Una mujer de 62 años se opone al plan de Microsoft, descubre cómo seguir usando su PC obsoleto y comparte su truco

Mientras millones de ordenadores en todo el mundo enfrentan su obsolescencia con el fin del soporte de Windows 10, una mujer finlandesa de 62 años decidió tomar un camino diferente. Jaana Palmunoksa, quien se describe a sí misma como “muy común y corriente”, logró mantener su viejo ordenador en funcionamiento sin recurrir a comprar uno nuevo. Su secreto: instalar Linux.

Fin del soporte

El pasado martes, 14 de octubre, Microsoft puso fin oficialmente al soporte de Windows 10. Esto significa que el sistema operativo dejó de recibir actualizaciones de seguridad, soporte técnico y mejoras de software, una decisión que afecta a cientos de millones de dispositivos. Según la organización de consumidores Right to Repair, unos 400 millones de ordenadores que no pueden actualizarse a Windows 11 corren el riesgo de ser desechados prematuramente.

Aunque la compañía estadounidense ofrece una extensión gratuita de hasta un año en el Espacio Económico Europeo, Palmunoksa decidió no depender de esa opción. En cambio, optó por una alternativa abierta, gratuita y sostenible: Linux.

“Había leído sobre Linux en los medios y sabía que algunos de mis amigos lo usaban. Y todo el mundo conoce a Linus Torvalds”, comenta Palmunoksa, en referencia al creador finlandés del sistema operativo.

Linux, aunque domina en servidores, sistemas Android e infraestructuras de TI, sigue siendo minoritario en los ordenadores domésticos frente al dominio de Windows. Sin embargo, su facilidad de uso y gratuidad lo han convertido en una opción atractiva para quienes desean prolongar la vida útil de sus equipos.

La ayuda inesperada

Lo sorprendente del caso de Palmunoksa no es solo su decisión, sino cómo lo consiguió. Sin tener conocimientos técnicos avanzados, recurrió a una herramienta de inteligencia artificial para guiarla paso a paso.

“Le pedí ayuda a ChatGPT. Puedes preguntarle todo tipo de cosas en finlandés. Es una ayuda increíblemente útil”, explica. Siguiendo las instrucciones de la IA, Palmunoksa descargó Ubuntu, una de las distribuciones de Linux más populares y fáciles de usar. Solo necesitó una memoria USB vacía y algunos minutos de paciencia.

Durante el proceso, aprendió algunos conceptos nuevos. “Me pidieron información sobre el tipo de sistema y el firmware. No sabía exactamente qué era, pero pregunté y descubrí que mi ordenador era de 64 bits y usaba UEFI”, recuerda entre risas.

Aunque confiesa no ser “particularmente buena con las computadoras”, Palmunoksa considera que el esfuerzo valió la pena: “Hace veinte años no me imaginaba que yo misma descargaría sistemas operativos. Pero el mundo se ha vuelto tan complejo que es necesario saber un poco más sobre estas cosas.”

Su historia refleja una tendencia creciente: usuarios comunes que buscan independencia tecnológica y soluciones sostenibles frente a la rápida obsolescencia promovida por la industria.

Con su modesto ordenador y un poco de curiosidad, Jaana Palmunoksa demostró que no hace falta ser experta para seguir usando un equipo “viejo”. Solo hacen falta ganas de aprender —y, en su caso, un poco de ayuda de la inteligencia artificial.

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