Teslagrad 2
- PlataformaXBOPS5XBS7NSWPS4PC
- GéneroPuzle, Plataformas
- DesarrolladorRain Games
- Lanzamiento19/04/2023
- TextoEspañol
- EditorModus Games
Review
Teslagrad 2, análisis. Otra década, otro estilo
Casi diez años después del estreno de uno de los indies más atractivos de su época, Rain Games vuelve a la carga con una secuela más cercana al metroidvania moderno.
Gone Home, Rogue Legacy, The Stanley Parable... 2013 fue un año maravilloso para el desarrollo de videojuegos independientes. En aquel entonces, probablemente aún no habíamos evolucionado y muchos aún trazábamos una línea que separaba proyectos menores de grandes producciones. Si tuviésemos que dar un premio con carácter retroactivo al ‘Mejor Indie del Año’, alguno de esos nombres sería el elegido, aunque hay otros que también merecerían un reconocimiento y se nos viene a la cabeza, por ejemplo, Teslagrad.
Ahora estamos en pleno 2023 y sabéis perfectamente lo mucho que ha llovido desde entonces; hoy se lanzan juegos menores —sobre el papel— y nadie pone en tela de juicio su capacidad para sentarse en la mesa de los más grandes. Ya no importa si algo es ‘indie’ o no; son videojuegos, y una década después de la aventura de Rain Games, el Nintendo Indie World del otro día nos dejó una grata sorpresa: Teslagrad 2 ¿Estará a la altura de su antecesor?
Un viaje inesperado
Teslagrad 2 no hace demasiado por contarnos su historia, aunque si sois seguidores de la primera entrega, una de las primeras imágenes que vemos en la escena de introducción será suficiente para que sepáis de dónde venimos. Más allá de eso, lo cierto es que sin apenas pensarlo nos embarcamos en un gran viaje sin saber prácticamente cuál es nuestro destino. Encarnamos a Lumina, una joven víctima de un accidente aéreo que acaba en el reino ficticio de Wyrmheim, ubicado en el norte y habitado por vikingos. Tranquilos: no faltan las criaturas mitológicas.
¿Sois de azul o preferís el rojo? Poco importa, porque aquí es necesario aprovechar al máximo ambos colores. Han pasado 10 años y todavía no tenemos claro el origen de esas misteriosas fuentes de luz, pero como Lumina es capaz de interactuar con ellas, habrá que sacarle provecho, ¿no? Como si de polos opuestos se tratasen, un color se adhiere al otro de forma inmediata, mientras que si la superficie es roja y nosotros también, el efecto será inverso.
Explicarlo es sencillo, aunque es mucho más fácil experimentarlo por uno mismo; si el suelo es rojo y el objetivo es alcanzar una zona elevada a la que no podemos llegar saltando, en cuanto activemos el campo de fuerza azul sobre nuestro cuerpo saldremos disparados hacia el techo. Así funciona todo en Teslagrad 2, porque sin plataformas de colores no sería posible superar ni los primeros cinco minutos de juego. Por supuesto, es solo un ejemplo práctico; conforme avanzamos nos topamos con muchas situaciones complejas, donde debemos cambiar de color de forma precisa, combinar las acciones con saltos ajustados y ser muy rápidos a la hora de movernos.
Las cosas mejoran cuando entran en juego habilidades más avanzadas como la capacidad de deslizarnos a gran velocidad, algo que podemos usar prácticamente a modo de medio de transporte, junto con el lanzamiento de un martillo muy popular en la mitología nórdica... ¿Es necesario que os digamos su nombre? Si el cuerpo de Lumina irradia electricidad, imaginad lo que puede hacer con este pequeño juguete. Por supuesto, hay zonas en las que nos toca combinar todas estas acciones y no siempre es fácil determinar el orden; son desafiantes y los amantes de los puzles lo agradecerán, aunque desearán no haya un mayor número de ellos.
Si hay algo que nos ha gustado especialmente de Teslagrad 2 es la decisión de introducir secciones plataformeras que se suceden a gran velocidad. Podemos pensar en Celeste, Super Meat Boy e incluso en el mismísimo Sonic the Hedgehog, entre otros; aquí hay un pequeño toque de todos. El desafío es tal que generalmente la única recompensa por superar estos niveles es el mero gusto de seguir avanzando. Superficies con formas sinuosas, saltos ajustados, abismos mortales, todo tipo de trampas... Ensayo y error en su máximo esplendor, como en los viejos tiempos. Es, probablemente, lo mejor del juego.
Una apuesta demasiado arriesgada
Nos gustaría decir que Teslagrad 2 es un título que no está lastrado por grandes defectos, pero lamentablemente, no es así. Porque si bien es cierto que, en efecto, no tenemos una enorme lista de problemas para enumerar, también lo es que el principal y único culpable de que el conjunto sea irregular es algo que no terminamos de entender: la apuesta por un metroidvania más grande de lo que debería.
Estamos hablando de un juego cuyo ritmo no es precisamente elevado, más allá de las citadas secciones de plataformas. ¿Dónde está el problema? Exactamente en el diseño de niveles, marcado por las grandes distancias y una distribución de los contenidos que no invita demasiado a explorar. Por un lado tenemos un puñado de coleccionables —casi un centenar— que no aportan demasiado. Por otro, una linealidad mucho más acentuada de lo que podemos intuir en los primeros compases del juego.
Los combates tampoco ayudan demasiado, pues no aportan nada de interés, la inteligencia artificial es un tanto tramposa y los enemigos —que no destacan precisamente por su variedad— están colocados para que midamos a la perfección cada paso y los esquivemos para no caer en un bucle eterno de ensayo y error. Mejor resueltos están los jefes finales cuyas peleas son más un puzle que una pelea. Eso sí, hay muy pocos y tampoco es que vayan a ser recordados en el futuro... En fin, viendo otras decisiones jugables, si hubiesen eliminado los enfrentamientos no habría pasado nada.
A diferencia de otros metroidvania (Hollow Knight, Enter Lilies: Quietus of the Knights, Ori and the Blind Forest...), en Teslagrad 2 conseguimos casi todas las habilidades por exigencias del guion. Es decir, cuando comenzamos a ver un tipo de barrera que no podemos superar, apenas unos minutos después hallamos el poder que nos permite traspasarlas y salvo casos contados como el de algún coleccionable, no hay demasiados motivos para peinar de nuevo una zona tras hacernos con ella. Tampoco tenemos esa sensación habitual en el género de sentirnos más poderosos y acordarnos de algo que dejamos atrás... porque casi nunca hay algo atrás. La faceta metroidvania está más cerca del suspenso que de otra cosa.
Conclusión
Teslagrad 2 es un título interesante, aunque no tenemos del todo claro qué trata de aportar una década después del estreno de su antecesor. Audiovisualmente es una experiencia muy agradable y a los mandos hay que reconocer que las secciones de plataformas son muy divertidas, ya que nos obligan a ser precisos y calcular a conciencia cada paso que damos. Sin embargo, a menudo trata de ser un metroidvania y en rara ocasión funciona. No hay demasiado que ver en un mundo que se nos antoja mucho más grande de lo necesario. Lo que hace bien no es mejor que lo visto en otras alternativas, y lo que hace mal le pesa demasiado.
Lo mejor
- Las secciones de plataformas son desafiantes y divertidas.
- Aunque no hay demasiados puzles, algunos están bien planteados.
- La dirección de arte raya a un gran nivel; es una auténtica maravilla visualmente.
Lo peor
- Quiere ser un metroidvania, pero no termina de funcionar; el mapa es grande, pero está desaprovechado.
- El diseño de niveles brilla en los retos de plataformas, pero es irregular fuera de ellos y no invita a explorar.
- Aunque el combate no tiene demasiado protagonismo, se echa en falta más variedad de enemigos y jefes finales.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.