El enemigo invisible: así afecta la luz del sol a tu colección de videojuegos

Algunos de los amantes de los videojuegos llevamos ya varias décadas en esto, por lo que es normal que durante todo este tiempo hayamos amasado colecciones con varios centenares de títulos en formato físico. Aun a pesar de que procuramos tomar todas las medidas de seguridad para conservarlos lo mejor posible, hay un enemigo invisible que puede deteriorarlos de manera paulatina sin que nos demos cuenta hasta que es demasiado tarde. Se trata de la luz directa del sol, que causa el tan temido sunfade en las carátulas de los videojuegos.

¿Qué es el sunfade y cómo afecta a tus videojuegos?

El sunfade es un término con el que los coleccionistas se refieren al desgaste y pérdida de color provocada por la exposición prolongada a la luz solar. Aunque pueda parecer un detalle menor, este fenómeno es especialmente dañino en objetos con impresión en papel o cartón, como las carátulas, manuales y cajas de juegos físicos.

Con el paso del tiempo, los rayos ultravioleta van deteriorando los pigmentos de la tinta, generando tonos apagados y descoloridos, haciendo que el color desaparezca. El resultado son portadas que pierden viveza, logos que se difuminan y un aspecto general envejecido que reduce tanto el atractivo visual como el valor intrínseco del videojuego.

En el caso de los videojuegos, el sunfade puede convertir joyas muy valiosas de tu colección en un ejemplar devaluado por el deterioro sufrido en silencio incluso estando dentro de tu propio hogar. Afecta por igual a títulos recientes y retro, y basta con que una estantería reciba sol directo cada día para que, en cuestión de meses, esta sobreexposición acumulada haga notorias las diferencias entre las zonas que quedaron expuestas y las que quedaron a la sombra. Se trata de un daño irreversible, por lo que la prevención es la única estrategia realista para proteger tu colección.

¿Cómo proteger a tus videojuegos del sunfade?

En primer lugar, la forma más evidente de protección es evitar la exposición directa a la luz del sol. Por esta razón, si tenemos ventanales amplios en una habitación por la que la luz dé de lleno al interior de la estancia, esto quiere decir no es la ubicación idónea para tener nuestras estanterías repletas de juegos. Es decir, en base a la disposición de nuestra vivienda y cómo incida la luz del sol en las diferentes estancias, debemos estudiar en cuál de ellas el sol perjudicará menos a nuestra colección.

Al margen de esto, algo a tener en cuenta es evitar abrir las persianas al máximo. De esta manera, si entra luz del exterior, evitaremos que al menos incida directamente sobre los videojuegos. Por otro lado, podemos proporcionar protección adicional a las cajas en sí de distintas maneras, ya sea introduciendo los juegos en muebles o compartimentos cerrados, muebles tipo vitrina con algún tipo de cristal con tratamiento, e incluso comprar fundas PET con tratamiento contra la luz ultravioleta si queremos asegurarnos de que ningún rayo de luz díscolo provocará sunfade.

En definitiva, la mejor protección para tu colección siempre será el sentido común. No sirve de nada invertir en fundas especiales o vitrinas si los juegos permanecen horas y horas cada día bajo la luz directa de un sol abrasador. De hecho, la sobreexposición dentro de casa, con los rayos entrando a través de una ventana, puede ser tan dañina como tenerlos a la intemperie o en un trastero húmedo y polvoriento. La clave está en recordar que el sol es un enemigo silencioso: si quieres que tus juegos luzcan como el primer día a pesar de tener décadas de antigüedad, lo más importante es mantenerlos alejados de su alcance.