Forza Motorsport
- PlataformaXBS8.8PC
- GéneroConducción
- DesarrolladorTurn 10 Studios
- Lanzamiento10/10/2023
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- EditorXbox Game Studios
Review
Forza Motorsport. Xbox Series encuentra su gran simulador de conducción
Turn 10 Studios luce músculo con un soberbio título en el que destaca un apartado gráfico impactante y unas muy buenas sensaciones al volante.
Tras seis años sin un Forza Motosport, Turn 10 Studios ha decido partir de cero y reiniciar la saga para convertirla en el gran referente de la simulación de conducción en la actual generación de Xbox y, por extensión al PC, aunque aquí se encuentra con nombres ilustres como el iRacing o el Assetto Corsa a los que aún no está en condiciones de disputar el título a mejor simulador de pilotaje.
La conducción en primer plano
Dentro de este tipo de juegos se hace hincapié en el número de circuitos, vehículos y categorías que se ofrecen al usuario, que se ve aturdido por un montón de opciones que le llevarían media vida explorar en su totalidad. Pero se pierde el foco en lo verdaderamente importante: las sensaciones al conducir, el placer de coger el volante y sentir como si se estuviera dentro de un coche exprimiendo al máximo sus capacidades para conseguir bajar unas décimas en cada vuelta. Y eso es algo que Forza Motorsport consigue hacer llegar al usuario desde que arranca la primera carrera del juego.
La curva de aprendizaje es muy sencilla y ni siquiera hace falta un tutorial o realizar algunas pruebas para comprender cómo va el juego. Simplemente se encienden las luces, se pisa el acelerador y se abre un nuevo mundo para explorar. En las carreras lo primero que llama la atención es la sensación de que todo se comporta como debe: el agarre de los neumáticos, la aceleración al salir de una curva, el peso del vehículo… Así que afrontamos el primer piano para acortar el vértice la curva y de repente el volante vibra, el coche pierde adherencia y hay que empezar a calcular el coste/ beneficio de cada trazada. Pisamos el acelerador y se nota el impulso en el coche a la vez que oímos como ruge el motor, el sonido va a ser fundamental para descubrir si andamos pasados de revoluciones o si en determinada curva empezamos a perder agarre.
El juego tiene tendencia a sobrevirar por lo que es importante dominar los derrapes si se quiere llevar al máximo las prestaciones de cada modelo. Basta con contra volantear suavemente a la vez que se reduce el gas para mantener en el coche en la pista, en caso contrario las escapatorias, en su mayoría de grava, evitarán en muchos casos un choque directo contra las vallas, aunque a cambio de un tiempo precioso. Aquí no es buena idea salirse de la trazada buena: pisar césped, tierra o grava penalizan de forma importante y en los niveles más altos los errores son irreparables.
Hay un total de 20 circuitos para competir, muchos de ellos bien conocidos por disputarse competiciones de F-1, que ofrecen muchas variantes de conducción: curvas rápidas, enlazadas, cambios de rasante o desniveles importantes como en Laguna Seca. Para aquellos que quieran exprimir al máximo la potencia está Le Mans con sus rectas infinitas en las que algunos coches alcanzan velocidades cercanas a los 400 kilómetros por hora.
Los rivales
En un juego donde las carreras son el corazón, la inteligencia artificial de los rivales marca la diferencia entre un buen simulador y uno mediocre. Aquí de nuevo Turn 10 Studios realiza un trabajo notable: la zona baja de la parrilla resulta asequible y es bastante fácil superarlos sin tener que hacer locuras, se ven algunos buenos detalles como errores y colisiones cuando en las primeras vueltas se rueda apretado. El resto de los competidores siempre tiende a utilizar la mejor trazada posible y en las curvas tapa bien los huecos. La carrera se complica cuando se llega a los primeros puestos, aquí los fallos desaparecen y el ritmo se vuelve endiablado, hay que pilotar muy fino para acceder al podio. Aunque siempre queda el recurso de rebobinar una determinada acción cuando se produce un error y volver unos centenares de metros antes para corregir el fallo. Utilizarlo o no depende de la capacidad de frustración de cada piloto y de la sensación de realismo de la que desee disfrutar.
Forza Motorsport es un vehículo con todo tipo de prestaciones gracias a un completo sistema de ayudas, para los noveles en el género pueden activarse una batería de medidas que ayudarán a disfrutar de las carreras desde un primer momento: indicador de trazada idónea, ayuda de frenada, cambio automático, control de tracción, nivel de dificultad de los rivales e incluso se puede escoger desde qué puesto de la parrilla iniciar la carrera. Todos estos factores incidirán en el premio que se recoja al final, que dependerá también del puesto final, de la limpieza con la que haya disputado la prueba y si se han superado determinados hitos. A ello se une que en cada tramo se valora el pilotaje otorgando puntos en función de no salirse de pista, no colisionar contra los rivales y mejorar el crono. Este sistema de doble evaluación es una novedad revolucionaria ya que informa en tiempo real al piloto si está tomando bien una curva o no y también le notifica si en ese sector mejora o empeora su crono. Esto viene a subsanar un poco la ausencia de datos sobre los rivales, ya que se echa en falta tener una referencia sonora de la diferencia de tiempo sobre los rivales tanto que van delante como de los que van detrás.
Un garaje que haría los sueños de Cristiano Ronaldo
Así que una vez acaba la prueba se dispone de dinero para invertir bien en la mejora del coche bien en la adquisición de nuevos vehículos, hay un total de 500 modelos diferentes con los que poder competir. De inicio están disponibles coches de calle como el Ford Focus, el Wolkswagen Golf o el Subaru Impreza, pero a medida que se disputen carreras el garaje empieza a crecer de manera exponencial. Y no solo en cantidad sino también calidad, teniendo acceso a vehículos de alta competición o de auténtico lujo. Esto implica un dilema que no es menor, seguir con un coche con menos prestaciones, pero en el que se han invertido importantes sumas para hacerlo competitivo, o comprar uno nuevo del que en principio desconocemos su verdadero potencial y si sus prestaciones se adaptarán a nuestra forma de conducir. Si optamos por lo primero renunciamos a la parte coleccionista que impulsa a avanzar en el juego: conseguir esos 500 modelos. Si se escoge el segundo sendero se estará saltando de un coche a otro sin descubrir el verdadero potencial que esconde cada vehículo.
Y este es un factor verdaderamente apabullante: la cantidad de mejoras mecánicas y estéticas de que dispone cada vehículo es para volverse loco. Cada elemento mecánico puede ser alterado adquiriendo mejoras con el dinero, pero nunca se sabe su rendimiento hasta que se sale a pista y muchas veces depende del trazado del circuito si una evolución resulta eficaz o no. Así que se impone un sistema de ensayo y error hasta el infinito. Para aquellos que no dispongan de mucho tiempo, la máquina seleccionará automáticamente las mejoras en función del presupuesto disponible. Menos personal, pero igual de eficaz y con un ahorro de tiempo considerable.
Pero no todo es dinero, para poder evolucionar las piezas hay que subir primero el coche de nivel y eso se logra únicamente echando kilómetros, así que hay que olvidarse de adquirir un nuevo modelo y ponerlo a tope nada más comprarlo. El juego obliga, con acierto, a competir en varias pruebas con él antes de poder evolucionarlo.
La cantidad de categorías que recoge Motorsport es impresionante y harán las delicias de los aficionados del motor. Muchos de los coches míticos de la historia están presentes, desde el nacimiento de las carreras de velocidad (Bugatti Type 35 C 1926) hasta los potentes Hypercars (Automobili Pininfarina Battista 2020), pasando por monoplazas de F1 (Ferrari #1 Scuderia Ferrari 64 1990), leyendas del mundial de rally (Audi Sport Quattro 84) o coches deportivos eléctricos que aún no han visto la luz (Chevrolet Corvette E-Ray 2024).
Visualmente es una bestia
Si hay algo indiscutible es que Forza Motorsport es un juego que entra por los ojos. La recreación de circuitos y modelos es brutal. A ello se unen unos efectos de luz impactantes en función de la hora de la carrera: reflejos en las carrocerías, luces de freno, sombras, deslumbramientos en el cristal si empieza a anochecer… Si eso fuera poco existen también condiciones atmosféricas variables que incluyen lluvia y afectan no solo a la adherencia del vehículo sino también a la visibilidad, el trazado de rayos convierte las pruebas nocturnas y con lluvias en todo un espectáculo de luces y reflejos.
El juego viene con tres opciones gráficas: rendimiento (60 fps sin trazado de rayos), rendimiento con trazado de rayos (60fps con resolución dinámica) y el modo calidad (30 fps pero todo a 4K de salida). En cualquiera de ellas las prestaciones son excelentes y en la más exigente para la consola no se aprecian caídas de rendimiento.
Modos de juego y multijugador
En los modos de juego Forza Motorsport no es muy espléndido, un modo libre y otro principal. Este divide los campeonatos en bloques de tres y cinco carreras y solo tras superarlas se tiene acceso a un nuevo nivel. Xbox ha prometido añadir periódicamente contenido al juego porque ahora mismo los modos se quedan algo cortos.
En cuanto al multijugador hay un competitivo abierto y otro privado con amigos, así como carreras contra el crono de otros jugadores en las que veremos los mejores tiempos como fantasmas. Otra de las buenas ideas que ha implementado Turn 10 Studios es un factor corrector de comportamiento en las pruebas que penaliza a aquellos jugadores online que no respetan las reglas: chocar contras los rivales o saltarse la trazada. Esto hace más sano el clima de las competiciones online a la vez que empareja a jugadores con potenciales similares, aunque hay que pulir el sistema: hay veces que un toque no recibe sanción y echar a un rival de pista son 5 segundos de penalización en tiempo real, sanción más que asumible en determinados momentos.
Y la pregunta del millón: ¿es mejor Forza Motorsport o Gran Turismo 7?
Salvando que son dos productos cuya comparación directa es imposible porque compiten en consolas diferentes, me quedo con que Forza Motorsport es más divertido. Su conducción abarca diferentes estilos de pilotaje que van desde un entretenido arcade hasta un exigente simulador. En vehículos andan parejos, aunque gana por poco Forza, y en circuitos es el juego de Sony quien se impone 32 a 20. Aunque es cierto que Forza va abriendo nuevas zonas a las pistas y Xbox ha prometido incorporaciones periódicas de las que ya están en camino: Yas Marina y Nords.
Algunos puntos por pulir
Como no hay juego perfecto, hay algunos detalles que Turn 10 Studios debe mejorar para aumentar la experiencia de usuario. El más molesto es la necesidad de entrar en la sesión de práctica en cada prueba, aunque nada más aparecer allí se decida renunciar a ella. En las carreras más largas el coche por defecto se configura cargado de gasolina hasta los topes cuando se sabe de antemano que habrá que parar por boxes para cambiar gomas. En las carreras no se penaliza el frenar salvajemente a la entrada de la curva, no hay bloqueo de frenos por lo que se puede intentar un interior fácilmente y ello da una ventaja irreal sobre el resto de los pilotos. Y por último está un comportamiento irreal con lluvia, ya que con los neumáticos adecuados la diferencia de adherencia apenas se nota.
Análisis realizado con un código cedido por Xbox.
Conclusión
Forza Motorsport es un gran simulador de conducción que ofrece al usuario unas sensaciones muy satisfactorias al volante, también con el mando. Se trata de una apuesta a largo plazo en el que va a haber nuevo contenido de una forma recurrente, pero que de partida ya ofrece una cantidad ingente de vehículos con todo tipo de prestaciones. El apartado visual es impresionante, la recreación de los vehículos y los circuitos roza la perfección y la climatología variable y los distintos tipos de luz en función de la hora de la carrera no hacen sino acrecentar la impresión de que se está delante del título que más rendimiento ha sacado a la Xbox Series X.
Lo mejor
- La sensación de realismo que transmite
- Un apartado visual deslumbrante
- Ingente cantidad de vehículos
Lo peor
- Se echan en falta más circuitos
- Sistema de frenado irreal
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.