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Ciencia

Descubierta la génesis del extraño rayo azul de la estratosfera terrestre

Los científicos han determinado que este fenómeno puede llegar a influir en la concentración de gases de efecto invernadero localizados en la atmósfera de la Tierra.

Rayo azul

Una noche bajo las sábanas mientras la lluvia repiquetea en el tejado y las ventanas. El viento sisea y los truenos rompen la calma con su estruendo atronador. Los relámpagos iluminan la habitación a través de las persianas durante un breve instante y la tormenta continúa su tránsito. Se trata de un fenómeno meteorológico fascinante pero habitual, sorprendente en cierto sentido, pero menos que los rayos azules que la Agencia Espacial Europea lleva tiempo estudiando. El organismo ha descubierto cuál es su génesis, tal y como ha revelado un artículo oficial.

Entre los fenómenos eléctricos que se investigan están los mencionados jets azules, los elfos y los espectros rojos. Aunque estos elementos extraños “son muy difíciles de observar desde la superficie de la Tierra”, la agencia se ha propuesto recopilar datos y ha instalado un dispositivo que está ayudando a desentrañar el misterio, el llamado European Atmosphere-Space Interactions Monitor (ASIM).

¿Qué son los jets azules y qué se ha observado?

Desde la Estación Espacial Internacional, los profesionales revisan el fenómeno a 400 km de la superficie terrestre. Se valen de una colección de cámaras ópticas, fotómetros y detectores de rayos X y Gamma. De hecho, se ha diseñado para observar las descargar eléctricas originadas durante condiciones meteorológicas tormentosas que van más allá, hasta la estratosfera. ¿Qué es un jet azul? Es un tipo de relámpago que se dispara hacia arriba desde las nubes de tormenta. Según este organismo, puede llegar hasta los 50 km dentro la estratosfera en menos de un segundo. La ESA detectó uno de estos jets azules en una nube cercana a la isla de Naru, en el Océano Pacífico.

El rayó genero elfos “con un sonido igualmente fantásticos”, que extendieron rápidamente anillos ópticos y emisiones de ultravioletas en la parte baja de la ionosfera. Allí, los electrones, las ondas de radio y la atmósfera interactúan para crear esas emisiones. Los científicos han hallado pistas sobre cómo nacen los relámpagos en las nubes y han llegado a la conclusión de que estos fenómenos pueden incluso influir en la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera de la Tierra.

“Este artículo es un punto clave e impresionante de los muchos fenómenos nuevos que ASIM está observando por encima de las tormentas eléctricas, que muestra que todavía tenemos mucho que descubrir y aprender sobre nuestro Universo”, ha declarado Astrid Orr, coordinadora de ciencias físicas de la ESA. “Felicidades a todos los científicos y equipos de la universidad que lo han hecho posible, así como a los ingeriros que han construido el observatorio y que han ayudado a los grupos de tierra que operan ASIM”.

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