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Opinión

20 años de Xbox: ¿ha mejorado la industria con Microsoft? Es evidente que sí

Dos décadas desde que el gigante norteamericano se introdujo en el mundo de las consolas, compitió con Sony y Nintendo y se hizo un hueco fructífero. Artículo publicado originalmente en mayo de 2021.

20 años de Xbox: ¿ha mejorado la industria con Microsoft? Es evidente que sí

En 2021 Xbox cumple 20 años. Concretamente lo hace este 15 de noviembre, cuando salió a la venta en Estados Unidos con uno de los mejores juegos de lanzamiento de siempre, Halo: Combat Evolved. Microsoft ha arrancado estos días la celebración de los 20 years of Xbox, y una pregunta que me vino a la cabeza al recordar su llegada al sector de las consolas es… ¿Ha mejorado la industria con Xbox? La respuesta es que sí.

Muchos vieron en la compañía de Bill Gates una especie de opa hostil a un sector que había estado en manos –a nivel de hardware- de compañías japonesas. Con la tradición de Nintendo y el éxito brutal de Sony con sus dos primeras consolas, y ya con SEGA abandonando la lucha tras Dreamcast. Algunos alertaban hace dos décadas que no podía salir nada bueno de su incursión en la industria.

Es evidente que el dinero por castigo que tenía Microsoft ayudó no solo a armar una consola poderosísima –era un PC camuflado-, sino también a quitarle a Apple lo que tenía que ser su gran exclusivo de la mano de Bungie. Pero tan cierto es esto como que Xbox modernizó muchas cosas en el ámbito de las consolas, dio un toque de atención a las compañías de siempre y con sus aciertos y lo que ha exigido a la competencia, ha sido un papel activo en el desarrollo de los últimos 20 años.

Vaya por delante que soy plenamente consciente que esto es un sistema capitalista y que aquí se viene a ganar dinero, no a complacer a los usuarios por la gracia de Dios. Pero tan cierto es esto, a lo que juegan todas las compañías, como que las decisiones que se han ido tomando de parte de Xbox para ganar dinero han servido, en muchos casos, para avanzar como medio y para convencer al usuario.

Ahora nos queda bastante lejos, pero la apuesta un disco duro de serie para guardar juegos, y de Xbox Live y el juego online de verdad, con una estructura sólida y características que hoy damos por habituales –jugar con amigos, chat de voz, conexión directa desde la plataforma- no eran lo corriente en otras. Sí, Dreamcast se avanzó (y mejor que PS2 o Gamecube, posteriores) pero fue con Xbox donde empezamos a comprender cómo se disfrutaba lo de jugar online en consolas y cómo de fácil debía ser hacerlo. Sin adaptadores. Sin depender de estructuras de cada juego y cada third party. Por cierto, si tenías un disco duro podías descargar nuevos contenidos. Hoy parece lógico. A principios de los 2000 ni Sony ni Nintendo se lo habían planteado.

La potencia de Xbox nos permitió ver juegos en nuestro televisor que no creíamos posibles. Si uno compara Splinter Cell Chaos Theory con otras versiones se dará cuenta. O prueba Ninja Gaiden Black, Riddick, Project Gotham Racing 2 y los Halo, claro está. No se entiende Xbox sin Halo. Potencia, un nuevo catálogo de juegos con nuevas propiedades intelectuales y un sistema online que fue referencia. Microsoft no vino aquí de paseo.

No voy a repasar todas las consolas, hitos y propuestas que la marca Xbox nos ha ido brindando al detalle, pero es evidente que algo tienes que hacer muy bien para sacar Xbox 360 y conseguir competir de tú a tú con PS3, sucesora de la consola más vendida de la historia. Con ella descubrimos juegos inolvidables, entendimos el dashboard de una consola como un centro de operaciones, de conexión con el resto, y no un simple menú de acceso a las características de la máquina y vimos avances muy importantes en lo que es la estructura del juego en línea o en el impulso de los juegos descargables, amén de otros detalles no menores, como los logros. De su buen hacer, la actitud de la competencia de ayer (la generación empieza cuando nosotros lo digamos) es radicalmente distinta a la que tenemos hoy, y en eso también hemos ganado todos. Porque la competencia, la que exige, mejora al conjunto.

No todo han sido aciertos, ni mucho menos. Con Xbox Live llegó el online de pago al que se han sumado todos, al que muchos ya damos como algo normal pero que no debería haberlo sido. Y también un lanzamiento de Xbox One con el que se alejó precisamente de todo aquello que Xbox y Xbox 360 había construido. Con Don Mattrick a la cabeza, Microsoft se fue olvidando de lo más importante: que estamos aquí para ganar dinero pero que el dinero se gana con la confianza de los usuarios.

Una confianza reconstruida con Phil Spencer a través de la retrocompatibilidad, de nuevos y prometedores estudios internos, de una Series amigable con el usuario (por características, mejoras técnicas y usabilidad) y nuevas estrategias en camino. El Game Pass y xCloud son hoy lo que fueron Xbox Live y el disco duro hace 20 años. Pasos que se adelantan al resto, buscando expandir nuevas maneras de jugar.

Así que sí, los 20 años de Xbox en la industria han ayudado a mejorarla. Y aunque hay dudas encima de la mesa –seguimos esperando juegos first party de compañías adquiridas en 2017, la falta de stock de la consola o la presencia de la marca en territorios como el nuestro, que está muy lejos de lo que era en 360-, hoy tenemos una Microsoft fuerte. Y una Microsoft fuerte es la mejor noticia para sus usuarios… Pero es también la mejor noticia para todos los jugadores de otras plataformas y que nunca tendrán una Xbox.