Cine
1985: el año en que Stallone declaró la guerra al comunismo con ‘Rambo 2′ y ‘Rocky 4′
En 1985 se estrenaron dos de las películas más representativas de la filmografía de Stallone: ‘Rambo: Acorralado Parte II’ y ‘Rocky IV’. Repasamos sus conexiones y temas en común aprovechando su contexto histórico.
Tanto ‘Rambo 2′ como ‘Rocky 4′ no solo son dos de las películas más icónicas de la larga y dilatada carrera de Sylvester Stallone en el cine, sino que además son las dos cintas más emblemáticas de sus respectivas sagas. En común tuvieron su año de estreno: 1985, y también sus claros temas anticomunistas en un contexto histórico y social en el que la Guerra Fría estaba más presente que nunca. En cierto modo, supusieron el enfrentamiento definitivo entre capitalismo y comunismo en la gran pantalla.
Sylvester Stallone contra el comunismo: John Rambo y Rocky Balboa como puntas de lanza del mundo occidental
Durante los años 80 la Guerra Fría estaba más candente que nunca, con la amenaza de una nueva guerra mundial muy presente entre Estados Unidos y la Unión Soviética que además podía arrastrar a sus respectivas naciones aliadas. Sucesivas maniobras militares, renovaciones de arsenales y, en definitiva, despliegues de fuerza bruta para amedrentar al rival fueron muy comunes durante esta época, así como la propaganda en su contra.
Este contexto tan peliagudo fue aprovechado al máximo en el mundo del cine estadounidense, especialmente en el género de acción, con múltiples producciones en las que la trama se podía resumir en que un héroe norteamericano que era inequívocamente bueno tenía que enfrentarse a un malvado y poderoso enemigo de origen soviético. Cintas como ‘Retroceder Nunca, Rendirse Jamás’ (1985) o ‘Black Eagle’ (1988) con Van Damme en papeles de villano se beneficiaron de este ambiente anticomunista, y una estrella de mayor renombre como Stallone no fue menos.
En 1985 se estrenaron dos películas protagonizadas por Sylvester Stallone y también con guion en el que él mismo trabajó: ‘Rambo: Acorralado Parte II’ y ‘Rocky IV’. Resultaba curioso ver no solo dos largometrajes con el mismo protagonista estrenados el mismo año, sino también con unos temas tan similares.
En ‘Rambo 2′, John Rambo debía regresar a Vietnam para rescatar a prisioneros de guerra norteamericanos aún retenidos allí tras la guerra.
Pero en realidad se trataba de un ardid de la CIA; el mando de la operación esperaba que Rambo no encontrase a un solo preso como una estrategia para que Estados Unidos no tuviese que compensar económicamente a Vietnam en concepto de reparaciones por la guerra a cambio de estos prisioneros.
Pese a que en la película se mostraba claramente la intervención soviética en Vietnam, estableciendo a los comunistas en conjunto —vietnamitas y soviéticos— como los grandes enemigos a batir, también se hacían explícitos los tejemanejes del propio gobierno de Estados Unidos durante y tras la Guerra de Vietnam. No obstante, en líneas generales se considera que esta película era una oda al patriotismo norteamericano a la vez que una repudia al comunismo.
Por otro lado, en ‘Rocky IV’, Rocky debía vengar a su amigo y rival Apollo Creed (el tristemente fallecido Carl Weathers), brutalmente asesinado en el ring a manos del boxeador soviético Ivan Drago, interpretado por Dolph Lundgren. Para ello, viajó a la Unión Soviética, donde se disputó el combate ante la presencia de miembros del Politburó.
Drago fue hasta entonces el rival más duro de Rocky. El combate a quince asaltos destacó por un motivo: mientras que Balboa fue duramente abucheado por la audiencia soviética, estos abucheos se convirtieron en respeto al comprobar cómo, asalto tras asalto, Rocky no solo era capaz de aguantar los contundentes golpes de un rival en teoría muy superior físicamente, sino que también podía devolverlos con la misma o mayor violencia.
En líneas generales, el mensaje subyacente de ‘Rocky IV’ era positivo y abogaba por la concordia, en contraste con el de ‘Rambo 2′, pero también destacando la percibida frialdad y la brutalidad del pueblo soviético, con Drago como personificación del mismo.
El veredicto: ‘Rambo: Acorralado Parte II’ y ‘Rocky IV’ fueron auténticos éxitos
Si obviamos el éxito de ‘Regreso al Futuro’, la cartelera de 1985 se podía resumir en Sylvester Stallone compitiendo contra sí mismo. Tanto ‘Rambo: Acorralado Parte II’ como ‘Rocky IV’ fueron éxitos monumentales de recaudación, convirtiéndose respectivamente en la segunda y la tercera película más taquillera de Estados Unidos este año.
Por un lado, ‘Rambo: Acorralado Parte II’ recaudó 300 millones de dólares en todo el mundo partiendo de un presupuesto de 25 millones. Sus críticas fueron mixtas, obteniendo valoraciones de 33% de crítica y 60% de público en Rotten Tomatoes y 6,5/10 en IMDb.
Por su parte, ‘Rocky IV’ recaudó otros 300 millones de dólares en todo el mundo teniendo un presupuesto de 28 millones. Sus críticas también fueron mixtas, si bien es cierto que ha sido más elogiada con el paso de los años. En Rotten Tomatoes tiene notas de 40% de crítica y 80% de público, y en IMDb tiene una nota de 6,9/10.
La conclusión, teniendo en cuenta que ambas cintas fueron muy exitosas a nivel económico, es que Stallone supo aprovechar de forma inteligente el contexto histórico de la época, con un enorme sentimiento anticomunista entre los países occidentales a mediados de los 80, con Estados Unidos a la cabeza. Aunque tenían un tono muy distinto, estas dos historias tocaban temas similares como las diferencias entre el bloque occidental y oriental, así como el odio mutuo que se profesaban.