Splatoon 3: La cara del orden
Review
Análisis de Splatoon 3 La cara del orden, el complemento ideal de un shooter fantástico
Analizamos la gran expansión de Splatoon 3, que ya se encuentra disponible en Nintendo Switch.
Tras conquistar la Torre del Orden tenemos claro una cosa: ningún amante del shooter puede perderse esta expansión. Splatoon 3 – La cara del orden nos lleva a una reinterpretación de la estructura del juego alrededor de las bases de un roguelite. Es un complemento de la experiencia para un jugador que asume el potencial de la fórmula y la lleva a surcar nuevos horizontes. Atrapa desde el primer nivel y no te suelta hasta completar la incursión. Pese a cierta repetición de algunos niveles, estamos plenamente satisfechos con su versión final.
Acción sin pausa: no hay descanso para la tinta
Durante nuestras impresiones os comentábamos la estructura que tomaba la Torre del Orden, la enorme edificación que buscaremos conquistar de incursión en incursión. Decíamos que apuntaba “a ser colosal” y en efecto es así. Cada piso de los más de 30 niveles que ofrece son un pequeño desafío que va creciendo no solo a medida que llegamos más lejos, sino también dependiendo del camino que queramos transcurrir.
Todo se determina en base a los chips. El arma que escojamos estará ligada a una paleta que rellenar con potenciadores de habilidad que se suman a cada piso que escalamos. Antes de comenzar el nivel tendremos que escoger entre tres desafíos de diferente dificultad. Algunos podrán llevarte por un curso más difícil, pero quizá te conviene más tener a la bonificación a la que está ligada. Tú eliges qué tipo de experiencia quieres tener. Mayor cadencia, posibilidad de cargar el tanque de tinta más rápido... su presencia es clave para poder afrontar los pisos de mayor reto.
Evidentemente este progreso se va alterando conforme vamos sumando más incursiones. A medida que alcanzamos ciertos hitos de progreso, además de la puntuación final que consigamos en una ruta, sumaremos una divisa llamada perlas. Con ella puedes adquirir mejoras permanentes que complementan a los chips. Podremos mejorar el número de vidas disponibles en cada intento, o la salud de nuestro personaje. El abanico de mejoras es variado y en constante expansión con el paso de las incursiones. Incluso con las perlas puedes volver al punto donde caíste en alguna de tus últimas partidas. Es caro, como no podía ser de otra forma, pero ayuda a que puedas tener una segunda oportunidad.
Y es que querer continuar con una incursión va más allá de buscar llegar hasta el final para enfrentarte al último jefe. Volvemos a las paletas. Cada conjunto de equipamiento está ligado a un número de llaves que desbloquear cuando alcanzamos un piso concreto. Si conseguimos las tres llaves con el lanzatintas dual, por poner un ejemplo, buscaremos hacer lo propio con el rodillo. Este objeto se utiliza en las taquillas previas a la Torre del Orden para desbloquear nuevas paletas, cápsulas de historia y cosméticos que llevar al resto del juego.
Parte de la rejugabilidad cae precisamente en ese lado. Queremos dominar cada incursión con todas las armas disponibles. El camino que se genera a cada ruta es diferente al anterior, aunque sí echamos en falta un poco más de variedad de niveles en la primera parte de la Torre. Una vez vistas las alternativas que se ofrecen la sorpresa se disipa. También se echan en falta una mayor variedad de enemigos (alrededor de 12). Los arquetipos que están presentes abarcan todos los rangos de combate, pero esperábamos alguna sorpresa más allá de los jefes, que son excelentes.
Completar la expansión depende de la habilidad del jugador y hasta qué punto quieres llegar. En nuestro caso hemos abierto más de la mitad de taquillas en unas 10 horas. Como en todo buen roguelite, el final es tan solo el principio: hay motivos de peso para poder rejugarlo y continuar disfrutando de un contenido de calidad.
Conclusión
Splatoon 3 – La cara del orden es un complemento fantástico de la experiencia de esta tercera entrega. Llevar las bases de su fórmula al roguelite le sienta realmente bien. La Torre del Orden es un desafío constante que pone en práctica todo lo que hemos aprendido durante estos años. Aunque se eche en falta una mayor variedad de niveles, el reto creciente al que nos enfrenta es una auténtica delicia.
Lo mejor
- La manera en la que pone en práctica lo aprendido durante estos años.
- El reto constante a cada piso de la Torre del Orden.
- Tiene motivos de peso para rejugarlo; cada arma cambia la forma en la que te enfrentas a los niveles.
Lo peor
- Falta una mayor variedad de estructura de niveles en la primera mitad.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.