Cine
¿'Emilia Pérez’ está basada en hechos reales? Esta es la verdadera historia detrás de la película
Su director confiesa que al principio iba a ser ópera, que está inspirada en un libro y que los cambios que afectan a México han sido de cosecha propia.
‘Emilia Pérez’ se ha convertido en la película más controvertida de entre todas las nominadas a los Oscar 2025. La cinta tiene en pie de guerra a medio México por la representación que hace del país, el español que en ella se habla y su modo de frivolizar con un tema tan doloroso como son las desapariciones. Para echar más leña al fuego, a su director, el francés Jacques Audiard, no se le ha ocurrido otra cosa que decir que “el español es un idioma de países en desarrollo y gente pobre”, y a su actriz principal, la española Karla Sofía Gascón, le acaban de descubrir decenas de comentarios racistas sobre los latinoamericanos, musulmanes y hasta sobre sus propias compañeras de reparto. ¿De dónde demonios ha salido un proyecto así?
La película ‘Emilia Pérez’ está basada en un libro
Mucho nos tememos que su director no va a poder excusarse diciendo que la idea está basada en hechos reales. En las páginas de W Magazine, Audiard comentó que ‘Emilia Pérez’ está inspirada en la novela francesa ‘Écoute’, de Boris Razon, pero también confesó que su trama no transcurre en Ciudad de México. Eso fue una elección deliberada:
“Por la mitad del libro aparece un personaje que es un capo de la droga que quiere hacer la transición para convertirse en mujer (es decir, la trama de ‘Emilia Pérez’, la cual ha venido describiéndose como un narco-musical queer). El autor es amigo mío y, como no desarrolló ese personaje, le pedí permiso para ampliar su historia yo mismo”.
El libro no estaba ambientado en México y Audiard lo volvió musical para, según él, intentar salvar y cambiar el género.
En cualquier caso, la novela de Razon nunca se basó en personajes reales. A Audiard lo que le llamó la atención fue “cómo una persona con mucho éxito en un mundo hiperviril puede, al mismo tiempo, ser una mujer”. “¿Cómo es la vida cuando uno no puede expresar su verdadera naturaleza y está en una especie de prisión? Toda nueva vida tiene un coste”.
En su concepción, el proyecto iba a ser una ópera en cuatro actos, pero el director cambió de idea durante su confinamiento a causa da la COVID-19. Y lejos de hacerlo por amor al género musical, lo hizo para demostrar que había otro modo de hacer musicales. Al menos eso declaró a la revista People: “Apenas me gustan y a lo mejor es un poco pretencioso decirlo, pero quería intentar hacer un musical que me gustara como espectador”.
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