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Análisis de Kimetsu no Yaiba -Sweep the board: ¡que no pare la fiesta!
La saga de anime se reinventa para ofrecernos una experiencia ludicofestiva que deja atrás el combate y nos ubica en el centro del tablero, con las comodidades de las consolas modernas.
Kimetsu no Yaiba arrasa con todo. La obra de Koyoharu Gotouge, que continúa reinando en las plataformas de streaming y más allá, amplía este mes sus fronteras con la llegada de un nuevo videojuego. Tras debutar de forma exclusiva en Nintendo Switch hace unos meses, Kimetsu no Yaiba - Sweep the Board se traslada ahora a las consolas actuales. Aunque con un ligero retraso, el título aterriza en el resto de las plataformas, incluyendo todo el contenido descargable lanzado en los últimos meses.
A cargo de SEGA y CyberConnect2, el estudio responsable de Dragon Ball Z: Kakarot, Naruto: Ultimate Ninja y Asura’s Wrath, llega Sweep the Board, un juego de mesa digital que sigue la línea de los clásicos Mario Party. Una cosa a celebrar es que llega completamente traducido al español (con voces en inglés y japonés), algo que no teníamos seguro con SEGA, pero parece que el estudio se está poniendo más las pilas en este aspecto.
El título ya está disponible en Xbox, PC y PS5 y llega justo a tiempo para aligerarnos el calor del verano en compañía de amigos y familia. Si aún no tienes planes para estas vacaciones y quieres avivar tu espíritu competitivo (y otaku), aquí tienes la solución perfecta.
Mecánicas clásicas con esencia otaku
Inspirándose en la fórmula del rey de los juegos festivos, Sweep the board nos lleva a un tablero similar al juego de la oca, donde los dados dictan el avance y los premios se acumulan a lo largo de las casillas, incluyendo en el camino numerosos minijuegos. Manteniendo la estructura clásica de los juegos del género, podemos sumergirnos en sesiones de 5 o 10 rondas, ya sea en compañía de amigos en local, online o desafiando a la CPU.
Rompiendo con la tradición de Mario Party, donde las estrellas son el objetivo, en Sweep the board nos ofrecen un nuevo reto: aquí, lo que importa es la reputación de los cazadores, construida al cumplir las misiones dictadas por los cuervos mensajeros (Kasugai) y al triunfar en pruebas y enfrentamientos con demonios. Una vez los turnos finalicen, el jugador que acumule más puntos se hará con la victoria.
Con 12 matademonios a elegir
Antes de nada, crearemos la partida eligiendo el número de turnos y ajustando la dificultad, lo que marcará tanto la duración como la intensidad del juego. Una vez hecho esto, seleccionamos el tablero y los personajes que nos acompañarán en la aventura. Con una lista de 12 personajes disponibles, entre ellos Tanjiro, Inosuke, Zenitsu y los Pilares, cada uno tendrá su propio dado y habilidades especiales en partida. Lamentablemente, Nezuko no será un personaje jugable, aunque su ayuda estará disponible cuando ocupemos la última posición, otorgándonos recompensas extra.
¡Tira el dado y avanza!
Todo es bastante intuitivo. Por turnos tiraremos los dados, recorreremos el escenario de cada uno de los cinco tableros, y al acabar cada ronda, nos retarán a un minijuego. Esto nos permitirá ganar monedas Kimetsu, que sirven para sumar en la puntuación final, mientras aumentamos los puntos de rango, que son nuestro principal objetivo. En el camino, nos podemos encontrar con casillas que pueden hacernos ganar o perder monedas, otorgar personajes de apoyo con bonificaciones o comprar objetos adicionales.
Todo esto se complementa con los dados personalizados, donde cada personaje tiene el suyo propio. Por ejemplo, Himejima, el Pilar de la Roca, ofrece tiradas de dados altas, mientras que Tengen introduce un elemento de riesgo al 50%, con la posibilidad de sacar un 12 o un 0 en cada lanzamiento. Otros personajes, como Mitsuri son más propensos a obtener más monedas Kimetsu, mientras que otros, como Tanjiro, serán más estables en sus tiradas de dados. A mayor riesgo, la recompensa puede ser mayor, aunque también aumenta la probabilidad de no avanzar o perder monedas.
Con un total de hasta cinco tableros, los escenarios adaptan varios arcos de la serie, alineándose con su estética habitual. Desde Asakusa y el monte Fujikasane en el primer tablero hasta la Aldea de los Herreros en el tablero 5, todos los escenarios del manga se trasladan en el juego, con un fanservice que no solo destaca a los héroes que manejamos, sino también a los aliados que intervienen esporádicamente (mercaderes, personajes de apoyo, enemigos, etc) para añadir más variedad a nuestras partidas.
Los tableros nos ofrecen un aliciente interesante, ya que tendremos a disposición diferentes medios de transporte que acortan mucho el trayecto por el tablero, aunque estos nos costarán dinero. Cada escenario tiene su propio transporte acorde a su temática, como los barcos que nos llevan de Asakusa a ciudad noroeste, los carruajes del distrito del placer o el tren Mugen que recorre las vías. Cada tablero tendrá sus particularidades, y también distintos ciclos de día y noche, cosa que nos ha gustado especialmente.
Cazar demonios es mi pasión
En cada partida tendremos ciclos diurnos y nocturnos, aunque estos no se activarán por defecto, lo tendremos que hacer nosotros. El primer jugador que active la casilla marcada por el cuervo Kasugai desencadenará la caída de la noche en el tablero, lo que conllevará cambios en las fichas y dinámicas del juego. Esto implica que dejaremos atrás el modo diurno, con su carácter desenfadado y centrado en los desafíos, para adentrarnos en el modo nocturno, donde nos tocará combatir contra algunos de los demonios más conocidos de la serie.
La llegada de la noche nos enfrentará a numerosos jefes de la zona, luchando contra demonios y lunas superiores (como Akaza, Gyutaro, y otras caras conocidas) a través de varios QTE. Al derrotar a los enemigos, el tablero volverá a su fase diurna, presentando nuevos personajes, eventos y desafíos. Al final todo sigue el mismo patrón: activamos la noche, derrotamos los demonios y volvemos a empezar hasta finalizar los turnos.
Diversión asegurada con los minijuegos
Sweep The Board incluye 35 minijuegos (la mitad que en Mario Party), que varían desde partidos de bádminton y carreras de trineos hasta torneos de sumo, pruebas de fuerza, pesca, colorear, etc. El título nos ofrece un gran variedad de desafíos, que van desde los más clásicos hasta otros inspirados directamente en el anime, como el minijuego del récord de la calabaza y té o el de las ratas Tengen, entre otros. Todos ellos, muy family friendly e ideales para disfrutar en compañía.
Algo que queda pendiente de mejora es el modo multijugador, que actualmente arrastra numerosos errores que empañan mucho la experiencia online, concretamente en la versión de PlayStation 5. Esperamos que el estudio esté en ello y que se lancen parches pronto para corregir estos fallos.
Con poco margen a la rejugabilidad
Desbloquear todo lo que el título ofrece será muy fácil y se podrá lograr en unas pocas horas. Si bien el juego añade recompensas adicionales como accesorios cosméticos (avatares, pegatinas, vestimentas, etc) y mejoras en el ranking para fomentar la rejugabilidad, la repetitividad de las partidas tiende a generar una sensación de déjà vu constante, especialmente en las sesiones de juego más largas. Más allá del modo principal en los tableros, también tendremos el modo Entrenamiento de habilidades, donde los minijuegos se pueden disfrutar libremente, con la opción de competir por puntos o en batallas por equipos. Aunque, más allá de los cinco minijuegos simpáticos de siempre, la propuesta puede perder su atractivo tras recorrer los mismos escenarios varias veces.
Sega ha dado un giro inesperado, apostando por un título festivo al estilo Mario Party, en lugar de seguir explotando la acción que tan bien había dominado en The Hinomaki Chronicles. Y es cuánto menos curioso. Aunque Sweep the Board busca innovar con una propuesta original en un género poco explorado por el anime, en la práctica no logra despegar del todo. El modo multijugador pide a gritos algunos ajustes para brillar, y la repetitividad de la fórmula juega claramente en su contra. Aunque, no todo es negativo. Sus minijuegos y desafíos cumplen ampliamente su función, ofreciendo una oportunidad para ver a nuestros personajes favoritos de la serie en duelos que, aunque competitivos, se sienten bastante relajados y distendidos. Una propuesta claramente dirigida a los fans de Tanjiro y compañía, que no buscan una experiencia demasiado exigente.
Conclusión
Sweep the Board es un juego que se atreve a innovar en un género que pocas veces se aventura fuera de lo tradicional, mezclando lo festivo con el anime de forma acertada. Aunque logra entretener y ofrece una propuesta diferente, echamos en falta más desafíos y varios añadidos que podrían haber elevado más la experiencia. Ideal para quienes disfrutan de lo ligero y desenfadado, pero no tanto para quienes buscan una profundidad estratégica.
Lo mejor
- Su variedad de minijuegos
- Las referencias del anime están muy cuidadas
- Los combates contra los demonios y jefes del tablero
Lo peor
- Un modo online todavía pendiente por pulir
- Sensación de poco contenido y escaso margen a la estrategia
- Su fórmula tiende a ser bastante repetitiva tras varias partidas
- Se echa en falta más minijuegos