El día que la nube de Amazon se apagó y el motivo por el que no podías pagar con tarjeta en el supermercado
El apagón del lunes 21 de octubre dejó a muchos usuarios sin poder pagar con tarjeta de crédito. ¿El motivo? La caída de Amazon Web Services.


La caída de Amazon Web Services (AWS) del pasado lunes 21 fue una de las más sonadas en la historia reciente del servicio. El apagón de la nube de Amazon dejó temporalmente sin funcionamiento a videojuegos, redes sociales, entidades bancarias y plataformas de pago. En esta noticia os explicamos, con un lenguaje accesible, por qué muchos usuarios no pudieron pagar con tarjeta de crédito o débito en el supermercado durante la incidencia:
Por qué la caída de Amazon Web Services (AWS) afectó a los pagos con tarjeta y cómo prepararse para posibles futuras incidencias
El pasado lunes 21 de octubre de 2025, Amazon Web Services (AWS) sufrió una caída que, a su vez, provocó una interrupción masiva de servicios digitales en todo el mundo. Durante varias horas, la infraestructura de la nube de Amazon, una de las más utilizadas por empresas y administraciones públicas en todo el mundo, dejó de funcionar con normalidad. Esto supuso que plataformas que dependen de que AWS siga en línea, como ciertos videojuegos, redes sociales, aplicaciones de mensajería e incluso entidades bancarias estuvieron fuera de servicio.

Entre los afectados se encuentran miles de usuarios que, al intentar pagar con tarjeta en supermercados, gasolineras o tiendas, descubrieron que sus transacciones no podían completarse. Los terminales de punto de venta (TPV) se quedaron sin conexión a los servidores que autorizan los pagos, lo que provocó colas, confusión y una vuelta temporal a los pagos solo en efectivo. Aunque el fallo en sí no estaba ni en los bancos ni en las tarjetas, sino en la red que conecta esos sistemas, el resultado fue el mismo: durante unas horas, no se pudo pagar con dinero digital como tarjeta o Bizum.
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Este tipo de incidentes sirven de recordatorio de la importancia de tener siempre a mano dinero en efectivo. Unos cuantos billetes y monedas en la cartera o guardados por casa pueden ser cruciales cuando la tecnología falla, y ha quedado patente que no es infalible. Ya sucedió algo similar durante el gran apagón eléctrico de abril, cuando al no haber electricidad, tampoco se pudieron usar los datáfonos, teniendo que recurrir al dinero físico como único medio de pago posible en las tiendas, y volviendo a demostrar que sigue siendo la única forma de pago completamente autónoma y sin intermediarios.

En definitiva, la caída de AWS es un nuevo toque de atención sobre cómo nuestra vida cotidiana depende, quizá demasiado, de sistemas que son invisibles y que damos por sentado que jamás colapsarán. Un error en un servidor a miles de kilómetros de nuestro país puede dejar sin comida a quien simplemente acudía al súper para hacer la compra del día. La nube nos ha brindado comodidad y velocidad, sí, pero también trae consigo problemas que afectan principalmente a quienes confían en exceso en que el sistema nunca fallará, cuando la realidad nos dice lo contrario.
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