Casualización en los videojuegos

La casualización en los videojuegos suena a un concepto ajeno en una era en donde la novena generación de consolas busca mostrar todo el poder del Ray Tracing y los altos cuadros por segundo. Este raciocinio llego a mi mente tras ver unos pantalones casuales de Dockers que tenía guardados y usaba en coberturas de eventos como CES o E3. El retomarlos para sentirme un poco más cómodo ante el incremento del calor, propio en la víspera de primavera, me hizo pensar en todos esos videojugadores que de la misma forma “desenterraron” sus consolas para pasar un rato confortable ante el inminente encierro que conlleva esta pandemia global.

Solo basta ver que la portátil de Nintendo tal y como lo planteamos en nuestro video de Las consolas de nuestras vidas. Nueve generaciones de maquinas, va en un rápido ascenso que la puede colocar en unas de las más vendidas de la historia, ya que crece a una tasa de crecimiento que, sin duda, ha sido apalancado por el encierro.

Creo que todo esto es el efecto de una nueva casualización, ADN de la industria desde la primera generación de consolas con títulos como Table Tennis del Magnavox odyssey o en la segunda generación con juegos como Pac-Man de Atari que por cierto hace unos meses cumplió 40 años. Que decir de Super Mario Bros en la tercera generación de consolas, un juego enteramente casual que prácticamente hoy juega todo mundo y que recientemente re editaron por enésima vez en el Game & Watch.

Creo que justo en la cuarta generación de consolas es cuando propiamente los videojuegos se fueron alejando de este concepto casual, para irse enclaustrando en títulos más hardcore que buscaban cumplir con los deseos de todos aquellos videojugadores que habían crecido con las primeras tres generaciones.

Hay que subrayar que Nintendo nunca se alejo del camino, solo que no todas sus consolas tuvieron el mismo impacto. De hecho, alguna vez di una charla de esto en Campus Party CPMX6 llamada “Desarrolladores - Retailers… no se olviden de los niños” que justo planteaba un poco eso.

El regreso a lo casual

No fue hasta que llegaron los smartphones para que esta casualización resurgiera con juegos como Candy Crush, mal llamado el juego de las mamás y otros tantos como Wordament, Angry Birds, Flappy Bird, Song Pop entre otros.

Esta explosión no llegaría a su máxima expresión hasta que la pandemia de Covid-19 nos orillara a estar encerrados, logrando que juegos como Among Us rompiera récords de descargas o el propio Fall Guys de Tonic Games que por cierto recientemente ha sido comprado por Epic Games, un movimiento que sin duda revela parte de estas nuevas tendencias. No hay que irse muy lejos, solo hay que ver el top de descargas tanto de Android como de iOS para darnos cuenta que están jugando millones de personas.

¿Será que el encierro obligado creo una nueva generación de videojugadores? ¿o simplemente es un efecto temporal y todos estos recién integrados abandonarán este hobbie cuando todo regrese a la normalidad? De ahí justo partió la idea de platicarlo con Vane Gusmiau, una streamer que no obstante de ser una visitante de la Cantina Meristation, es una gamer que bien puede jugar un título de nicho como Final Fantasy u otro enteramente casual como Super Mario 3D World + Bowser’s Fury.

Creo que este dilema solo lo podremos resolver con tiempo y este mismo dará tela para cortar a futuros desarrollos que sigan acercando a todos estos jugadores, habidos de juegos, sencillos que los puedan entretener tal y como lo hicieron los videojuegos en las primeras tres generaciones.