Blood Bowl 3
- PlataformaNSWPS5XBOPS4XBSPC4.8
- GéneroDeportes, Estrategia
- DesarrolladorCyanide Studio
- Lanzamiento23/02/2023
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorNacon
Análisis
Blood Bowl 3, análisis PC. Touchdown fallado
Después de un trabajo razonablemente bueno en la adaptación digital del juego de tablero con la segunda entrega y su Legendary Edition, Cyanide suelta la bola en el peor momento.
El cambio de paradigma que ha supuesto la distribución digital online ha terminado por configurar un mercado del videojuego muy distinto al que vivimos en otros tiempos. Como todo, esta evolución del negocio ha traído cosas buenas y cosas malas, aunque tristemente parece que más de las segundas que de las primeras. Este Blood Bowl III que hoy analizamos es buena muestra de todo ello. Tratándose de un videojuego que esperábamos con ansias, debido a lo mucho que nos gusta la propuesta de la saga, tenemos que admitir que nos hemos llevado un chasco mayúsculo con esta tercera entrega. Repitiendo varios de los males del lanzamiento de la segunda parte, y añadiendo muchos otros, estamos ante un título que casi no nos da razones para recomendar su compra existiendo precisamente la alternativa de esa segunda entrega.
Cuando se lanzó en 2015, Blood Bowl II arrastraba varios problemas, y sobre todo tenía el inconveniente de haber recortado mucho contenido con respecto a su primera entrega, para apostar por lanzar dicho material en forma de contenido descargable de pago. Todo ello fue duramente criticado en su momento. El lanzamiento en 2017 de Blood Bowl II Legendary Edition, incluyendo todo el contenido lanzado para la versión base y puliendo las aristas de esta, supuso ya sí una razón de peso para hacerse con el título. Y como ya hemos comentado, nos cuesta horrores encontrar razones para recomendar actualmente la compra de esta tercera entrega, teniendo Blood Bowl II Legendary Edition al mismo precio y pudiendo encontrarlo de forma habitual en las ofertas de las plataformas digitales en torno a los 6 euros, siendo un título mucho más pulido y con mucho más contenido que Blood Bowl III.
Todo ello, pese a un retraso en el lanzamiento de casi dos años, el cual nos hacía albergar esperanzas de que esta vez sí Cyanide se estaba tomando su tiempo para hacer las cosas bien. Por desgracia, lo que hemos recibido es una suerte de Early Access, nada pulido y con faltas flagrantes, que para más inri frente a esas cosas que le faltan sí que tiene implementado un sistema de microtransacciones in game para cosméticos que no tiene pies ni cabeza. Para rematar la faena, el salto gráfico con respecto al anterior, lanzado no olvidemos en 2015, es prácticamente nulo, siendo incluso aquel más vistoso en ciertos aspectos. Todo ello nos duele en el alma, porque una vez enfrascados en los brutales e imprevisibles encuentros de esta peculiar fusión de fútbol americano por turnos con el universo Warhammer disfrutamos como enanos con la propuesta de esta peculiar saga. Pero en vista de un lanzamiento tan desastroso, no nos queda más remedio que dar un severo tirón de orejas a Cyanide en esta ocasión.
Del tablero a nuestras pantallas
Blood Bowl III es una fiel versión digital del popular juego de mesa homónimo. En lo que sí evoluciona con respecto a su antecesor es que implementa las últimas normas y reglas de la versión de 2020 del juego de tablero. Este es uno de los pocos puntos que nos harían decantarnos por esta tercera entrega frente a la segunda, en caso de ser unos fanáticos de la versión de mesa que quisiéramos jugar con dichas reglas. Por si no tenemos ni idea acerca de qué va la cosa, Blood Bowl es una curiosa mezcla de fútbol americano con estrategia por tunos, donde toda acción, salvo el desplazamiento de los jugadores dentro de su rango de movimiento, se realiza mediante tiradas de dados.
Los partidos están divididos en dos partes de ocho turnos para cada jugador en cada una de ellas. El objetivo consiste en anotar más touchdowns que el rival para llevarnos el partido. Conseguiremos un tanto cada vez que uno de nuestros jugadores esté en posesión del balón y alcance la línea de touchdown del equipo rival. Durante cada turno, podremos ir realizando acciones con nuestros 11 jugadores, como desplazarlos por las casillas del campo de juego, intentar recoger la pelota, fintar o agredir a un jugador rival. Seleccionamos el jugador con el que queramos realizar una acción, la indicamos, y se nos mostrará en pantalla la tirada de dados necesaria para que dicha acción sea un éxito, dejando en nuestra mano si decidimos acometerla o no. Para ciertas acciones, tiraremos dados con caras especiales, que dirimirán el resultado de los duelos entre jugadores, por poner un ejemplo.
Si intentamos realizar una acción y no conseguimos la tirada de dados necesaria, además de funestas consecuencias para el jugador que la realiza, nuestro turno acabará instantáneamente y pasará al jugador rival. Es por ello que habrá que estudiar todas las acciones posibles que tenemos en mente para cada turno, y tratar de realizar primero las que tengan más probabilidades de éxito y dejar las más arriesgadas para el final, ya que un resultado negativo en la tirada dará al traste con nuestra planificación de ese turno de manera abrupta. En cualquier caso, el azar es caprichoso, y en ocasiones esa acción que dábamos por segura falla, ocurriendo también lo contrario, que esa jugada desesperada con un margen de probabilidad ínfimo nos sale bien. Esto provoca que los partidos sean una auténtica locura, llenos de acciones inesperadas que pueden cambiar el rumbo del encuentro en cualquier momento. Esta mezcla de azar, con táctica y la enorme profundidad y posibilidades del sistema de juego es algo que nos encanta.
Y ojo, porque la entrada en el mundo de Blood Bowl para el profano no es nada amigable. Porque repetimos, toda acción está sujeta a la tirada de dados, y elementos como la posición de nuestros jugadores y los rivales, las estadísticas de cada jugador y más detalles marcarán las probabilidades de éxito o fracaso. Todas estas variables resultan complejas de asimilar en nuestras primeras partidas, y exigen paciencia por nuestra parte en nuestras primeras horas en el juego. Por poner un ejemplo, algo tan simple como realizar un pase, tendrá una tirada de dados para la ejecución del pase, una tirada para la interceptación del mismo por parte de cada rival en la trayectoria, y otra tirada para la recepción del pase por parte del jugador que lo recibe. Es más, para que un jugador recoja el balón del campo, también se nos marcará un valor de tirada necesarios para el éxito. Y si por ejemplo se nos indica un tres, y sacamos un uno o un dos, el balón volará de nuestras manos, y perderemos el turno, no pudiendo realizar más acciones y quedando a merced del turno del jugador rival.
Un paso atrás
Como hemos comentado, nos encanta la fórmula Blood Bowl, nos parece una auténtica locura y una fuente inagotable de diversión si nos gustan los juegos tácticos pos turnos sometidos a los caprichos del azar y las tiradas de dados. Una vez saltamos al terreno de juego, Blood Bowl III nos ofrece viscerales e imprevisibles encuentros llenos de momentos impagables. El problema es que nos encontramos ante un juego que en casi todo es un paso atrás con respecto a Blood Bowl II Legendary Edition, y que además ha sufrido un lanzamiento propio de un Early Access nada pulido, que hace gala de un sistema de microtransacciones ridículo, y sobre el que pende la sospecha de un abuso descarado de dlc.
Blood Bowl III actualmente solo ofrece 12 equipos frente a los 20 de la Legendary Edition de Blood Bowl II, contando además con omisiones flagrantes. Lo más grave es que parece que se han encontrado 7 equipos ocultos dentro del código del juego, totalmente jugables toqueteando dicho código, y que por supuesto Cyanide se ha guardado para hacernos pasar religiosamente por caja para poder disfrutarlos. Frente a un montón de elementos que faltan, cuyo lanzamiento a posteriori está marcado en una hoja de ruta vergonzosa, para lo que Cyanide sí ha tenido recursos y tiempo de sobra para implementar es un sistema de microtransacciones tan ridículo que cada elemento de equipación que compremos solo podrá ser empleado por un único jugador. Mientras tanto, cosas tan básicas como varias habilidades especiales para los jugadores o un modo espectador están en stand by en la hoja de ruta post lanzamiento.
El modo campaña para un jugador, que ya era bastante soso en la entrega anterior, resulta aún más desangelado en Blood Bowl III, limitándose a ofrecernos una serie de encuentros contra equipos rivales con unas cinemáticas cutres en medio que no consiguen hilar la más mínima trama. Visualmente, tampoco se aprecian en ningún momento los ocho años de diferencia con respecto a la segunda entrega. El título se ve bien, sin alardes, y cumple sin más en lo gráfico. La desidia de Cyanide llega al punto de haber reciclado las líneas de diálogo de los comentaristas de Blood Bowl II. También se han reportado multitud de bugs en las partidas, encontrándonos con situaciones en que la inteligencia artificial se queda pensando atorada hasta el infinito. En definitiva, un lanzamiento nada pulido. En la versión Pc de Steam, no nos han saltado los logros en más de 20 horas de partida.
Torneos, ligas y competiciones
Las posibilidades a la hora de disfrutar de este violento deporte van más allá de la campaña para un jugador. Podremos anotarnos a diversas ligas y competiciones online, y medirnos a jugadores de todo el planeta, o crear nuestros propios torneos. Tendremos la opción de crear y gestionar un equipos, fichando jugadores, mejorándolos con los puntos de experiencia que adquieren en los partidos, y añadiendo diversos elementos a nuestra organización que nos darán ventajas y opciones especiales en los partidos. Aunque un tanto caótica, toda esta parte de gestión también nos ha gustado, y nos pica a jugar y mejorar nuestro equipo para tratar de ser cada vez más competitivos. Afortunadamente, todos los textos en pantalla cuenta con una correcta traducción al castellano.
También contaremos con varias opciones de personalización para nuestro equipo, aunque muchas de ellas están sujetas a ese incompresible sistema de microtransacciones que tanto lastra el juego. Aunque podremos jugar sin conexión a Internet, es casi obligatorio hacerlo aunque optemos por hacerlo en el modo de un jugador, ya que el progreso no se comparte si estamos offline y no podremos emplear esos equipos en el modo online. Otra cosa que no nos ha gustado es el ridículo nivel del que hace gala la inteligencia artificial rival, que en muchas ocasiones opta por decisiones nada lógicas que nos dan mucha ventaja. En definitiva, una ocasión perdida y un título que sí que merecerá la pena jugar dentro de una temporada, tristemente estamos ante otro lunar dentro del universo digital del mundo Warhammer.
Conclusión
Blood Bowl III es un lanzamiento fallido, y un paso atrás con respecto a la segunda entrega tan flagrante que nos hace imposible recomendarlo frente a esta, especialmente si tenemos en cuenta que es habitual encontrarla de oferta por bastante menos de 10 euros. Nos encanta el sistema de juego de Blood Bowl, su fusión de fútbol americano por turnos con tiradas de dados y el universo Warhammer ofrece viscerales e imprevisibles partidos que son un disfrute total si nos va la estrategia sujeta al azar. Desgraciadamente Blood Bowl III ha sufrido un lanzamieto propio de un Early Access nada pulido, ha visto recortado su contenido y ha sufrido omisiones descaradas para ver cómo sí se ha implementado un sistema de microtransacciones que no tiene ni pies ni cabeza. Ni siquiera apreciamos un salto gráfico evidente con respecto al título anterior. Solo el hecho de incluir las reglas actualizadas de la última versión del juego de tablero en que se basa no nos parece razón suficiente para recomendar su compra a día de hoy existiendo la segunda entrega. Una lástima, porque una vez saltamos al terreno de juego, casi conseguimos olvidar esos males con un sistema de juego profundo y único que nos ha hecho disfrutar muchísimo.
Lo mejor
- Un sistema de juego profundo y lleno de posibilidades, sujeto a los caprichos del azar, lo que provoca unos encuentros imprevisibles y divertidísimos.
- Implementa las reglas actualizadas de la última versión del juego de tablero
Lo peor
- Recorte flagrante de contenido con respecto a la entrega anterior
- El estado del juego en el lanzamiento no es óptimo, con bugs y omisiones importantes
- El nivel de la inteligencia artificial rival muy bajo
- Implementa un sistema de microtransacciones abusivo e incomprensible
- Parece que habrá más contenido por dlc del que incluye el propio juego
Mediocre
Podía ser pero no ha sido y tras pasar unos breves minutos con él quedará archivado en la estantería para no jugarlo nunca más. No lo compres, no digas que no te lo advertimos.