Sea of Solitude, el introspectivo viaje de Geppert

El mundo del videojuego se caracteriza, entre muchos otrosaspectos, por su habilidad para brindarnos experiencias estimulantes para lossentidos a través de la interacción. Muchos abogan por la diversión más directa y "tradicional"; lasatisfacción fundamentada en aspectos como la jugabilidad, el reto o laresolución de una serie de desafíos que premian al jugador mediante diferentesestímulos. Otros, intentan alcanzar un plano más sensorial, dirigiendo susobjetivos a despertar sentimientos en nosotros tales como la tristeza, lanostalgia o la melancolía, creando efectivas dicotomías junto a otros como eljúbilo, la sorpresa o la alegría.

Este el caso de Sea of Solitude, una aventura intimista deatractiva propuesta escenográfica creada por el estudio Jo-Mei, bajo el amparode EA Originals, que ha tenido una trayectoria más que ardua a lo largo de sudesarrollo. La buena noticia: la comunidad quedó maravillada desde su anunciodurante 2015, mientras que el duro trabajo de la desarrolladora se ha vistorecompensado por un creciente interés en esta atractiva propuesta, que bebe deproducciones como el aterrador Limbo, el apasionante a la par que inquietanteInside o el fascinante y encantador Journey. 

La empatía como mecanismo jugable

Es fácil alcanzar un punto de conexión y fascinación por eljuego a través de su principal artífice, la Directora Creativa Cornelia Geppert,incluso si la primera vez que has sabido de su trabajo es durante lapresentación del juego en la conferencia de EA en este E3 2018. Cornelia subióal escenario con semblante intranquilo, fundió los aplausos iniciales delpúblico con una serie de frases entrecortadas que estuvieron a un paso deacabar en sollozos, y recogió fuerzas renovadas a raíz de una segunda ovacióndel respetable. En resúmen, muchos de nosotros empatizamos con Geppert debido a las sensaciones que nos transmitió como creadores de contenido interactivo.

Las imágenes se sucedían en pantalla mientras Geppertexplicaba el proyecto con una inusitada pasión. Inspirado en sus propiasvivencias, Sea of Solitude nos pone en la piel de una joven Kay que, alparecer, vive en un misterioso mundo parcialmente cubierto de bellas aguascristalinas donde sus evocadores edificios nos transporta directamente a unarealidad terrenal, mientras nos movemos entre la duda de si estamos viviendo unsueño del que no podemos despertar, o si la pesadilla acabará tomando ventajapara atacarnos sin compasión, utilizando nuestros peores temores para tal fin.

A partir de ahí nos enfrentaremos a sentimientos como lasoledad, la añoranza o el miedo, mientras que nuestro instinto de supervivenciaaflora a media que simpatizamos con Kay, trasladamos sus emociones a laspropias, y nos damos cuenta de que nuestros  miedos pueden arrebatar protagonismo a la acción que defineel juego.

Un fascinante camino por recorrer

Como la propia Geppert ha declarado, el título deja espaciopara géneros como las plataformas, el puzzle o incluso el terror, mientrassomos perseguidos por temibles criaturas marinas, amenazantes figurasemplumadas de negro azabache o misteriosas efigies de inexplicable semblante.Nosotros nos desplazaremos a pie o en barca mientras surcamos las aguas, nosenfrentamos a las inclemencias meteorológicas de este disruptivo lugar o vemosmaravillados cómo las aguas de los canales inundados se separan a nuestros pies,revelando estampas de espectacular belleza e idílico cromatismo.

Con matices artísticos que nos recuerdan a creativos a laaltura de Hayao Miyazaky, Ken Wong o Matt Nava, esta introspectiva experiencia pretende convertirse en uno de los títulos independientes másdestacados del año 2019. Sin duda alguna, vista la pasión y dedicación puestapor el equipo creativo en su desarrollo, tiene muchas posibilidades para llevara buen puerto su empresa. Por el momento, cuenta con nuestra completa atencióny la de muchos otro entusiastas de este tipo de propuestas.