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Una empresa de neurociencia da la clave para curar la adicción al móvil: una funda de 3 kg de acero inoxidable

Un ladrillo metálico cuya lógica es simple: el cerebro evita lo que le incomoda.

Funda del móvil adicción
David Arroyo
A David lo de “aprendiz de mucho, maestro de nada” nunca le echó para atrás. Estudiante de historia del arte, periodismo, comunicación audiovisual y guion, el medio nunca le ha importado. Videojuegos, literatura, cine, televisión, manga y anime. Da igual. Lo único que le importa son las buenas historias, se escondan donde se escondan.
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La adicción al móvil no se cura con apps de bienestar ni con promesas de uso consciente. Se cura con dolor. O al menos eso creen en Matter Neuroscience, una empresa que ha decidido aplicar neurociencia de guerrilla para combatir uno de los males más extendidos de nuestra era: el smartphone como extensión de nuestra mano.

Su solución es tan radical como brillante: una funda de acero inoxidable que convierte tu iPhone en una pesa de gimnasio. Pesa casi tres kilos, tiene bordes angulosos y está diseñada para que usar el móvil sea una experiencia incómoda, molesta y, con suerte, breve. La lógica detrás del invento es simple: el cerebro evita lo que le incomoda. Así que si el móvil se vuelve un ladrillo metálico que te cansa los dedos, dejarás de usarlo antes. Y si lo dejas, desconectas. Y si desconectas, respiras más tranquilo y tocas césped.

Una empresa de neurociencia da la clave para curar la adicción al móvil: una funda de 3 kg de acero inoxidable

No se puede quitar y cuesta 200 euros

La funda (de momento solo compatible con los iPhone del 13 al 17) está hecha de dos piezas que se fijan con tornillos Allen. No se puede quitar en un arrebato de ansiedad. Requiere paciencia, herramientas y tiempo. Justo lo que no tienes cuando estás atrapado en el scroll infinito. Se trata de un diseño deliberadamente hostil que permite usar el móvil unos minutos para llamar, revisar el correo y responder algún que otro mensaje, pero a partir de ahí, el esfuerzo físico te obliga a parar.

La funda, que tiene un precio de 182 euros, no es nada práctica para llevarla por la calle. No cabe en el bolsillo y no permite usar el móvile tumbados. Según sus creadores, eso es exactamente lo que necesitamos: un obstáculo físico que nos devuelva el control. Disponible en Kickstarter, sus creadores buscan 65.000 euros de financiación y, por ahora, llevan más 15.000. Quedan 40 días para llegar a su meta. ¿Lo lograrán?

Lo hagan o no, lo importante es lo que representa. En un mundo donde todo se diseña para ser más cómodo, más rápido y más adictivo, esta funda va en dirección contraria. Es una declaración de guerra al diseño de un mundo que solo genera dopamina. El mensaje está claro: si no puedes dejar el móvil, toma conciencia de lo que te está doliendo usarlo.

Una empresa de neurociencia da la clave para curar la adicción al móvil: una funda de 3 kg de acero inoxidable

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