Mirando más allá de la caja de arena de Burnout Paradise

La incesante frescura de Burnout Paradise casi diez añosdespués

El lanzamiento de BurnoutParadise Remastered ha servido para que nos demos cuenta de la importancia que tuvo el título deCriterion la pasada generación y para comprender que sigue siendo un títulocuyas virtudes se sienten casi de igual manera que los defectos.

Para muchos una traicióna la franquicia, el diseño de Burnout Paradise no supo decirle que no a lacreciente moda de los sandbox, acargarse los menús de selección y dar rienda suelta a un mundo abierto, ParadiseCity, donde la conducción sin límites se eleva a la máxima potencia. Pero lo cierto es que su influencia haquedado demostrada.

Un diseño recalcitrante

En su día fue calificado en decenas de medios como un título de conducción arcadesobresaliente, cuya única pega ocausa de debates –presente también en el Remasteredque ahora hemos catado– sigue siendo lafalta de interacción con el mapa; laimposibilidad de ir directamente al punto donde se encuentra un evento concreto.Esa contumaz propuesta se repite en la remasterización.

Comparativagráfica: Burnout Paradise Remastered vs original 

¿Has fallado y te encuentras en la otra punta del mapa?Tienes que conducir hasta ahí. Si es verdaderamente un error o un intentodeliberado por parte del estudio para que descubramos y sintamos los entresijosy puzles de Paradise City es algo sujeto a la opinión de cada cual, pero en2018 es un aspecto que puede echar para atrás a más de uno.

Dejando huella en el asfalto para títulos venideros

Por lo demás, sigue siendo confortable y plácido conducir por esta ciudad; ese ritmo dondeterminas un evento e inicias justo en ese momento otro al estar sobre una nuevaprueba dota a Burnout Paradise de un dinamismo y comodidad que hace repetirnosuna y otra vez que será la última partida antes de terminar. En realidad suele ser la penúltima.

Pocos juegos tienen la capacidad de absorber de esa maneraal usuario, y es quizá Playground Gamesla empresa que mejor ha sabido canalizar esta tendencia con la saga Forza Horizon, cuya segunda entrega (2014,Xbox One) decidió romper las barreras y apostar por un enorme mundo abierto conun apartado gráfico sorprendente y una jugabilidad que en su día no tuvoparangón.

Es solo y casi sin discusión ForzaHorizon 3 el que ha tocado el techo actualmente en los sandbox arcadede conducción, mejorando y evolucionando sobre lo visto en Forza Horizon 2 peroademás añadiendo a la fórmula lo que hizo mejor Burnout Paradise, que es lavariedad de situaciones hasta rozar la extravagancia y una banda sonora cuyaselección de temas es digna de elogio.

Cómo parar antes de conseguir la siguiente licencia ennuestro carné de Paradise City es una pregunta a la que seguimos sin encontrarrespuesta. Mientras tanto, toca seguir haciendo el penúltimo takedown.

Compromisoa cuatro ruedas: Forza Horizon 3 un año después