Análisis de Let Bions Be Bygones, un apabullante espectáculo cyberpunk

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Let bions be bygones basa gran parte de su apuesta en una apabullante puesta en escena, empleando un curioso pixel art con efecto tridimensional y muchas luces de neón para plasmar en pantalla su interesante fusión de ambientación cyberpunk y cine noir. Estamos ante un juego casi puramente narrativo, con alguna reminiscencia del género de la aventura gráfica, pero que en última instancia deja casi todo el protagonismo en la narrativa y en la selección de diálogos. Guardando las distancias, porque ni de lejos llega a las cotas de excelencia de aquel, podríamos decir que estamos ante una suerte de Disco Elysium de ambientación noir y futurista.

Por desgracia, al título se le nota que es un proyecto humilde realizado por un grupo de apenas 5 personas, bajo el nombre de Bohemian Pulp, facturando un videojuego al que se le notan las costuras y que hace gala de varios defectos propios de una obra primeriza. Estamos ante un título atractivo, con una magnífica ambientación y un apartado gráfico de lo más interesante, pero a la vez tenemos un juego lleno de clichés, muy predecible, y lleno de asperezas que comienzan con una interfaz de usuario muy mejorable. Teniendo en cuenta lo ajustado de su precio de lanzamiento, 14,99 euros, estamos ante un título recomendable para los amantes de la ciencia ficción y el cyberpunk que busquen un título narrativo, sencillo y sin excesivas pretensiones.

Elige tu futuro distópico

El protagonista del título es el inspector privado caído en desgracia John Cooper. Acosado por las deudas, debe volver al negocio para resolver un último caso que le permita tener un retiro dorado. En concreto, deberá encontrar a una chica procedente de las zonas ricas del planeta, la cual se ha perdido en el inframundo que son los barrios bajos del planeta Terrahive. Dicho mundo representa el típico futuro distópico que comienza a estar más que presente en el medio, y si bien está retratado de manera soberbia, comienza a perder algo de frescura. La historia resulta interesante, tiene un marcado aire noir, y los personajes funcionan y tienen buenos diálogos. Pero, por otro lado, la trama resulta muy predecible, está desarrollada de manera un tanto confusa, y el último tramo denota las prisas propias de tener que terminar un proyecto humilde que se ha alargado en exceso, dejando un final apresurado y un tercer acto anecdótico frente a lo que prometía.

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La chicha del juego radica en su sistema de diálogos, lleno de decisiones que bifurcan la trama del juego en diferentes caminos. Dichas decisiones permiten que nuestro detective desarrolle una personalidad entre 3 diferentes: científica, empática y directa o propia de un hombre de acción. En función de la personalidad desarrollada, se abrirán diferentes opciones en los diálogos, y ciertos eventos tendrán un porcentaje de éxito basándose en las mismas. El sistema a priori es interesante, pero funciona de manera un tanto extraña. Nunca queda muy claro qué decisiones remarcan un tipo de personalidad, ni cuál es la predominante para el personaje. Se muestran varias opciones de diálogo no disponibles según los casos, y en general el sistema resulta confuso.

A mayores de este sistema, habrá diferentes opciones para avanzar en la aventura, según cómo desarrollemos nuestras pesquisas. Pese a que el juego no cuenta con un inventario propiamente dicho, habrá situaciones donde obtengamos diferentes objetos que nos permitirán resolver varias situaciones de diferentes maneras. El objetivo de los creadores del juego es fomentar la rejugabildiad, ya que estiman que el juego nos plantean más de 1000 elecciones que bifurcan la trama, la cual puede desembocar en uno de los ocho finales posibles con que cuenta el juego. El mismo dura entre las 4 y las 5 horas. Por desgracia, en el momento de realizar este análisis el juego no cuenta con traducción de sus textos al castellano, estando estos únicamente disponibles en inglés.

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Interfaz mejorable

El título se desarrolla en escenarios donde solo podemos desplazar al personaje de en un único plano, de izquierda a derecha y viceversa. El manejo se realiza con puntero, y los elementos con los que se puede interactuar aparecen resaltados con un círculo blanco. Otro de los problemas del juego es que dicha interacción resulta bastante tosca, a veces es complicado clicar con el ratón con el objeto o el personaje con el que queremos interactuar, ya que no están correctamente delimitados. El hecho de carecer de un inventario propiamente dicho es problemático, por el hecho de que en ocasiones no tenemos claro qué objetos portamos o no, y en general la manera del juego de comunicarse con el jugador es mejorable, demasiado tosca y con elementos propios de un juego amateur.

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Los diálogos se despliegan en una interfaz situado a la derecha de la pantalla, de tamaño ajustable, ya que el disponible por defecto resulta minúsculo y muy poco práctico. Hay conversaciones que se repiten, con acciones que no deberían hacerlo, y multitud de imperfecciones aquí y allí. Los escenarios son muy, pero que muy reducidos, encontrándonos en cada uno de ellos muy pocos personajes o elementos interactuables. Varios de ellos tienen una dimensión de literalmente 10 pasos.

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Lluvia y luces de neón

El que quizá sea el punto fuerte del título es su soberbio apartado visual. Se ha apostado por un pixel art muy atractivo, con unos escenarios con varios planos de scroll que hacen gala de mucha profundidad, y los cuales están además poblados de detalles y vida. La representación de este futuro distópico cyberpunk es maravillosa, y sin duda justifica disfrutar del título si somos amantes de las mismas. Cierto es que algunos elementos están excesivamente pixelados y tienen un acabado un tanto tosco, pero el efecto es el buscado, y el acabado conseguido es muy personal y distintivo. Como no podía ser de otra manera en un título de esta ambientación, la lluvia y las luces de neón son omnipresentes, y la representación del entorno es sucia y decadente. La iluminación y la paleta de colores empleadas dan un toque magnífico a los gráficos del juego, y la dirección artística elegida es un acierto.

Dentro del apartado sonoro nos encontramos una chocante dicotomía en el doblaje de los personajes, ya que el trabajo en algunos es excelente, caso del protagonista, pero en otros chirría un tanto con actuaciones que no acaban de resultar convincentes. La banda sonora no consigue brillar, y está en todo momento en segundo plano sin conseguir demasiado protagonismo. El juego ha tenido varios bugs y fallos de programación en su lanzamiento, aunque hay que destacar el constante trabajo del pequeño equipo detrás del juego para ir puliendo todos estos defectos. Aunque todavía quedan cosas por mejorar, el título es mucho más estable y funcional de lo que fue en sus primeros días.

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