Tecnología
El nuevo arma láser de Reino Unido ya es una realidad y pretende acabar con la munición tradicional
Llamada DragonFire, es tan precisa como para golpear “monedas de una libra a un kilómetro de distancia” y tan barata como “encender un calefactor durante una hora”.
El nuevo arma del Ministerio de Defensa de Reino Unido parece sacado del universo Star Wars. Se llama DragonFire y es un láser de alta potencia capaz de derribar objetivos aéreos. No penséis que se trata de un mero concepto. Lleva en desarrollo más de cinco años, ha costado 116 millones de euros y en enero de 2024 efectuó su primer disparo con éxito (tal y como confirmó el gobierno británico).
Ese primer disparo ha servido como prueba de su capacidad para rastrear y atacar con precisión objetivos a larga distancia. Aunque no ha querido develar su verdadero alcance y potencia (información “clasificada”), el gobierno de Reino Unido ha dejado caer que puede golpear “monedas de una libra a un kilómetro de distancia”. Es decir que DragonFire no apuesta por la fuerza bruta, no busca que sus adversarios salten por los aires de un solo impacto, sino que pica como una abeja y lo hace con la sabiduría de un cirujano. Provocará daños estructurales que pueden parecer pequeños a simple vista, pero de los que al ser en puntos clave, inutilizarán y destrozarán los sistemas del enemigo.
El Gobierno británico ha asegurado que los impactos son “a la velocidad de la luz” y puesto un ejemplo: golpear las ojivas de un bombardero, suficiente para hacer explotar al avión enemigo. “Ayudará a mantener la ventaja para ganar batallas y para mantener segura a la nación. Algo así demuestra el potencial y la amenaza de las armas de energía dirigida (LDEW)”.
“Este tipo de armas de última generación tienen el potencial de revolucionar el campo de batalla al reducir la dependencia de municiones costosas y también el riesgo de daños colaterales”, ha declarado Grant Shapp, el secretario de Defensa británico, quien además ha añadido que es mucho más barato que un misil tierra aire. Según el militar, cada disparo de DragonFire cuesta unas 10 libras esterlinas (11,68 euros) ya que a nivel de gasto de energía apenas supone lo mismo que encender “un calentador” durante una hora.
El Ministerio de Defensa ha aceptado invertir una suma “multimillonaria” de su presupuesto para terminar el desarrollo del arma fuera de laboratorio y llevarlo así al campo de batalla real, donde el Ejército y la Marina ya han mostrado su interés en DragonFire para reforzar las defensas aéreas de sus bases. De completarse con éxito, Reino Unido podría adelantar por la derecha a China, Estados Unidos y Rusia en la carrera de las LDEW (Laser Directed Energy Weapon).