Arquitectura
Este rascacielos de China tiene una de las cascadas artificiales más grandes del planeta
El Liebian International Building de Guiyang en China sorprende por una característica que lo hace único: posee una gran caída de agua en una de sus fachadas exteriores.
Las cascadas son caídas naturales del agua a distintas alturas debido a los desniveles derivados de la propia geografía, aunque hay quien se las ingenia para introducir una de estas cataratas como parte de la construcción de un edificio. Esto es precisamente lo que sucede con el Liebian International Building de Guiyang, en China; se trata de un espectacular rascacielos cuya seña de identidad es una enorme caída de agua en una de sus fachadas exteriores.
Así es el Liebian International Building de China: un edificio con una de las cataratas artificiales más grandes del mundo
El medio Dezeen ya hablaba en 2018 de este espectacular edificio con cascada artificial. Con sus 108 metros de altura, la catarata del Liebian International Building es una de las caídas de agua artificiales más grandes del mundo. Se trata de una visión impresionante desde la lejanía que en cierto modo armoniza la naturaleza con las construcciones del hombre. Está situado en la ciudad de Guiyang, capital de la provincia china de Guizhou.
Eso sí, hay “truco”. Se estima que el coste de tener en funcionamiento las bombas de agua y demás artilugios que hacen posible esta catarata artificial está en alrededor de unos 105€ por hora, por lo que solo se activa en situaciones especiales. Es decir. no está activa todo el tiempo porque al margen de ser un gasto superfluo en cuanto a energía, debido a su diseño es imposible hacer recircular el 100% del agua, además de que condiciones meteorológicas adversas como fuertes vientos podrían suponer no solo un desperdicio de agua, sino también molestia o incluso posibles accidentes para el tráfico de las vías cercanas.
Aunque a priori pareciera que la catarata es un desperdicio de agua o un sinsentido, también tiene una función útil más allá de la ornamental que puede no ser evidente: tanto el agua como el vapor de la misma pueden limpiar parcialmente el aire de la zona, y puede ser un punto de encuentro para animales salvajes habituados al medio urbano como pequeños roedores o aves de distinta clase.
El edificio tiene 121 metros de alto y ha sido construido por la promotora Ludi Industry Group. Según el director Cheng Xiamao, la intención del arquitecto con esta estructura tan poco convencional era “crear una imagen de sostenibilidad y traer más agua a una ciudad ya de por sí repleta de árboles”. Esta construcción en sí se puede ver junto a una torre casi gemela; ambos inmuebles forman parte de un complejo de hoteles de lujo y oficinas conocido como Liebian International Plaza.
La cascada artificial más grande del mundo fue construida por los romanos
Pese a las impresionantes vistas del Liebian International Building y su particular caída de agua, la más alta del mundo sigue siendo la Cascada de Marmore en Italia, llamada Cascata delle Marmore en italiano. Y es que esta cascada artificial no solo es la más alta del mundo con sus 165 metros de altura, sino que además es antiquísima: su construcción data del año 271 antes de Cristo.
El cónsul romano Manio Curio Dentato ordenó la construcción de una enorme canalización de agua para que las aguas del río Velino fluyeran hacia el salto natural de Marmore para que cayese al río Nera, uno de los afluentes del Tíber. Todo esto se decidió para que el líquido elemento fuese conducido hacia este lugar en lugar de quedarse estancado generando terrenos pantanosos alrededor del asentamiento de Rieti, con el consiguiente riesgo de enfermedades.
Pese a su aspecto natural se considera una cascada artificial porque, efectivamente, el hombre intervino en su creación al construir esta canalización del río Velino que modificó su cauce.