida del emperador.
Una imagen alterada de las luchas de Gladiadores
‘Gladiator’ retrata las luchas de gladiadores más crudas y sangrientas. El público, embravecido, clama por la vida de los gladiadores y el emperador Cómodo apunta con el pulgar de su mano hacia arriba o hacia abajo, en función de si los espectadores piden clemencia o muerte. Por supuesto, este retrato tópico ha calado en el imaginario colectivo, pese a que no sea del todo real —existía, sí, pero era una solución poco práctica porque en los grandes coliseos era imposible ver el gesto de una persona en un palco—. Hay que tener en cuenta que los lanistas invertían una gran suma de dinero en sus gladiadores, ya que tenían que pagar por su alimentación, entrenamiento y equipamiento. Además, en la película se los trata mal y son completamente dependientes de su amo, mientras que en la realidad se les pagaba un sueldo que procedía del dinero de los patrocinadores.
Como los patrocinadores alquilaban a los gladiadores, si estos morían tenían que pagar una suma de dinero como si se tratara de una venta, un pago que era unas 25 veces más caro que el alquiler. Teniendo en cuenta todos esos aspectos, la muerte de los gladiadores en la arena no era rentable ni mucho menos, así que no solía ocurrir. Muchas batallas acababan cuando el luchador se rendía o perdía las armas. Si se daba la circunstancia de la muerte, a menudo se debía a la infección de alguna herida más que un deceso en plena batalla. En ‘Gladiator’, casi todos los perdedores acaban pereciendo en el coliseo. Mientras tanto, Máximos va consiguiendo su fama hasta que al final llama la atención del propio Cómodo, su objetivo principal.
La libertad, estas eran las dos formas de obtenerla
Los gladiadores podían obtener la libertad de dos formas distintas: como ganaban un sueldo, llegado el momento tenían la oportunidad de comprarla. Si triunfaban en los juegos, tras ganar un buen número de combates podían recibir una espada de madera conocida como rudis, un premio que demostraba que habían logrado la libertad a través de su habilidad como gladiadores.
El emperador Cómodo luchó como gladiador en la arena, pero no fue asesinado por un guerrero esclavo como Máximo Décimo Meridio. En la historia de la Antigua Roma, no son pocos los Césares que sucumbieron a la locura y a la tiranía. También se los asesinó en situaciones poco imperiales, tan decadentes como sus vidas: por ejemplo, Calígula sucumbió de la camino a sus baños privados, cuando los conspiradores lo sorprendieron y lo obsequiaron con un baile de cuchilladas sangrientas. Para cuando la guardia llegó, el joven Cayo Julio Cesar Augusto Germánico ya yacía con más agujeros que un queso gruyere.
‘Gladiator 2′ se estrena el próximo 22 de noviembre solo en cines y se ambienta unos 20 años después del filme original, ya sin Russell Crowe en el papel de Máximo. En la secuela, Lucio Vero (Paul Mescal) —personaje de la primera película—, se enfundará la armadura de gladiador para luchar en la arena. La historia tendrá lugar durante el reinado de Caracalla, otro de los emperadores que han llegado hasta nuestros días con una fama más que cuestionable.