Review
Análisis de Madden NFL 26, una entrega que no conviene pasar por alto
EA Tiburon ofrece en esta ocasión una experiencia capaz de satisfacer al fan más exigente de la NFL.
Hay cosas que nunca cambian en la NFL. Joe Burrow debe deberle dinero a los miembros de su línea ofensiva, los Ravens son los eternos favoritos -y se quedarán a las puertas-, los Jets no tienen remedio... Bueno, algo sí va a cambiar esta temporada: los Chiefs definitivamente no son lo que eran y Electronic Arts ha espabilado con su simulador de football. Efectivamente, Madden NFL 26 es una de las mejores entregas en mucho tiempo en todos los aspectos, y aunque es el juego deportivo con menús más engorrosos y menos intuitivos, el paso adelante en esta ocasión es más que evidente.
Lo es principalmente porque en términos de IA el progreso es enorme, gracias a dos de esos términos que se utilizan a menudo en los simuladores deportivos, y que frecuentemente quedan en agua de borrajas. Por un lado, hablamos del QB DNA, que no significa otra cosa que un comportamiento realista en los quarterback de la liga. De este modo, Mahomes y Allen serán capaces de hacer pases imposibles en movimiento, Lamar Jackson esquivará defensas con una facilidad pasmosa y Aaron Rodgers o Matt Stafford apenas se moverán un centímetro dentro del pocket.

Esto va más allá del aspecto estético y de presentación -que en general es sobresaliente en el juego-, sino también en cuanto a la estrategia defensiva. Nuestra defensa tendrá que tener en cuenta las capacidades del QB rival, y saber utilizar el blitz con inteligencia para meter presión, pero también mantener un linebacker o defensive back atentos si la “víctima” es un buen scrambler como el propio Jackson, Hurts o Fields.
El otro término, que va a ser decisivo en el modo Franchise, es el Coach DNA. Este repercute de manera definitiva, ya que se basa en un sistema de arquetipos según el cual podemos ser gurús de ataque o defensa, especializarnos en desarrollo de jugadores, etc... A largo plazo, a lo largo de varias temporadas, tendrá consecuencias en el progreso de nuestros jugadores, así como en la predisposición -o falta de ella- de los agentes libres al firmar por nuestra franquicia.

Siendo justos, Franchise este año es más completo que nunca. A este sistema de entrenadores hay que sumar cierta vertiente narrativa mediante la que entablamos conversaciones con nuestros jugadores. Todos ellos tienen un ego que necesita ser satisafecho, y si nuestro receptor estrella no recibe suficientes balones va a tener quejas. También puede darse el caso de que un rookie quiera desde ya mismo el puesto de un veterano, pero habrá que exigirle rendimiento inmediato... En definitiva, una serie de situaciones que si bien no son muy profundas, sí otorgan una variedad inédita en un modo de este tipo.
Igualmente, es posible desarrollar habilidades específicas y planificar entrenamientos con mayor precisión no solo en el head coach, sino también en coordinadores: de ataque, de defensa, y de equipos especiales. También, la estrategia semanal permite plantear los partidos con más detalle que nunca según las fortalezas y debilidades del rival. En resumen, sabiendo que Franchise es el mayor pozo de horas para los jugadores de Madden, muy por encima incluso de Ultimate Team, EA ha puesto toda la carne en el asador para ofrecer un modo repleto de posibilidades y contenido.

Las mejores sensaciones sobre el verde en años
Es probable que nos vayan a llamar la atención las anotaciones inusualmente altas que vamos a conseguir en los primeros partidos. Es normal, ya que como avisamos antes, los quarterbacks son más letales que nunca, al menos los de la élite. Nada que no se pueda solucionar a través de los múltiples sliders con los que contamos, claro, reduciendo el Pass Block, pero indudablemente lo que vamos a necesitar disminuir será el QB Accuracy si no queremos que cada partido se vuelva una verbena.
Aunque la calidad de los QB sea más importante que nunca, eso no quiere decir que no sea también clave nuestra habilidad al mando, más que nunca de hecho. La línea defensiva y los linebackers que llegan en blitz son más voraces que nunca, así que nos exige habilidad en el pocket. No solo eso, sino que tenemos una nueva modalidad de pase a través de un medidor, un poco al estilo del medidor de tiro de NBA 2K, y que tiene en cuenta la fuerza de nuestro lanzamiento. Si nos pasamos y llegamos al punto rojo, el balón pasará de largo de las manos del receptor, con un altísimo riesgo de una intercepción.

En el juego de carrera, a no ser que controlemos a un tanque tipo Derrick Henry, la paciencia a la hora de esperar a que nuestra línea abra huecos es imprescindible. De lo contrario, si arrancamos a lo loco tras el hand off, lo más probable es que la jugada termine con un tacke for a loss. En resumen, Madden NFL 26 da más herramientas al ataque que nunca, pero también exige un alto control de las mismas para sacar el máximo provecho.
Mención aparte merece el apartado visual, seguramente, el mejor de la historia de la franquicia. Técnicamente la saga ha tocado techo, y al igual que en la temporada pasada, se ve favorecida por el abandono definitivo a la anterior generación. Esto juega a favor de una de las grandes dificultades de simular el football, como son las constantes colisiones, y que EA Tiburon ha conseguido solventar con éxito, pero también a la presentación más espectacular posible. Cada estadio, cada jugador, cada horario de partido... tienen sus características propias, y consiguen una inmersión sobresaliente en el día de partido.

Conclusión
La historia de las sagas deportivas es una montaña rusa en la que hay entregas fabulosas, otras continuistas, y otras mediocres. Madden NFL 26 se encuentra, afortunadamente, entre las dos primeras, y es que a un gameplay más profundo que nunca le suma el mayor control del jugador visto en los últimos años. Además, técnicamente se nota más el desarrollo exclusivo para la presente generación que en la pasada temporada, lo que apoya a una presentación más espectacular que nunca. En cuanto a contenido, tenemos una de cal y una de arena, ya que mientras Ultimate Team y Superstar no terminan de convencernos, por suerte Franchise goza de una magnífica profundidad. Si los fans de la NFL juegan de manera salteada a la saga, este Madden NFL 26 no es una entrega que deba ser ignorada.
Lo mejor
- Técnicamente sobresaliente, sobre el césped y en unas presentaciones más espectaculares que nunca.
- Mucho control al jugador en el juego de pase y carrera, exigiéndole también más habilidad.
- Varias mejoras en el modo favorito de los fans, Franchise.
Lo peor
- Los menús siguen siendo poco intuitivos y lentos.
- Ultimate Team sigue sin ganar peso dentro de la oferta de contenido.
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