Heroes of Might & Magic 2, retroanálisis. Un clásico imperecedero de la estrategia fantástica

No hay RTS actual que no esté influenciado, de alguna manera, por la saga Heroes of Might & Magic, así de sencillo. Después de una primera entrega, Heroes of Might & Magic: A Strategic Quest (1995), que presentó una fórmula fruto de la combinación acertada a partes iguales de la gestión y el combate en un emplazamiento de fantasía, el gran salto de New World Computing se daría con Heroes of Might & Magic 2 (1996). Y es que al contrario que el original, con un aspecto que hoy se puede considerar realmente vetusto, su secuela hoy en día no desentona tanto, y eso que hablamos, no lo olvidemos, de un juego que este 2024 cumplirá la friolera de 28 años.

De hecho, se hizo evidente un progreso técnico notable en Heroes of Might & Magic 3, pero también hablamos de un título que llegaría ya tres años después que su antecesor, y por eso creemos que la segunda entrega es la de mayor mérito, al tiempo que mejor ha envejecido en relación con su antigüedad. Aquel título presumía de una profundidad tal que la mayor parte de sus mecánicas apenas sufrirían cambios de entidad en iteraciones venideras, aunque sí los añadidos evidentes. No solo eso, sino que podemos encontrarlas en importantes juegos del género lanzados durante el pasado 2023, tales como Age of Wonders 4 o Songs of Conquest, este último aún en Early Access.

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Heroes of Might & Magic 2 está repleto de decisiones que tomar, muchas de ellas especialmente relevantes, y aunque no fuera lo habitual, la primera de ellas tiene que ver con la historia. Su Modo Campaña nos presenta una trama en la que dos hermanos, Archibald y Roland, se disputan el poder heredable tras la muerte de su padre. El malo de esta historia, Archibald, destierra a Roland, que como si de un argumento digno de una obra literaria de fantasía épica -recuerda irremediablemente a Juego de Tronos-, busca recuperar el trono. Dicho esto, antes de comenzar con la campaña tenemos que elegir con cuál de los dos jugar, y esto marcará el resto de la partida.

Y es que si elegimos a Roland, nuestras tropas estarán formadas por lo que podríamos llamar las fuerzas del bien, con guerreros o magos, mientras que por contra, las tropas de Archibald están repletas de seres de ultratumba, como muertos vivientes o brujos. Bien es cierto que tampoco es una decisión crucial, porque una vez terminada la campaña de uno de ellos, podemos jugar con el otro... aunque aquí es donde llega una de las grandes sorpresas. Heroes of Might & Magic 2 esconde detrás mucho más de lo que parece, y es que durante la campaña de Archibald hay un momento que no conviene spoilear, pero que cambia la partida por completo, y que supone un giro sorprendente, teniendo en cuenta el género y la época de que hablamos.

Un juego sorprendentemente actual casi tres décadas después

El desarrollo jugable de Heroes of Might & Magic 2 es el común a muchos juegos que conocemos actualmente, con la salvedad de que este nos lo ofreció hace casi 30 años, claro... Hablamos de dos ramas igualmente importantes, como la gestión y el combate, y la primera está, como decíamos antes, repleta de decisiones que tomar. Tratándose de un juego de estrategia por turnos podemos tomarnos cada una de ellas con toda la calma del mundo, echando un vistazo a nuestros recursos en cuanto a oro, materiales o tropas, y descubrir qué nos conviene más en cada situación.

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A lo largo y ancho del mapa controlamos a nuestras tropas, comandadas por un Héroe (es posible reclutar más durante la partida para cubrir más terreno) el cual tiene sus limitaciones en forma de distancia a recorrer cada turno. En estos descubrimos vetas de oro, minas, totems que nos pueden otorgar experiencia o suerte, enemigos, y por supuesto, castillos, cuya conquista es el fin último del juego. Pero no todo es explorar, ya que con todo lo conseguido por nuestro héroe (o héroes) tendremos que comenzar a hacer de nuestro castillo una fortaleza inexpugnable.

Y es que con la limitación de no solo los recursos, sino también el tiempo -no podemos construir el mismo día varias estructuras aunque tengamos suficiente oro o materiales-, debemos edificar una taberna, una granja y más edificios, además de torretas y defensas para el castillo. Porque después de todo, evidentemente, el nuestro también es objetivo de los ejércitos enemigos.

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Heroes of Might & Magic 2 es el Dark Souls de los juegos de estrategia antes de que existiera siquiera Dark Souls: es endiabladamente difícil. Conviene sin lugar a dudas tener guardadas varias partidas en slots diferentes, porque un pequeño resbalón en cualquier aspecto puede dar al traste con una partida de varias horas. Y esto es basicamente por un motivo, y es que la IA es abusiva, no esperes que cometa un error que puedas aprovechar, porque no lo va a hacer. Si a esto le añadimos la dificultad del combate, la exigencia se multiplica exponencialmente.

El combate no podría parecer más sencillo, a priori. En el lado izquierdo, nuestras tropas; en el derecho, las enemigas, llevándose a cabo por turnos estrictos. Sin embargo, no es tan sencillo como elegir a qué objetivo atacar y ya está, sino que quienes ataquen cuerpo a cuerpo tendrán que tomarse algún turno para acercarse al enemigo, o por contra defender a una unidad especialmente valiosa... Por ejemplo, tal vez queramos situar a 20 jabalíes (el número que aparece junto a cada unidad representa la cantidad de la misma de que disponemos) protegiendo a nuestros únicos 2 magos. Y al igual que decíamos antes, la IA no va a tomar una mala decisión, sabiendo perfectamente lo que tiene o no tiene que hacer, al contrario que nosotros, que como humanos, estamos continuamente expuestos al error.

Hay que sumar un aspecto que le añade más dificultad. Sí, más aún, y es que antes de cada combate no sabemos a qué cantidad de tropas, y de qué tipo, nos vamos a enfrentar. En efecto, afrontaremos una batalla sin saber si será un paseo por el parque o un suicidio, y las consecuencias en caso de ser esto último pueden ser definitivas para el resto de la partida, así que un consejo: guardad la partida siempre antes de cada combate.

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Técnicamente el juego ha envejecido sorprendentemente bien. Con una paleta de colores suficientemente variada, presume de unos diseños de los personajes convincente, aunque algunas unidades están más trabajadas que otras, siendo curiosamente los humanos los peor parados. Sin embargo, por lo que no han pasado los años ni un ápice es por su maravillosa banda sonora, con diferentes temas de corte medieval dependiendo de la situación en la que nos encontremos, y que os apostamos a que acabaréis tarareando.

La gran pregunta: ¿dónde se puede jugar hoy en día Heroes of Might & Magic 2? Evidentemente, en GOG. La plataforma de CD Projekt es la mejor para hacernos con este tipo de clásicos, y aunque no tenga traducción en castellano, podemos encontrar los extras habituales -como un manual de más de 140 páginas-, y habitualmente a un precio completamente ridículo, ya que suele aparecer en diferentes promociones de ofertas por menos de 2 euros. Imprescindible.