El error que debes evitar al instalar tu nuevo aire acondicionado y que te puede salir muy caro

En estas fechas, los aparatos de aire acondicionado son uno de los productos estrella para sobrellevar las temperaturas altas propias del verano. No obstante, hay un error tan grave como sorprendentemente común a la hora de montar esta instalación de climatización que es fácilmente evitable y que tiene que ver con el ahorro: colocar una garrafa para recoger el agua. Si colocamos un recipiente de este tipo, hay muchas posibilidades de obstruir el tubo por el que se expulsa el agua condensada. Aunque intentar reutilizar este agua para otros fines no es malo, supone una amenaza considerable para nuestro hogar: si olvidamos vaciar a menudo el recipiente, corremos el riesgo de sufrir daños por agua y humedades en el interior que pueden poner en peligro o destrozar directamente objetos como estanterías, libros o aparatos electrónicos.

Si instalas un nuevo aparato de aire acondicionado en casa, evita recoger el agua que expulsa en una garrafa

Los aparatos de aire acondicionado tipo split, que son los más comunes en viviendas, funcionan de la siguiente manera: el split interior es una unidad evaporadora que absorbe el calor del aire de la habitación mediante un intercambiador térmico. Este calor es transferido a un gas refrigerante, que lo transporta hasta la unidad exterior, que es la máquina condensadora de fachada. Aquí, este calor es disipado. El aire interior, ya enfriado, se devuelve a la estancia. Durante este proceso, también se condensa la humedad del aire, y se evacua por un tubo de drenaje que normalmente va hacia el exterior.

Ahora bien, mientras que muchos usuarios quieren reutilizar este agua generada a base de condensación mediante recipientes como garrafas, es algo desaconsejado tanto por los propios instaladores como por la mayoría de fabricantes. Con los recipientes con boca angosta como las garrafas de agua básicamente estamos creando una obstrucción en el sistema de drenaje si no las vaciamos manualmente a tiempo; si el agua no tiene una vía de salida a través del tubo corrugado que da al exterior, se irá acumulando en el desagüe, eventualmente llegando al propio split interior, donde se desbordará, empapando paredes y suelo.

Además, el agua estancada o mal drenada puede fomentar la proliferación de microorganismos en el tubo, lo que a medio plazo puede obstruirlo, generar malos olores e incluso provocar problemas respiratorios. Y esto por no hablar de los daños que puede provocar el agua: si por ejemplo tenemos el split instalado sobre algún mueble o estantería, todo lo que haya debajo del aparato —incluyendo la propia estantería— puede quedar inservible si se moja demasiado.

¿Es posible recoger y reutilizar de forma segura el agua del aire acondicionado?

Aun así, es perfectamente posible recoger y reutilizar de manera segura el agua generada por los aparatos de aire acondicionado. Por ejemplo, podemos utilizar recipientes grandes y abiertos tipo barreño en los que el tubo quede varios centímetros por encima del mismo, o algún sistema de rebosadero o desagüe de seguridad para provocar un desbordamiento en el recipiente. Si no podemos garantizar alguna medida de emergencia de este tipo, es mejor no recolectar el agua, porque un simple despiste puede ocasionar daños graves en nuestro hogar.

Eso sí, tened en cuenta que este agua condensada no es apta para el consumo. En lugar de esto, se puede aprovechar como agua destilada para la plancha o para limpieza como fregar suelos y cristales, si bien es cierto que es un agua más impura que no es 100% equivalente al agua desionizada.

En definitiva, como en muchas otras decisiones de la vida, debemos hacer un balance de riesgos y beneficios. Por un lado, está la posibilidad de reutilizar el agua para tareas domésticas —el que guarda, halla, como dice el refrán—, pero por otra parte, existe un gran peligro potencial en el que basta un único descuido para sufrir daños materiales que podemos lamentar en el futuro.