Ciencia
Peak oil: qué es, cuándo podría ocurrir y sus graves consecuencias para la economía y el futuro del planeta
El peak oil fue uno de los grandes miedos durante principios de siglo que por suerte se disipó por varias razones. Lamentablemente, sigue siendo una realidad ineludible y potencialmente devastadora si no se toman medidas.
El peak oil es el punto hipotético del futuro a partir del cual la producción de petróleo a escala global caerá irremediablemente. Debido a la fuerte dependencia de la inmensa mayoría de sociedades del planeta de los combustibles fósiles, este evento podría tener consecuencias devastadoras para el mundo tal y como lo conocemos. En este texto ahondamos sobre su qué es el peak oil, cuándo puede suceder, sus consecuencias y cómo se ha explorado en algunas obras de ficción como el videojuego Frontlines: Fuel of War.
¿Qué es el peak oil, en qué consiste y cuándo podría ocurrir?
El peak oil o pico del petróleo es el punto máximo de producción de petróleo a nivel global. Una vez pasado este punto, la producción mundial declina de manera irreversible porque los combustibles fósiles son un recurso finito. Este momento marca un antes y un después evidente; las reservas restantes en yacimientos de todo el globo son más costosas y difíciles de extraer, lo que de forma inevitable lleva a una reducción progresiva de la producción y un encarecimiento de los precios.
Este concepto fue popularizado por el geofísico M. King Hubbert durante los 50. Hubbert predijo que la producción de petróleo en Estados Unidos alcanzaría su pico alrededor de 1970, y en gran medida sucedió tal y como predijo. Según su teoría, la producción de petróleo sigue una curva en forma de campana: al principio la producción aumenta rápidamente a medida que se explotan los yacimientos más accesibles, pero eventualmente se alcanza un punto máximo antes de entrar de forma irremediable en un declive.
Extrapolando su análisis a un contexto de producción de petróleo global, Hubbert también predijo que el peak oil del planeta llegaría entre 1995 y 2000. Por suerte, estas predicciones más amplias se equivocaron por diversos factores como el descubrimiento de nuevos yacimientos a nivel global, las nuevas tecnologías como el fracking y la perforación en aguas profundas, o los avances en eficiencia energética junto con la transición parcial hacia otras fuentes de energía como la nuclear, las renovables o el gas natural. Todo esto ha hecho que mientras que la producción de petróleo a escala mundial se ha mantenido a niveles altos, el temido peak oil se haya retrasado mucho más allá de lo que Hubbert anticipó.
Eso sí: las sociedades avanzadas actuales siguen haciendo un uso intensivo del petróleo y los combustibles fósiles, algo a lo que hay que sumar la demanda en aumento de los países en desarrollo. Estas son varias de las razones por las que mientras que no haya una transición definitiva hacia fuentes de energía renovables o más eficientes, el peak oil y sus consecuencias imprevistas son un posible escenario en un futuro aún por determinar. No hay un consenso absoluto con respecto a cuándo ocurrirá este evento, aunque algunos expertos creen que ya ha sucedido.
En cualquier caso: el peak oil no es inevitable puesto que el petróleo no es un recurso ilimitado, pero sí que se pueden mitigar sus nefastos efectos si se trabaja en eliminar la dependencia de este combustible fósil.
¿Qué consecuencias puede tener el peak oil?
De llegar a darse el peak oil sin que haya habido una transición efectiva hacia otras fuentes de energía, las consecuencias para el mundo tal y como lo conocemos podrían ser devastadoras:
En resumen, el peak oil podría desencadenar una serie de consecuencias significativas y complejas para el planeta, afectando principalmente a la economía global, a la estabilidad social, a las relaciones geopolíticas entre distintos países y al medio ambiente. La magnitud y el impacto de estas consecuencias dependerán, sobre todo, de cómo las sociedades y los distintos gobiernos manejen esta transición hacia un mundo menos dependiente del petróleo.
El peak oil en ficción y el interesante caso de Frontlines: Fuel of War
Debido a las predicciones de Hubbert, el peak oil fue uno de los grandes miedos de las sociedades avanzadas durante finales del siglo pasado y comienzos del presente. Y como tal, este tema fue uno de los grandes favoritos de la ficción especulativa, presente en obras como ‘Mad Max 2: El Guerrero de la Carretera’ (1981), ‘Waterworld’ (1995) y siendo parte clave de la trama en videojuegos como Metal Gear 2: Solid Snake (1990) y varios títulos de la saga Fallout.
Probablemente el videojuego que hizo un uso más intensivo de este concepto como parte indispensable de su trama fue Frontlines: Fuel of War, un título de disparos en primera persona lanzado en 2008 en PC y Xbox 360.
Este juego desarrollado por Kaos Studios exploraba las terroríficas consecuencias geopolíticas del peak oil: una guerra mundial entre una alianza de países occidentales y otra de países orientales que comenzaba en Turkmenistán, una de las últimas naciones con pozos petrolíferos en activo. En la vida real, este país es una región clave de Asia Central dado su acceso al Mar Caspio, ya que le posibilita explotar recursos disponibles como petróleo y gas natural.
Aunque la jugabilidad en sí era muy reminiscente de otros juegos del género como los de la saga Battlefield, lo más interesante del mismo eran precisamente su trama y trasfondo, narrados mediante secuencias cinematográficas. En la introducción se detallaba cómo tuvo lugar el colapso social en Estados Unidos debido al peak oil con una narración sobrecogedora. “Empezó poco a poco. Pequeños detalles. Colas en las gasolineras. Aquel tórrido verano de 2008, los apagones empezaron a durar semanas”.
También llamaba la atención su ambientación del por entonces futuro próximo. La historia del juego transcurre en el año 2024. Al ser un videojuego desarrollado durante la primera década de los 2000, lo narrado tenía cierta verosimilitud porque cuadraba con las creencias y conocimientos generales de tendencias de uso del petróleo y el estado de los yacimientos descubiertos y explotados.
Afortunadamente, durante la década de 2010, y como comentamos más arriba, la implementación de nuevos métodos de extracción de crudo como el fracking y la perforación en aguas profundas hicieron posible la explotación de nuevos yacimientos de petróleo y viable la de los yacimientos previamente descubiertos pero que no eran rentables. Esto hizo que muchas historias de ficción especulativa como la de Frontlines: Fuel of War quedaran obsoletas y encuadradas en un marco de tiempo muy concreto, efectivamente convirtiéndolas en “productos de su época”.
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