Tecnología
Uno de los mejores portátiles para videojuegos tiene el sello de Razer y ya lo hemos probado
Analizamos el modelo de entrada del Razer Blade 16, una auténtica bestia para disfrutar del videojuego en todas partes.
Los dispositivos portátiles están ganando terreno hacia los sobremesas de toda la vida. El mercado es amplio y diverso para que todo tipo de perfiles puedan convivir, pero es cierto que la masa que prefiere trasladar su estación de juego de lugar en lugar es cada vez más grande. De ahí nace la búsqueda de Razer por aportar nuevas soluciones dedicadas al videojuego en ordenador. El modelo Blade 16 de la empresa es el último producto de su línea de ordenadores portátiles, que ahora está centrada en aportar un equilibrio óptimo entre rendimiento y portabilidad.
Especificaciones técnicas
Un festín para nuestros ojos
Desde el momento en el que abres la sobria caja que lo envuelve sabes que estás ante un producto de primera línea. Con el precio que tiene como para no serlo, pero ya hemos visto en otros rivales que no se cuida tanto el envoltorio como se podría esperar. Lo que más sorprende del primer contacto es el acabado. El chasis es de un aluminio perfectamente suavizado por cada borde de la pantalla y la zona que rodea al teclado, el corazón del portátil.
El uso de los panales OLED en este tipo de dispositivos dedicados al videojuego está cada vez más instaurado. Razer no sería menos. La pantalla que incorpora es un panel OLED de tecnología Samsung con picos de brillo de hasta 1000 nits, con soporte HDR y contraste de 1M:1. Es un pequeño bicho que en sus 16″ la pantalla ocupa alrededor del 89% en relación al chasis. La pantalla vibra, viven los colores y es un auténtico placer degustarla tanto corriendo con aplicaciones en el escritorio como jugando.
El modelo que hemos tenido en nuestro poder durante el análisis montaba una gráfica RTX 4070 adaptada a la carga energética del dispositivo. Los resultados han sido excelentes. Juegos como Helldivers 2 y Cyberpunk 2077 corrían sin ningún tipo de problema en configuraciones altas. Depende de la potencia que quieras puedes adaptar la pantalla y su rendimiento. Si lo que buscas es autonomía, reducir a 60 Hz la pantalla y relajar la carga de la GPU nos lleva alrededor de las 8 horas de duración en una sola carga.
Aunque sea portátil, también hay que verlo como una estación de juego móvil. Es lógico que cuando busques exprimir su capacidad juegues con la fuente de alimentación enchufada a la luz. Lo normal. Entre sus buenos acabados y lo bien que rinden los juegos en él, no dudamos en catalogarlo como uno de los mejores portátiles que han pasado por nuestras manos.
Conclusiones
Razer Blade 16 es una fantástica alternativa para aquellos viajeros o perfiles nómadas que buscan jugar a lo último en las mejores condiciones posibles fuera del formato sobremesa. Es un portátil genial, que incluso en su modelo de entrada nos permite disfrutar de un auténtico pantallón y una autonomía más que decente dada la potencia que se encuentra en su interior.