Adiós a las mascarillas del futuro: llega su sucesora revolucionaria que se probará primero en España y Finlandia

Por primera vez en tres décadas, la industria de la protección respiratoria vive una auténtica revolución tecnológica. Investigadores finlandeses han desarrollado una mascarilla reutilizable que promete transformar la manera en la que nos protegemos y que tendrá a España y Finlandia como países pioneros en sus pruebas prácticas.

El proyecto está siendo liderado por la Universidad de Ciencias Aplicadas LAB, la Universidad Tecnológica de Lappeenranta-Lahti (LUT) y el Centro de Investigación Técnica VTT. Se trata de una mascarilla duradera y transpirable, diseñada específicamente para su uso durante largos periodos de tiempo sin provocar los problemas habituales: dificultad al respirar, dolores de cabeza, fatiga o barreras en la comunicación.

Las largas jornadas de trabajo del personal sanitario durante la crisis del coronavirus pusieron en evidencia las limitaciones de las mascarillas tradicionales. “La respiración se volvió más difícil y el trabajo también. Aparecieron dolores de cabeza y fatiga”, explica Susanna Tella, experta de la Universidad LAB. A ello se sumaban problemas de comunicación y de contacto humano, especialmente en el cuidado de niños y ancianos.

Una innovación inédita

“Es la primera innovación significativa en el campo de la protección respiratoria en tres décadas”, subraya Tella. Su desarrollo ha sido posible gracias a un programa de la Comisión Europea destinado a reforzar la preparación de la UE ante crisis. El proyecto cuenta con un presupuesto de cinco millones de euros, de los cuales el 80% procede de financiación europea.

El investigador principal Ilpo Kulmala, del VTT, destaca que hasta ahora no se había conseguido una solución eficaz y validada comercialmente con esta tecnología.

Tecnología y diseño

La mascarilla presenta un aspecto muy diferente a los modelos conocidos. Consta de tres partes:

• La parte técnica situada en la parte posterior de la cabeza.
• Tubos de flujo que dirigen el aire hacia la parte frontal.
• Una zona de respiración de plástico transparente, que permite ver los movimientos de la boca y mejora la comunicación.

El sistema se completa con un filtro eléctrico y una batería recargable como fuente de alimentación. Según el profesor Ari Känkänen, participante en el diseño, uno de los objetivos principales es que el dispositivo resulte seguro, funcional y no genere rechazo entre quienes lo usan ni entre quienes lo ven.

Próxima parada:

El proyecto de investigación se extenderá durante cuatro años: dos para el desarrollo de la mascarilla y otros dos para pruebas en condiciones reales. Estos ensayos se realizarán en Finlandia y España, con la participación de profesionales sanitarios.

La intención es que, una vez superada la fase de pruebas, la mascarilla pueda ponerse en producción y llegar al mercado, tanto para personal de asistencia social como para el uso cotidiano de los ciudadanos.

Con este paso, Europa se sitúa a la vanguardia en la búsqueda de soluciones que no solo protejan la salud, sino que también mejoren la experiencia de quienes deben llevar mascarilla durante horas.

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