Crítica de ‘Transformers One’. Una película de animación exuberante sobre el origen de Optimus Prime y Megatron

¿Y si tu vida fuera una mentira? ¿Y si todo lo que piensas se diluyera en una construcción fabricada para hacerte creer que una versión manipulada de la realidad es en efecto la realidad? Las falsedades que se repiten mil veces pueden parecer verosímiles, pero la tapadera ha de protegerse para conservar la ilusión intacta. En ‘Transformers One’, la nueva película de animación CGI dirigida por Josh Coley —director de ‘Toy Story 4′—, los robots de Cybertron viven una existencia calamitosa. La derrota en la guerra ha dejado al planeta desprovisto de recursos, por lo que los ciudadanos trabajan como mineros para tratar de sobrevivir.

Uno de los aspectos más interesantes de la película es que profundiza en los orígenes de Optimus Prime y Megatron, enemigos acérrimos que sin embargo fueron uña y carne en el pasado, en este pasado. Bajo el yugo amenazante de la guerra, Orion Pax (Chris Hemsworth) y D-16 (Bryan Tyree Henry) sueñan con volar alto, pero están encerrados en una existencia a la sombra de la élite. Al igual que el resto de mineros, carecen de la pieza que les permite transformarse, ya que los individuos nacidos después de la muerte de los Prime nacieron —supuestamente— sin esta capacidad.

Sombras en Cybertron

Cybertron la gobierna Sentinel Prime, uno de los transformers más poderosos. Todos lo admiran, especialmente D-16. A lo largo del filme, se produce una fricción entre los personajes que siguen las reglas y los que prefieren tensar la cuerda. Orion Pax es de los que se decantan por demostrar que sus orígenes humildes no chocan con sus opciones de brillar y de llegar alto. Por eso, tiende a liarla y a desquiciar tanto a su amigo como a Elita (Scarlett Johanson), esta última siempre defensora de seguir el protocolo al pie de letra. MeriStation ha visto la versión doblada al español, que no desentona en absoluto.

La cinta consigue condensar el lore de la saga en un largometraje de poco menos de dos horas, que se las ingenia para mantener al espectador en la butaca para que se pierda en este universo. Antes de que los Autobots y de los Decepticons inicien su cruenta guerra, el destino de Cybertron está en el aire. El filme de Josh Caley es un viaje frenético de luz y color, personajes variopintos y escenarios que mezclan lo ciberpunk con estampas en ruinas.

Divertida, emocionante e impresionante en lo visual, la banda sonora también contribuye a crear la atmósfera. Puede que los personajes sean a veces un tanto exagerados, que las bromas no siempre hagan gracia o que el argumento sea bastante previsible, pero en conjunto ‘Transformers One’ es muy bonita y entretenida, la mejor película de la saga.

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