Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos: Tokio 2020, Análisis Switch

Mario y Sonic, dos de los personajes más icónicos de la industria del videojuego, se reúnen cada pocos años —como si sus pasados nunca hubieran existido— para disfrutar del deporte en todas sus disciplinas. La saga “en los Juegos Olímpicos” comenzó casi como un simpático guiño a los fans de SEGA y Nintendo para, con el tiempo, convertirse en toda una franquicia consolidada que nunca falta a la cita.

Y como era de esperar, este año protagonizan otro título — esta vez para Nintendo Switch— ambientado en el evento deportivo más grande del mundo con el nombre de Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, un videojuego con nombre ligeramente continuista a la vista pero con novedades en su interior.

Celebración japonesa

Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos Tokio 2020 es una constante celebración tanto de los JJOO como del hito al acoger por segunda vez en la misma ciudad un evento deportivo de este calado. A ello hay que sumarle que el medio con el que lo hace tiene como protagonistas principales a dos de sus personajes más importantes tanto de su país como del mundo entero; Sonic y Mario.

A pesar de ser el típico juego machacabotones como tantos otros conocidos del pasado con los que muchos de nosotros hemos crecido, en todo momento encontramos situaciones, objetos o guiños tanto a la ciudad nipona como a su pasado. Y esto es gracias al modo Historia donde paseamos por Tokio tal y como es en la actualidad pero también a como lo era en 1964. En este fantástico viaje entre épocas aprendemos más sobre su cultura gracias a las diferentes preguntas que nos harán unos paneles dispersos por la ciudad a modo trivial así como conocer un poco más las disciplinas que participan en los JJOO.

En el modo Historia se juega como si de un RPG se tratara, esto es, hablando con los diferentes personajes que pululan por el escenario, manejando a uno de los protagonistas e incluso recogiendo objetos. Esto es así tanto en la aventura 3D como en la 2D que emula a las consolas de 8Bits. Sí, habéis leído bien, Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos Tokio 2020 también celebra aquella magnífica época con elementos retro tanto en la aventura principal como a lo largo de diez pruebas creadas en este estilo.

Esta nueva opción jugable resulta, al final de la aventura, un simpático añadido de apenas varias horas de duración que nos ha encantado. Si bien su trama no es que esté especialmente trabajada —los malos hacen maldades y los buenos ganan— , al final del camino cumple con su cometido; divertir de lo lindo. Es una excusa perfecta para participar en las veinte disciplinas deportivas añadidas en esta edición al mismo tiempo que disfrutas de los divertidos diálogos que se dan en ella, pues chicha jugable tiene más bien poco.

Disciplinas para todos los gustos

Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos Tokio 2020 recoge disciplinas de lo más dispares; desde el tiro con arco hasta el fútbol, pasando por pruebas de fantasía que ya vimos en anteriores títulos. Se han añadido cuatro nuevas pruebas —Kárate, Escalada, Surf y Tiro al plato— así como una versión en 8Bits de diez del total. Desconocemos el por qué no se ha optado por incluir las veinte disciplinas en el modo retro pero no creemos que hubiera sido demasiado complicado adaptarlas a este formato cuando muchas de ellas ya aparecían en títulos más antiguos.

Hay que tener en cuenta que los deportes añadidos al videojuego son de corto disfrute y la mayoría muy básicos en sus mecánicas. Apenas rozan los treinta segundos de duración cada prueba por lo que es un título muy enfocado a reuniones entre amigos o la propia familia, máxime si tenemos niños en el hogar. Lo que viene siendo un party game de toda la vida. Por supuesto, dos jugadores pueden jugar en la misma consola gracias a los dos JoyCon de la misma así como es posible conectar más de una Nintendo Switch en modo Local y competir con más jugadores al mismo tiempo.

A lo largo del modo Historia además desbloqueamos minijuegos de lo más variopintos y quizás más apasionantes que las mismas pruebas “oficiales”. Subir a la torre de Tokio o perseguir a un tren bala son algunas de ellas y lo cierto es que son muy divertidas.

Cuenta también con tres modos Online en el que podemos buscar partidas rápidas de cualquier disciplina, escoger una a nuestra elección o competir por los mejores puestos en Partidas Clasificatorias. Lo que hemos probado funciona a la perfección —requiere suscripción al servicio Nintendo Switch Online— aunque hemos notado que pruebas como la hípica tienen poco tirón y es difícil encontrar gente con quien jugar.

La mecánica de las mismas es bastante simple y apenas utiliza no más de tres botones para su perfecta ejecución. No obstante nos ha parecido algo arriesgada la decisión tomada a la hora de asignar los comandos a la botonera pues no son nada intuitivos en algunas pruebas. Esto si usamos un pad de control o los mismos JoyCon porque la fiesta se complica cuando usamos la detección de movimientos.

Control por movi… ¿qué?

A este tipo de control queremos dedicarle un apartado entero pues no se entiende a qué tipo de proceso de calidad ha sido sometido Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos Tokio 2020 después de jugarlo unas cuantas horas. La idea pintaba fenomenal, de hecho no hubiéramos entendido el juego sin el control por movimientos, sin embargo es injugable. No solo porque, una vez más, realizar acciones es incómodo debido a los extraños movimientos que debemos ejecutar, si no porque el giroscopio ni está ni se le espera.

Como muestra de ello tenemos el tiro con arco, donde una vez levantamos ambas manos y tensamos la cuerda con el brazo derecho, toca apuntar a la diana.. o al menos intentarlo, porque el punto de mira no se mueve ni aunque uno baile la Macarena. O el triple salto, que tras bastantes horas de ensayo y error apenas hemos saltado un par de metros porque el sensor no recoge el grado de inclinación ni el último salto. O en boxeo, que agitas el JoyCon derecho, con el izquierdo firme y fijado a la mesa y atiza al contrario con este último.

Una lástima que esta forma de jugar al título esté tan poco pulida y solo funcione en pruebas simples como los 100 metros o piragüismo y que, además, no esté presente en según qué disciplinas, aunque en el caso del fútbol o similares es más que entendible.

Entra por la vista

En materia gráfica tenemos a un juego bien cuidado en todos los aspectos. Tanto el modelado de los personajes así como animaciones y escenarios es excelente. No es una producción triple A ni lo pretende pero todo está muy bien realizado. El modo 8 Bits es una cucada, emotivo y ¡viene con un filtro que simula una tele de tubo! Sega debería explotar este modo de juego porque es quizás lo mejor de Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Además cada personaje aparece en pantalla con las mismas animaciones y modelado que los originales. ¡No se le puede pedir más!

La banda sonora tampoco está nada mal aunque no contiene temas memorables que nos haga recordarlos en un futuro. Los sonidos, por otra parte, sí son un claro homenaje a las diversas franquicias que protagonizan el juego y es fácil reconocer muchos de ellos al instante. Cuenta, además, con textos y voces en español que si bien podrían ser mejorables cumplen perfectamente con su cometido.