Los 10 puentes más impresionantes de la Tierra no parecen de este planeta

Dicen que no hay nada mejor en este mundo que cruzar un puente (y si es desde un tren, mucho mejor). Es más que una enorme obra arquitectónica: es un símbolo de unión, de acercamiento. Desde los más rudimentarios en la época romana, hasta los últimos diseños que solo pueden ser posibles con la tecnología de hoy. Cuando un puente es bonito, pocas cosas hay más bellas. Por ello, repasamos los diez más espectaculares y dónde se encuentran.

Esta pieza se ha basado en el hilo de @JamesLucasIT en X.

Golden Bridge (Vietnam)

En las colinas de Ba Na, en la región de Da Nang, se encuentra este espectacular puente que cuenta con un significado potente. Al parecer, sus diseñadores querían mostrar al mundo “las manos de Dios extrayendo un trozo de oro de la Tierra”. Está claro que el paseo merece la pena.

Millau Viaduct (Francia)

Francia tiene el honor de contar con el puente más alto del mundo. El viaducto de Millau está formado por 400.000 toneladas de hormigón y acero. En los días de nublados, los conductores pueden pasar por encima de ellas como si estuvieran volando sobre el cielo. Espectacular.

Ponte Vecchio (Italia)

Florencia es una de las mejores ciudades para pedirle matrimonio a tu media naranja, pero si estás soltero también puedes aprovechar el viaje para vivir de primera mano uno de los puentes más bellos del planeta. Y no lo decimos nosotros: lo dice su nombre. El Ponte Vecchio es el puente más antiguo de la ciudad, que data de 1345. Casi nada.

Puente Nuevo de Ronda (España)

Sí, nosotros también podemos presumir de puentes que quitan el hipo. Ronda, Málaga, cuenta con esta maravilla que atraviesa el Tajo sobre el río Guadalevín. Tuvo el honor de ser el puente más alto del mundo hasta el año 1839. Las vistas desde arriba no tienen rival, digan lo que digan.

Tower Bridge (Inglaterra)

Probablemente el Tower Bridge sea el puente más famoso de todo Reino Unido. Localizado en la ciudad de Londres, la apertura de la zona central y sus simétricas torres le convierten en todo un icono de la ciudad. No han sido pocas las películas en las que ha aparecido.

Puente de Carlos (República Checa)

El Rey Carlos IV ordenó en 1357 construir un puente que hiciera honor a su nombre. Los trabajos no terminaron hasta el 1402, varias décadas después de su muerte. Sin embargo, su legado quedó para siempre en la historia de Praga. El puente de Carlos es una de las construcciones románicas más impresionantes del planeta, con sus enormes estatuas a cada lado con santos. 30 son las figuras que figuran (broma no intencionada) en un recorrido impresionante. Eso sí, las que ves en el puente son réplicas: en el año 1965 se trasladaron las originales al Museo Nacional de la ciudad.

Puente de Øresund (Dinamarca y Suecia)

Dinamarca y Suecia tienen el honor de estar conectados por uno de los puentes más espectaculares que existen. Si viajas en avión hasta Copenhague, desde el aeropuerto puedes tomar un tren hacia la ciudad de Malmö, Suecia. La mitad va sobre el mar Øresund, que da nombre al puente, mientras que la otra lo hace bajo ella. Es una pasada.

Puente de la Libertad (Hungría)

Conocido en Budapest como el ‘Szabadság Híd’, se construyó a finales del Siglo XIX como símbolo de la libertad y la independencia. Cruza el río Danubio para conecta las ya fusionadas Buda y Pest. Sufrió fuertes daños durante la Segunda Guerra Mundial, y fue uno de los primeros elementos que se reconstruyeron a su término en 1954.

Puente de Chenab (India)

Más alto que la Torre Eiffel. Parece un dato que podría escucharse en cualquier barra de bar, pero lo cierto es que no es mentira. el puente de Chenab está considerada una maravilla de la ingeniería por varias razones. Se encuentra en la región de Jammu y Chemira en la India, a 359 metros sobre el río que le da nombre. Tiene 1.315 metros de largo y es una pieza clave para la red ferroviaria del país.

Puente de Veluwemeer (Países Bajos)

Un puente construido a la inversa, ¿qué locura es esta? Lo cierto es que ves el puente de Veluwemeer y tu cabeza tarda en procesar lo que estás viendo. Conecta el país con la isla artificial de Flevoland, pero lo hace de una manera especial. Por debajo pasan coches por el asfalto, mientras que el puente como tal mantiene el curso del mar para que los barcos no tengan que extraviarse demasiado. De locos.

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