Videojuegos
5 consejos para distinguir repros de juegos originales y evitar que nos estafen
Cómo distinguir juegos originales de los juegos repro y así evitar que nos estafen en plataformas de compraventa como Wallapop, eBay, Vinted y similares.
El auge de la compraventa de segunda mano y del coleccionismo de videojuegos de todos los sistemas ha traído consigo también un aumento de las falsificaciones y las estafas. Muchas plataformas de internet como Wallapop, eBay o Vinted se han convertido en un campo de minas ante la proliferación de estos juegos falsos de creación propia o provenientes de AliExpress, y comprar de forma fiable hoy por hoy es, efectivamente, algo más complejo que hace varios años. En este reportaje os damos varios consejos y recomendaciones para aprender a distinguir juegos originales de repros.
¿Qué son las repros y en qué se diferencian de los juegos originales?
“Repro” es un diminutivo de “reproducción”. Es decir, una repro es una copia o falsificación de un videojuego original. Como con el paso del tiempo se ha facilitado más el acceso a nivel particular de hardware como impresoras de cartón de distinto gramaje, pegatinas y similares, las repros han ido calando más y más en el mercado de segunda mano. Esto ha propiciado que cajas que son casi indistinguibles de las de los juegos originales y cartuchos muy similares a los reales invadan las ofertas de plataformas como Wallapop.
Muchos particulares crean reproducciones de manuales, cajas, pegatinas o inserts para que otros compradores puedan “completar” o restaurar sus juegos sueltos ya que perdieron componentes de un original; aquí no ponemos objeción porque cada cual hace lo que quiere —o puede— con su dinero.
No obstante, este mercado “paralelo” ha tenido como consecuencia que haya vendedores que simplemente no saben que están vendiendo una falsificación o que saben perfectamente que venden una repro haciéndola pasar por un juego real, pidiendo mucho más dinero de lo que realmente cuesta e incurriendo en un delito de estafa.
En cualquier caso, los creadores de este tipo de artesanías tienen ante sus manos una bomba de relojería, pues se están lucrando de forma ilícita utilizando obras con copyright. En caso de una demanda, tendrían todas las de perder y se enfrentarían a penas millonarias e incluso de cárcel.
Debajo os dejamos con una lista de cinco consejos para distinguir entre juegos originales y repros y así evitar que os las den con queso:
Usa el sentido común antes de comprar
El primer consejo que os damos a la hora de evitar una posible estafa es, efectivamente, usar el sentido común. Los videojuegos originales siempre van a valer más que una repro, por lo que su precio de venta puede ser un indicador bastante fiable del tipo de producto ante el que estamos.
En otras palabras: si vemos que un vendedor ofrece un videojuego “completo” a precio de risa cuando la tendencia de precios del mismo juego original es mucho más elevada, hay bastantes más posibilidades de que se trate de un intento de estafa que de alguien que o no sabe el valor de lo que vende o que debe vender urgentemente debido a un apuro económico.
Comprueba la descripción del producto y el perfil del vendedor
Muchos perfiles de Wallapop y webs y apps de compraventa se especializan precisamente en crear repros, y suelen indicarlo así tanto en el propio perfil como en la descripción individual de cada producto. Antes de acusar a alguien de un delito de estafa por el chat o incluso de tomar medidas legales, debemos asegurarnos perfectamente de que sabemos qué estamos comprando.
En el caso de resellers que venden juegos originales, si la persona en cuestión tiene un historial de ventas positivo con buenas valoraciones de compradores previo, a priori no tendríamos nada que temer una posible estafa, pero nunca se tiene el suficiente cuidado. Aún así, si dudamos, deberíamos solicitar al vendedor más fotos o incluso vídeos del juego que queremos comprar para verificar su autenticidad y estar tranquilos a la hora de hacer el pago. Si los pedimos con educación no tendría por qué negárnoslo.
Comprueba posibles marcas del paso del tiempo
Salvo que un juego se venda como nuevo o precintado o que incluso esté sellado en una caja de metacrilato para protegerlo, un truco que no suele fallar a la hora de distinguir un juego real de una falsificación es comprobar las marcas del paso del tiempo. El desgaste en cajas y manuales por el mero hecho de haberlos manoseado suelen ser una señal inequívoca de que estamos ante un juego original.
Otras posibles señales del paso del tiempo pueden ser suciedad, decoloración por haber estado mucho tiempo expuestos a la luz sol —esto también se conoce como sunfade— o desgaste en pegatinas. En definitiva, cualquier indicio de que el juego no ha estado perfectamente conservado irónicamente sirve para deducir que se trata de un juego original.
Compara el juego que quieres comprar con juegos que ya sabes que son originales
Si todavía no estamos seguros de que el videojuego que queremos comprar es original o una reproducción, una de las ventajas de internet es la inmediatez. Podemos pedir a amigos, familiares o conocidos que nos pasen fotos de juegos que posean que sabemos que son originales, y así comparar con lo que queremos comprar para avistar cualquier posible discrepancia.
También hay webs específicas —como esta centrada en Game Boy— que clasifican de forma concienzuda los juegos y sus distintas tiradas, ediciones y códigos de versión, lo cual ayuda a estrechar el cerco y detectar discrepancias entre repros y originales.
Comprueba físicamente el juego o cualquier comportamiento anómalo una vez en la consola
Una forma inequívoca de detectar falsificaciones en sistemas de cartuchos como Game Boy o Super Nintendo es, efectivamente, abrir los cartuchos con los destornilladores correspondientes. De forma muy resumida, los juegos repro nunca usan los mismos componentes internos ni la misma circuitería que los juegos originales, por lo que al comparar un original con uno repro detectaremos cuál de los dos es falso al instante.
Ligado al punto anterior, si no tenemos forma posible de abrir un cartucho, otro modo de detectar una falsificación es localizar un comportamiento anómalo al intentar jugar. Por ejemplo, los juegos de la Segunda Generación de Pokémon —Oro, Plata y Cristal— usan un reloj en tiempo real, el cual es un componente físico dentro del cartucho. Este reloj requiere una pila para funcionar. Si sospechamos que uno de estos juegos es una repro y aparentemente funciona correctamente pero el reloj “se vuelve loco” y muestra desajustes de varias horas cuando lo comprobamos cada pocos segundos, es que es un juego repro porque sus componentes físicos no pueden replicar de forma fidedigna el comportamiento de un reloj en tiempo real que sí tienen los juegos originales.
En definitiva, cuanto más sepamos sobre los videojuegos que queremos comprar, sus particularidades como las ediciones y tiradas que ha tenido o su disponibilidad, más difícil será que nos “cuelen” una repro. Si quieres invertir bien tu dinero, es tu deber estar lo más informado posible.