Perdió su GoPro en el río hace 10 años y el dueño se reencuentra con la cámara en solo 30 minutos gracias a Internet

Imagina que pierdes una cámara GoPro mientras haces rafting, y más de diez años después, contactan contigo porque la han encontrado. Este ha sido el peculiar caso de un hombre canadiense que perdió una de estas cámaras de vídeo deportivas. El dispositivo fue hallado por una compañía que ofrece aventuras de rafting y deportes de río, quienes se animaron a subir una publicación a redes sociales para dar con su posible dueño... y en menos de treinta minutos se localizó a su propietario legítimo.

Un hombre perdió su GoPro haciendo rafting y más de diez años después encuentran su cámara y contactan con él en tiempo récord

A mediados del pasado mes de agosto, un trabajador de la empresa canadiense Rivière Concept, especializada en deportes de río como rafting, se encontró una vieja cámara GoPro abandonada y cubierta de barro. “Ayúdanos a encontrar al dueño de esta GoPro, ¡se perdió hace más de diez años!“, rezaba en la publicación subida a su página de Facebook. ”Lo encontramos esta semana en el Donnacona central y se suponía que se perdió en los guijarros de Pont-Rouge en ¿2012? Más de 10 años después y a más de 10 km de su sitio original″, sentenciaba el post.

En la publicación hay dos fotos clave, una de la cámara en sí, y otra de un grupo de amigos, que entendemos que ha sido extraída del dispositivo. La intención estaba clara: gracias a la segunda imagen, esta empresa tenía la esperanza de poder encontrar a su propietario, esperando que algún seguidor reconociese a las personas. Y vaya si lo consiguieron; en solo trece minutos tras la subida del post, un usuario respondió con un “¡Pero si son mis amigos!“, etiquetándolos en su comentario, y uno de ellos respondía con un escueto y divertido “Hola, es mi GoPro, jajaja”.

Esta buena acción no solo ha servido para ensalzar el buen hacer tanto de empleado como de empresa, sino que también ha dado lugar a varios chascarrillos muy ingeniosos a expensas del grupo de amigos y de la situación en sí. “Con esa luz tan tenue, parece el comienzo de una película de terror independiente”, o “Ni el agua salada puede destrozar las GoPro; el año pasado nos encontramos una y también se la devolvimos a su dueño porque aún funcionaba” son varios de los comentarios con más reacciones en el post original.

En definitiva: si mientras paseas por la orilla de un río o por la playa te encuentras una GoPro, hay muchas posibilidades de que todavía funcione. Lo correcto es intentar extraer su contenido en forma de vídeo o fotos y crear publicaciones en redes sociales que den la mayor cantidad de detalles posible en pos de localizar al o los legítimos dueños del dispositivo. En estos casos, la pérdida material es lo de menos; lo que más se echa en falta son los recuerdos almacenados en el dispositivo en sí.