Compra una tarjeta Nvidia de 8.600 euros y un descuido la deja inservible: no es un caso aislado
Esta GPU pesa más de 1,2 kilos y su conector PCIe no se puede reparar. Además, no hay recambios disponibles para proceder a su sustitución.
Antes de nada, es conveniente saber que este tipo de tarjetas gráficas no están pensadas para gaming, por lo que no debes preocuparte en absoluto si tienes cualquier otra GPU para jugar, ya que no te va a suceder lo mismo que a algunos usuarios poseedores de la NVIDIA RTX PRO 6000, una tarjeta diseñada para estaciones de trabajo, cuyo precio asciende a varios miles de euros (cuesta más de 7.000 euros). ¿Cuál es el problema con ella? Unot an grave como surrealista: la imposibilidad de repararla si se rompe una pequeña pieza.
La GPU RTX PRO 6000 de NVIDIA tiene un peso superior a 1 kilo (1,219 kg para ser exactos). Es mucho, sin duda, sobre todo si decides mover la placa base con la propia tarjeta conectada a ella, ya que podría romperse el conector PCIe y dicho componente no es reemplazable, pues ni siquiera hay repuestos para llevar a cabo una reparación. Expertos en hardware señalan que tratar de arreglarla es similar a romper un cristal e intentar recomponerlo pedazo a pedazo, ya que la placa en cuestión está formada por entre 12 y 15 plazas. Entonces, si llegase a partirse, ¿qué se puede hacer? La respuesta es muy simple: intentar que NVIDIA reemplace la GPU entera, aunque eso podría convertirse en un quebradero de cabeza.
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