Super Mario Bros. Wonder
Review
Análisis de Super Mario Bros Wonder, el regreso triunfal de la saga en 2D
Analizamos Super Mario Bros Wonder para Nintendo Switch, la nueva entrega de la saga en dos dimensiones que supone un nuevo horizonte para el género.
Soltamos el mando mientras contemplamos los créditos de Super Mario Bros. Wonder. Miramos el reloj con sorpresa. Han pasado cuatro horas desde que comenzamos la última sesión y parece como si fuese hace apenas media hora. Mientras aparecen los nombres de sus responsables, recordamos todo lo vivido desde la primera zancada, el primer salto del fontanero en su nueva aventura en dos dimensiones. Llueven los recuerdos en cascada, los momentos de auténtico derroche que nos hicieron vibrar frente a la pantalla. Durante nuestras impresiones ya os adelantábamos el terremoto que se avecinaba en el género. Tras acabarlo, no solo podemos confirmarlo, sino que se coloca en el olimpo de los mejores plataformas vistos en este plano. Así de claro.
Super Mario Bros. Wonder es un ejercicio de reinvención total por parte de Nintendo. Se despoja de la etiqueta New para encontrar un nuevo camino en base a la sorpresa, al descubrimiento. Hay mucho del aprendizaje de Mario en las 3D aquí presente. ¿A qué nos referimos? Sobre todo, a pensar fuera del camino evidente y que siempre haya un input a modo de recompensa o guiño. Es un juego tremendamente cuidado en todos los sentidos, desde lo visual hasta cada preciso movimiento. Es, en definitiva, una entrega redonda. Estos más de 10 años de espera desde New Super Mario Bros. U merecieron la pena.
Flores Maravilla y la reinvención constante
Del Reino Champiñón saltamos (y nunca mejor dicho) al Reino Flor, en el que conviven en armonía tanto lugareños como rostros míticos de la saga... hasta la llegada del malvado Bowser. El pretexto de siempre en la saga asienta el arranque del juego. Pretexto que, además de los elementos básicos de la fórmula, es de las pocas reminiscencias del pasado que permanecen presentes. Super Mario Bros. Wonder busca sorprender al jugador desde el primer nivel, y lo hace a través de las ya reconocibles Flores Maravilla.
No sabes cuándo van a aparecer. Puede que estén detrás de un cubo sorpresa, o llegando a lo alto del escenario donde nadie pensaría que el nivel transita por ahí. Pueden estar en cualquier parte, y esa es una ventaja que explota de principio a fin. Al eliminar las cadenas del cronómetro, los niveles ganan en profundidad, tienen más longitud y es más habitual ver que el camino es tan solo una guía hacia los contenidos secretos. Cuando descubres una Flor Maravilla contemplarás una flor de la que brotan áreas de color de todo tipo. En el momento que la toques comenzará un breve pero intensísimo viaje por lo que resta de escenario.
No queremos entrar en detalles sobre lo que sucede en cada una. Descubrirlos por ti mismo es la verdadera salsa del juego, la clave que alimenta querer descubrir qué hay más allá. Lo que sí podemos decir es que muchas cambian el nivel de formas que jamás imaginarías; otras, en cambio, activan ciertos minijuegos que alteran lo que en un primer momento parecía una pantalla normal. Se reinventa constantemente.
Siempre hay un paso más allá. Si creías que lo habías visto todo a llegar al tercer mundo, por mencionar uno, estás muy lejos de la realidad. Descubrir sus efectos termina convirtiéndose en uno de los objetivos que te autoimpones durante la aventura. Resulta adictivo. Nos ha sido imposible evitar soltar una carcajada ante algunos efectos. No podíamos creer que estábamos viendo a Mario en situaciones nunca vistas en la saga. Las Flores Maravilla son el combustible que alimenta las genialidades de Super Mario Bros. Wonder. Al completar su sección logras una Semilla Maravilla, que complementa a la que obtienes al terminar con éxito un nivel. El montante de semillas que obtienes es la llave para abrir los niveles que permiten avanzar la historia principal.
Las nuevas formas de Mario
Desde que Mario mostró su trompa como elefante, el potenciador se ha convertido en la imagen destacada de Super Mario Bros. Wonder. Su contundencia visual se traslada de igual forma a los mandos. Al tomar la elefanzana, Mario o cualquier personaje que elijas tomará la fuerza del animal para extender las posibilidades a nivel de control en múltiples formas. Por ejemplo, cuando pasas por una fuente de la que brota agua, la trompa lo absorbe. Si ves una planta marchitada, puedes soltar un chorro sobre ella para que broten todo tipo de objetos. También tiene otras funciones que no desvelaremos y que influyen directamente en tu paso por los niveles.
Uno de nuestros favoritos es el champitaladro. Cuando lo adquieres, Mario puede colarse debajo de la tierra cual topo para poder coger por sorpresa a los enemigos, destruir estructuras e incluso excavar en el techo. Es un potenciador que permite bastantes posibilidades a nivel jugable. Ya sea para derrotar enemigos con caparazón o colarte en zonas imposibles de otra manera, en cuanto lo absorbes se convierte en un aliado imprescindible de tu surtido de recursos.
El trío de novedades en este sentido lo completa la flor burbuja. El fontanero y sus amigos se visten con un traje especial que les permite soplar para generar enormes burbujas. En un primer momento crees que su uso está centrado en acabar con enemigos de manera fácil. En cuanto una burbuja entra en contacto con uno, queda atrapado para siempre. La sorpresa (de nuevo) es que las burbujas tienen su propia física. Si eres hábil puedes crear plataformas de salto improvisadas que te den un impulso necesario cuando la situación lo requiera. Es un añadido top.
Algunas de las clásicas siguen presentes, como la flor de fuego, el champiñón y la estrella, pero las nuevas toman todo el protagonismo. Nos ha sorprendido que el número de potenciadores por nivel es menor en proporción a los que obtenías en la última entrega. Por ejemplo, si una sección está dedicada al champitaladro, lo lógico es que recibas una al poco de comenzar el nivel. Pero no levantes la guardia: si la pierdes, es bastante probable que no vuelvas a recibir otra. Hay pequeños ajustes en la dificultad que hacen que la experiencia sea más desafiante que en el pasado.
Insignias y el valor de amplificar el control
Si señalábamos con anterioridad el impulso que los potenciadores realizan a nivel jugable, la introducción de las Insignias eleva todavía más las posibilidades. En la práctica este sistema te permite añadir una capa extra al surtido de acciones que puedes realizar controlando a tu personaje. Aunque no podemos señalar el número concreto de habilidades disponibles, sí que podemos tratar algunas de nuestras favoritas.
Lanzaparras, por ejemplo, te permite lanzar una especie de gancho sobre cualquier superficie que se encuentre frente o tras de ti. Cuando quieres encadenar un salto entre muros que tienen una distancia más grande que el que puedes cubrir saltando, utilizas la acción y salvas el hueco. Otro de los que más hemos utilizado ha sido Gorra Paracaídas, que como su propio nombre indica nos permite utilizar la gorra como elemento para descender lentamente para llegar a zonas más alejadas por debajo de nuestra posición. También queremos destacar el Gran Salto Agachado. Al agacharte, cargas un salto que te hace ascender mucho más que de normal.
Puedes llevar una insignia a la vez y solo se pueden cambiar antes de comenzar un nivel. Su presencia altera lo suficiente la jugabilidad base. Evidentemente muchos tramos están pensados para llevar una en concreto, pero la clave de su presencia es que puedes utilizar otras similares para cumplir la función, o simplemente huir de utilizarlas. Si eliges este último camino las cosas se pondrán un poco más difíciles, por lo que te recomendamos que siempre tengas a mano la insignia recomendada de cada mundo.
Este sistema ocupa de alguna manera la mecánica que alteraba el control según al personaje que seleccionaras. Ahora todos tienen el mismo set de movimientos, inercia y velocidad de base. Los únicos que ofrecen cambios son Yoshi, Yoshi rojo, Yoshi amarillo, Yoshi celeste y Caco Gazapo. Los 5 ocupan el hueco de modo fácil: no sufren daño, pero no aprovechan los potenciadores.
Diseño de niveles que aprende de Mario en 3D
Volvemos a girar sobre la misma idea. Que nos haya separado una década para tener un nuevo Mario principal en las dos dimensiones no es casualidad. Por el camino, Nintendo ha reforzado su plantel con plataformas en las tres dimensiones imbatibles. Super Mario 3D World y Super Mario Odyssey son la prueba de que su estado de forma en esta perspectiva no tiene rival. Si entráramos en señalar sus virtudes, muchos de los elementos presentes en ambos títulos destacan también en Super Mario Bros. Wonder.
Nos encontramos con un diseño de niveles que prima la exploración. Pese a que el avance es lateral, sus responsables han sabido llevar más allá la fórmula para que los escenarios sean más ricos en posibilidades. Tampoco podemos entrar en detalles sobre ello. Sí podemos decir, de forma general, que abundan secretos, rutas secundarias que complementan la acción que aparece en el camino principal.
Durante muchos momentos parece un constante rompecabezas. Va más allá de clavar saltos y sortear enemigos. Es un juego muy cuidado en la relación acción/reacción. Sabes que al llevar a un enemigo a un lugar determinado va a encadenar una reacción que dará pie a que emerja una oportunidad jugable. Poder pararte a completar estos momentos, o simplemente probar combinaciones donde crees que puede haber un secreto, es un lujo antes imposible en esta perspectiva. Decidir romper con el cronómetro es la decisión que ha influido a la apertura de los niveles. Y bajo nuestro juicio, acertada. Lo que sí debemos apuntar en negativo son los jefes. Hay pocos combates de este calado, y los subjefes son un poco flojos. Es una pena, porque algunos proponen mecánicas divertidas. Completarlo nos ha llevado 15 horas sin ser completista. Todavía tenemos mucho camino por recorrer.
Debemos destacar los cambios que se han realizado en el control de los personajes. Es perfecto. Probablemente estemos ante el Mario 2D que mejor se controla dentro de la vertiente moderna. Se ha eliminado la exagerada inercia que mostraba la rama New para apostar por un sistema que permite más correcciones en el último segundo. Se controla de maravilla. Sientes que estás adaptado desde el primer nivel.
Derroche visual y un multijugador sólido
Cuando nos referimos a entrega redonda lo hacemos porque a todos los niveles da su mejor versión. En lo visual no sería menos. Super Mario Bros. Wonder se ejecuta a 60 frames por segundos sólidos. Incluso en los momentos de estrés, que no son pocos, se mantiene en la tasa objetivo. Pero lo sorprendente es que en el frente a frente, esta entrega muestra en pantalla muchos más efectos y enemigos respecto a las últimas ediciones.
Es un juego mimado en elementos que muchas veces pasan desapercibidos entre el gran público. En animaciones, por ejemplo, muestra una enorme gama de movimientos nuevos que hacen que algunas escenas sean más naturales. Acciones tan míticas como meterte en una tubería activan gestos de los personajes que no habíamos visto nunca. Transmite la búsqueda por hacer que esta entrega también sea un deleite visual.
En el plano multijugador las cosas se mantienen en su sitio. Permite compartir la aventura en local o a través de internet con hasta 4 jugadores. Nos ha parecido genial la introducción de las siluetas del pasado. Si juegas conectado a la red, verás que en los niveles aparecen los movimientos de otros jugadores al mismo tiempo que tú recorres el escenario. No solo sirven como guía en caso de que te atasques, también pueden revivirte si los tocas tras morir. Tendrás 5 segundos en modo fantasma para poder mantener tu run sin gastar una vida.
Conclusión
Super Mario Bros. Wonder llega como el nuevo listón para la saga en dos dimensiones. Nintendo reinventa una fórmula tras el aprendizaje de todos estos años en la rama 3D. Es un juego diverso, retante, repleto de sorpresas y que se mantiene en constante ascenso de inicio a fin. Es un derroche jugable y visual, lo que le convierte automáticamente en un título imprescindible para Nintendo Switch y cualquier amante del género. Solo la escasez de jefes le separan del paso definitivo para la matrícula de honor.
Lo mejor
- La cantidad de sorpresas que aportan las Flores Maravilla. Siempre hay un paso más allá.
- Excelente diseño de niveles que recibe influencias de la rama 3D.
- Los nuevos potenciadores amplían las posibilidades a nivel de control.
- Repleto de contenido. Tienes niveles y niveles para rato.
- Derroche visual y jugable. Es un juego cuidado en todos los sentidos.
Lo peor
- La escasez de jefes y algunos no están a la altura.
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.