Eficiencia energética
Paredes en zigzag: una posible solución para reducir el calor en el interior de los edificios
Un estudio científico demuestra cómo construir edificios cuyas fachadas siguen este patrón contribuyen a una mayor eficiencia energética y una menor temperatura en su interior.
El calor que alcanzan el interior de los edificios en ciertas latitudes puede llegar a ser insoportable en los períodos estivales, y más aún si la estructura no cuenta con aislamientos efectivos o con un buen sistema de climatización. Ante el temido calentamiento global, una de las soluciones de eficiencia energética dada la radiación térmica absorbida por las fachadas de los inmuebles es construir muros en zigzag con materiales aislantes y emisores de radiación.
¿Cómo disipan el calor las paredes en zigzag con respecto a los muros rectos convencionales?
Tal y como se revela en ScienceNews, uno de los grandes retos de eficiencia energética en el ámbito de la arquitectura y el urbanismo ha sido intentar solucionar el problema de la alta temperatura en las fachadas en las que el sol da durante muchas horas al día. Yuan Yang, científico de materiales de la Universidad de Columbia, argumenta que enfriar los muros exteriores de los edificios es complejo porque no solo reciben la radiación térmica directa del sol, sino que también absorben el calor acumulado en el suelo.
Por tanto, una posible solución parcial a este problema son las paredes en zigzag. Al corrugar las superficies lisas y verticales de las fachadas y recubrirlas con materiales reflectantes y emisivos que optimicen la disipación de la radiación térmica recibida, se reduce la temperatura general de estos muros exteriores, lo que a su vez disminuye la temperatura en el interior de los edificios. En concreto, los materiales reflectantes se colocan orientados hacia abajo, mientras que los materiales emisivos se orientan hacia arriba.
Según Yang, en las simulaciones llevadas a cabo durante días calurosos, compararon edificios que poseían paredes exteriores convencionales y otros que tenían paredes en zigzag. De media, la temperatura en los muros era 2,3 grados centígrados menor en las paredes en zigzag, lo que demuestra que puede ser una solución parcial a la cuestión de la refrigeración y la eficiencia energética de los edificios.
Ventajas e inconvenientes de las paredes en zigzag
Por supuesto, esta forma tan particular de construir los muros exteriores de los inmuebles tiene tanto sus ventajas como sus inconvenientes. La principal ventaja es que se trata de una solución parcial que no requiere de electricidad, sino que se integra en el diseño del edificio sin necesidad de un consumo energético adicional. Por tanto, cumple objetivos de sostenibilidad.
Sin embargo, uno de sus inconvenientes es el hecho de que no se trata de una “solución milagrosa”; debe estar acompañada de otras medidas efectivas como la elección de materiales adecuados para el aislamiento del recubrimiento exterior.
Otro posible inconveniente es la propia estética del edificio: puede haber detractores del diseño que prefieran no residir en un edificio con un aspecto tan peculiar. Aunque las paredes corrugadas ya existen y su diseño es relativamente sencillo de implementar y escalar, otro desafío adicional puede ser el costo económico; en estos momentos no se ha estudiado en profundidad su viabilidad económica. Existe la posibilidad de que el mercado para edificios con diseño de este tipo sea limitado debido a su estética tan llamativa.