Una IA domina por primera vez la lista de más vendidos de la música y la industria se fractura
Un cantante artificial logra el nº1 en ventas digitales de country y obliga a la música a replantear sus reglas


Sucedió esta semana: Walk My Walk, firmada por Breaking Rust, ha alcanzado el nº1 en la lista Country Digital Song Sales de Billboard, el ranking de descargas pagadas en Estados Unidos. Es el primer liderazgo en esa tabla para un proyecto de inteligencia artificial, confirmado por medios que citan directamente el chart de Billboard y su boletín de country.
Breaking Rust no es una banda al uso, sino un acto construido íntegramente con IA, presentado en redes con imaginería típica forajida y con créditos que apuntan a un creador llamado Aubierre Rivaldo Taylor, vinculado a otra cuenta de temas explícitamente generados por IA. La propia Billboard ha catalogado a Breaking Rust como “Potenciado con AI” en su seguimiento de artistas emergentes, mientras que publicaciones especializadas y generalistas han verificado el fenómeno.
El hito llega en una tabla muy concreta: ventas digitales, un segmento hoy minoritario frente al streaming y la radio, pero aun con capacidad para otorgar titulares y, sobre todo, para medir movilización de nichos de audiencia.
Amenaza y oportunidad
La reacción del sector es, inevitablemente, dual. En el frente jurídico, Tennessee aprobó en 2024 la ley ELVIS para blindar la “voz” como derecho de la personalidad frente a clones sintéticos, una respuesta temprana a los deepfakes musicales. A nivel de premios, la Academia de la Grabación permite obras con IA solo si existe una autoría humana “significativa”; lo puramente generado por máquinas queda fuera. El eje regulatorio, por tanto, ya distingue grados.
Desde el punto de vista del negocio, las grandes discográficas ensayan una vía pragmática. Universal ha zanjado su pleito con Udio para, acto seguido, pactar licencias y desarrollar plataformas de creación con catálogos autorizados; también ha anunciado una alianza estratégica con Stability AI para herramientas profesionales de música generativa. Warner, por su parte, insiste en que la IA puede abrir nuevas líneas de ingresos si se ordena con transparencia y derechos claros. La industria tantea así un modelo de IA con permisos, trazabilidad y reparto, velando siempre por el respeto a sus derechos y propiedades intelectuales.
En paralelo, el marco del copyright de Estados Unidos va cerrando filas: la Oficina del Copyright sostiene que las obras sin autoría humana no son registrables, aunque sí admite materiales asistidos por IA cuando la intervención humana es sustancial. Esa frontera, por determinar, condicionará regalías, propiedad y explotación de piezas como “Walk My Walk”.
No es el único proyecto IA destacando en la música
Breaking Rust no es la única presencia IA en las listas. Xania Monet, avatar de la poetisa Telisha ‘Nikki’ Jones, llegó al nº21 de Gospels y su tema "How Was I Supposed to Know" debutó en lo alto de R&B Digital Song Sales, antes de ganar rotación en radios de EE. UU, otro hito que ha venido de la mano de su primer videoclip oficial. Un nuevo mundo, guste más o menos.
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