Rusia presenta un robot manejado por IA y lo primero que hace es tropezar y caerse: “Espero que se convierta en una experiencia”

El gozo de Rusia en un pozo, y no de petróleo. El país quería sacar pecho y presumir de músculo tecnológico y ha terminado protagonizando uno de los vídeos más virales y comentados del año. El pasado 11 de noviembre, en un evento celebrado en Moscú, la empresa Idol presentó Aidol, su primer robot humanoide con inteligencia artificial. La idea era mostrar un avance histórico en el mundo de la robótica nacional, pero la realidad fue mucho menos épica: el robot subió al escenario al ritmo de la banda sonora de ‘Rocky’, intentó saludar… y se desplomó ante la mirada atónita de periodistas y asistentes.

El momento, por supuesto capturado en video, se convirtió en trending topic en cuestión de horas. Varios miembros del equipo corrieron a cubrir al robot con una cortina negra en un intento por minimizar el desastre, pero ya era tarde: las imágenes circulaban por redes y eran carne de memes que se burlaban del nivel tecnológico ruso. Lo que debía ser un símbolo de innovación terminó siendo un recordatorio de lo difícil que es imitar la estabilidad humana.

Según los desarrolladores, la caída se debió a problemas de calibración y a las condiciones de iluminación del escenario. “Espero que este error se convierta en una experiencia”, declaró Vladimir Vitukhin, CEO de Idol, intentando convertir el tropiezo en una lección. La compañía insiste en que Aidol sigue en fase de pruebas y que incidentes como este son parte del proceso de aprendizaje.

Más allá del accidente, lo cierto es que Aidol no es un simple prototipo improvisado, ni mucho menos. El robot presume de tener el 77% de sus componentes fabricados en Rusia y con el objetivo de alcanzar el 93 % en un futuro inmediato. Funciona sin conexión a internet para tareas como el movimiento y el habla, integra 19 motores faciales para mostrar hasta 12 emociones y está diseñado para operar en entornos industriales, servicios y espacios públicos. Saliera como saliera el debut, sobre el papel es un avance muy ambicioso.

La presentación de Aidol llega en un contexto donde Rusia busca demostrar autosuficiencia tecnológica debido a las diferentes sanciones internacionales que se le han impuesto tras la invasión de Ucrania. Sin embargo, el tropiezo ha reavivado el debate sobre si el país puede competir con gigantes como China y Estados Unidos en robótica avanzada. Para muchos, el incidente no solo fue un fallo técnico, sino un golpe a la narrativa de progreso que Moscú intenta proyectar. Una dosis de realidad.

Desde Idol aseguran ir a seguir adelante con el desarrollo y ofrecer muy pronto un robot capaz de caminar, manipular objetos y comunicarse de forma natural.Si algo queda claro con la anécdota es que la inteligencia artificial también tropieza… y que Rusia tendrá que levantarse rápido si quiere que su robot deje de ser un meme y se convierta en un referente.

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