Dredge, análisis. Una aventura de pesca con tintes de H.P. Lovecraft

La pesca se ha considerado siempre una actividad social para disfrutar de la relajación de la misma entre amigos salvo, claro está, la pesca deportiva o la de comercio. De esta última viven muchas familias de toda la costa de nuestro país y es gracias a ella que también podemos llevar una alimentación saludable que da forma a nuestra dieta mediterránea.

En Dredge tomamos el papel de uno de estos pescadores comerciales aunque su actividad en los mares dista mucho de lo que podrían encontrarse entre las aguas los marineros de la costa gallega, por ejemplo. El mar es siempre peligroso, qué duda cabe, pero los imaginados por Black Salt Games para su juego son aún más de lo esperado.

El mar como nunca antes lo habías imaginado

Dredge es un videojuego de rol y pesca diseñado para todas las consolas de actual y pasada generación así como ordenadores, plataforma en la que lo hemos analizado. Lo interesante de este título es la extraordinaria mezcla que sus desarrolladores han perpetrado aunando dos tipos de género totalmente opuestos como son la caza y captura de peces y un género como el rol. Sin embargo tienen más en común de lo que pudiera aparentar ya que ambos requieren de paciencia, tiempo e insistencia.

Tomamos el control de un pescador que tras un incidente del pasado debe arreglar y mejorar su barco al mismo tiempo que paga las deudas acaecidas tras dicho evento. Sin embargo la pesca en The Marrows, lugar acariciado por los mares que visitamos durante la aventura, no es tan idílica como puede parecer. En sus aguas hay leyendas que atormentan a todos los ciudadanos del lugar y todas guardan parecido con los alucinantes libros de H.P. Lovecraft y sus mitos de Cthulhu. Es decir, horror cósmico, entidades aterradoras y muchos misterios sin resolver.

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El juego avanza como lo haría cualquier otro RPG, con una historia principal sobre la que se asienta toda la trama y las secundarias, la parte quizás más importante del título y que suelta perlas sobre la mitología de The Marrows. Estas son vitales para conseguir dinero con el que mejorar nuestro barco así como sus habilidades. Hay múltiples y algunas pueden hasta automatizar la pesca, aunque siempre teniendo en cuenta la capacidad de nuestro inventario. Un inventario, por cierto, que hay que gestionar eficientemente como si los pescados fueran piezas de Tetris.

Las misiones no solo nos dan a conocer la historia acerca del misterio del videojuego, también nos permite aprender más sobre cómo afecta la misma a los residentes de la zona. Aquellos que amen la literatura de H.P. Lovecraft gozarán del resultado e incluso encontrarán pequeños guiños en el videojuego hacia la obra del escritor americano. Estas nos envían a rescatar tesoros, encontrar artefactos y sobre todo pescar diferentes tipos de peces. Sin embargo el paso del tiempo pesará sobre nosotros y será vital tener el barco preparado antes de cada misión y sobre todo, estar dispuestos a combatir los horrores de la noche y su niebla.

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Cuando el sol se haya puesto, las criaturas marinas serán diferentes, algo más aberrantes y cósmicas de lo que estamos acostumbrados. Hay peligros en cada esquina y la aventura se pondrá más difícil en estos momentos del juego. El único pero que se le puede achacar a la jugabilidad de Dredge es que pone todas sus cartas sobre la mesa relativamente pronto y a pesar de que el título esconde muchas sorpresas, no necesita de mucho tiempo para dejar de seguir ofreciendo mecánicas y situaciones nuevas. Aún así tampoco es un problema ya que su duración no es demasiado extensa, bastará con 10-15 horas de juego para ver los créditos finales.

The Marrows, un lugar lleno de misterios

Hay cinco escenarios diferentes que visitar con diferentes especies marinas y tesoros entre sus aguas. El avance por los mismos se consigue avanzando entre las misiones secundarias y mejorando nuestro barco, lo que asegura que no podamos acceder a una nueva zona sin antes haberlo preparado debidamente. Tras cada misión o pesca obtenemos artículos con los que investigar avances para nuestro medio de pesca; cañas, motor, redes o trampas. Y también, por supuesto, conseguir dinero para pagar la deuda que pesa sobre nosotros.

A pesar de ser un título centrado sobre todo en la captura de peces, Black Salt Games no ha desarrollado una mecánica de pesca demasiado abrumadora sino que se ha limitado a hacer de ella un proceso ágil y sencillo. Una vez hayamos encontrado un nodo de pesca y lanzado la caña, aparecerá un aro con diferentes puntos clave en donde parar el medidor de pesca. Este será más o menos sencillo dependiendo de la criatura que yace sobre el nodo pero nunca será demasiado difícil como para no poder hacernos con la victoria.

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Dredge, como resultado final, es un producto muy bueno, con una calidad artística envidiable y una trama muy interesante. No obstante, muestra sus cartas relativamente pronto, no termina de hilar bien su historia y puede pecar de repetitivo. Al final de la partida lo mejor es la farándula que rodea el archipiélago de The Marrows y los cambios que provoca sobre el escenario. La música es bastante escasa, sabe adaptarse a lo que acontece en la pantalla y poco más. Es de agradecer, por supuesto, que el título llegue en perfecto español.

Muy bien el apartado artístico, tal y como hemos mencionado previamente. Todo lo que aparece en pantalla está hecho de una suerte de celshading minimalista, lúgubre y encantador al mismo tiempo. Sabe crear situaciones y ponernos en situación, valga la redundancia. Y sobre todo es de aplaudir viendo que el número total de desarrolladores de Dredge caben entre los dedos de una sola mano.